La difusión radiofónica y televisiva del futbol en el siglo XX estuvo adornada por grandes voces que desde el micrófono transmitieron los acontecimientos, jugadas y emociones que cautivaron a las multitudes y dieron realce al deporte que queremos. Con ellos, crecimos, conocimos y aprendimos del balompié.
LA NOCHE DE LOS TIEMPOS Y ESCOPETA
Se pierden en la nebulosa de la memoria las narraciones que se hacían en el siglo pasado de los treinta a los cincuenta. Personalidades como Cristino Lorenzo y Alonso Sordo Noriega dejaron una gran escuela, pero la mente no guarda su timbre vocal. Empero, dejaron huella indeleble en la generación que llegaría después. Contemporáneo a ellos, subsistió Agustín González a quien apodaban “Escopeta”. Allá en los cuarenta, se le veía recostado a un lado de la cancha con el micrófono, camisa de manga corta, corbata y sombrero, mientras daba cuenta de las acciones de los partidos. Amable, descriptivo, lo alcanzamos en los setenta y ochenta con sus comentarios de medio tiempo, los cuales hizo prácticamente hasta los 85 años.
MARCOS
Fernando Marcos fue futbolista, árbitro, entrenador, locutor y además era abogado. Transmitió junto a “Escopeta” por radio la final de la Copa del Mundo de 1950 cuando Uruguay derrotó a Brasil en el “Maracanazo” y de ahí, continuó para ver la transición a los partidos televisados. Narró los Mundiales de Chile, Inglaterra, México y Alemania Federal, para después dedicarse al comentario desde el palco y el estudio. Su crítica, siempre ácida pero fundamentada, producía efervescencia en el medio. Cuidaba como pocos el lenguaje y no permitía que sus compañeros se sobrepasaran con alguna expresión, tenía un gran respeto por el auditorio al que siempre saludaba y se dirigía con comedimiento y propiedad. Muchos lo calificaban de antipático, pero la verdad es que su intelecto estaba por encima de sus colegas. Se fue en los años ochenta de Televisa a Canal 13, donde permaneció hasta que falleció en el año 2000.
LUENGAS
El mejor de todos. Tamaulipeco, con gran presencia de voz, dicción impecable, fluidez de lenguaje y abrasador ritmo en su crónica, era un deleite escucharlo. Fernando Luengas era ameno, objetivo, pero también puntilloso. Durante los años sesenta, era imprescindible en los primeros tiempos que se transmitían desde Ciudad Universitaria primero, y el Estadio Azteca después. En el Mundial de 1970, Telesistema Mexicano lo puso a narrar los juegos de la selección nacional contra la Unión Soviética, El Salvador y Bélgica. Le tocó relatar junto a Fernando Marcos “El Juego del Siglo” entre Italia y Alemania Occidental. Al iniciar los setenta, le encomendaron transmitir los juegos del Cruz Azul los sábados por la tarde en el Coloso de Santa Úrsula y paulatinamente, por causas desconocidas fue relegado a cubrir los juegos de los Coyotes de Neza. Un domingo, cuando estaba en el Azteca para transmitir un encuentro del Atlético Español se sintió mal, salió del estadio y moriría horas después. Como narrador, nadie lo superó, pues cuando uno lo escuchaba en radio, había momentos en que parecía que se estaba viendo el partido con su descripción.
ÁNGEL FERNÁNDEZ
Michoacano, con un timbre de voz metálico pero cautivante, Ángel hacía música de su crónica, es decir, su narración poseía una melodiosidad que sumergía al oyente, para después salir con una alegoría que impostaba a la acción y estrenó en México el grito de “¡Gooool!” prolongado cuando el “Chololo” Díaz le anotó un largo disparo al portero Félix en el mismísimo Maracaná, cuando la selección nacional venció 1-2 a los brasileños con todo y Pelé en 1968. Ángel empezó a poner apodos a los jugadores y los inmortalizó con ello, inventó frases y aplicó palabras que se eternizaron: “¡A todos los que quieren y a todos los que aman el futbol…!”, “Pica, frena…”, “¡Palo!”, “Los jugadores sacan los fierros como queriendo pelear”. El presidente José López Portillo le pidió que se fuera a Canal 13 en mayo de 1980, luego salió de allí y estuvo fuera de la televisión 15 años, hasta que regresó a Televisa para el Mundial de Francia. Moriría en 2006 con todo el reconocimiento del medio deportivo como un precursor e innovador en la crónica futbolística.
Quedan otros en la imaginaria, Oscar “El Rápido” Esquivel, Antonio Andere, Daniel Pérez Arcaráz, Jorge “Ché” Ventura, Gerardo Peña. Los de ahora, escriben su propia historia, que vendrá alguien más a contarla.
¿Le parece que nos encontremos aquí la próxima quincena? Desde luego, si Dios lo permite.
