La modernización sindical, una prioridad
Son nuevos los tiempos, como nueva debe ser la cultura laboral que impulse y permita alcanzar la modernización sindical en donde el objetivo principal sea la transformación que permita responder a los retos del mundo laboral actual.
Atrás deben quedar los viejos y obsoletos esquemas donde los métodos se apartan de ideales trazados para consolidar avances. Las doctrinas y principios que han perdido vigencia, ahora deben ser reemplazados para beneficio de la clase trabajadora.
En la materialización del cambio laboral más importante de los últimos tiempos en favor de las y los trabajadores, es obligatorio entender la responsabilidad histórica que se tiene para que esa transformación se concrete en mejores condiciones de vida.
No todo lo pasado se encuadra en los conceptos del anacronismo o de lo inservible, es necesario reconocer y fortalecer las bases que han sido garantía para la defensa de los derechos laborales.
Pero sí es tiempo de actualizarse y evitar que la ignorancia o las actitudes acomodaticias sean parte de la amenaza que significa una gran pérdida de los derechos laborales, como la caída del salario mínimo y la violación de las Condiciones Generales de Trabajo.
Deben prenderse las luces de alerta para evitar que en las empresas públicas y privadas impere el proceso de corrupción y la improvisación de líderes sindicales.
Todos los retrocesos significan un daño irreversible, incuantificable y difícil de dimensionar porque lesionan y perjudican a los trabajadores que en ocasiones no tienen forma de protegerse.
Estos son tiempos para capacitar a los Delegados Sindicales, para fortalecer su desempeño, y permitirles desarrollar el potencial de todas sus habilidades en beneficio de sus organizaciones.
Hacerles saber, informar y formar a los dirigentes y representantes sindicales, sobre las herramientas que le ofrece la legislación laboral para la defensa de los derechos de los trabajadores.
Tal y como lo establece el Comité Nacional Mixto de Protección al Salario (CONAMPROS) que fundamenta una reflexión para que las organizaciones y representantes sindicales, los miembros de las comisiones mixtas de utilidades y los trabajadores en general reciban los conocimientos y la actualización que les permita el pleno ejercicio del derecho de los trabajadores a participar en las utilidades de las empresas.
Porque, además, debe tenerse presente que la libertad sindical y la negociación colectiva que implican la democratización no termina con la garantía del voto libre y secreto.
Implica generar condiciones para que todos conozcan lo que se está decidiendo, que se garantice el derecho a ser votado y que exista una autoridad imparcial que resuelva de manera oportuna posibles violaciones.
Impulsar el trabajo como una expresión de la dignidad de la persona humana, para su plena realización y para elevar su nivel de vida y el de su familia, es parte de esa nueva cultura laboral que proporciona las herramientas de trabajo necesarias que pero que es desconocida o ignorada por dirigencias amorfas instaladas en el conformismo.
Nadie puede negar la existencia de dirigencias resignadas a ver pasar el tiempo y que viven, subsisten, gracias la manipulación de que son objeto.
Referencia que tiene como destinatarios a quienes en la pasividad dan muestras de ser dóciles y manejables. Prefieren ver y dejar pasar, que convertirse en actores de procesos de transformación en los que la clase trabajadora es el objetivo.
Ellos tienen como principio fundamental el acatamiento de instrucciones y órdenes surgidas de quienes ostentan su poderío basado en acciones truculentas, ilegales y sin razón de ser.
Por eso la capacitación y la formación sindical de dirigentes, Representantes y Trabajadores, es una urgencia que no puede seguirse aplazando.
Los trabajadores, no solamente las dirigencias, deben ser participantes en las decisiones vinculadas a la negociación colectiva en las relaciones laborales sobre la base de la bilateralidad Empresa – Sindicato.
Tiene que dotarse a la clase trabajadora de las herramientas necesarias para alcanzar sus objetivos.
Se tienen como obligación que identificar la importancia de las principales cualidades que intervienen en la convivencia interpersonal, con el propósito de contribuir al desarrollo de actitudes de mejoras continuas que beneficien el entorno laboral.
Así podrán conocerse y analizar los aspectos básicos del liderazgo y no optar por la descalificación o el secuestro de las dirigencias que se convierten en un perjuicio irremediable.