La autopromoción que se hace Alejandro Murat para dejar de ser gobernador oaxaqueño y colarse al gabinete del presidente López Obrador, tiene el sello de casa. Es parte de las estrategias utilizadas por José Nelson Murat Casab, su padre quien también fue gobernador de la tierra de los pintores Tamayo y Toledo, entre muchos talentos.
Consentido del Jefe del Ejecutivo, Murat Hinojosa pretende no sólo garantizar una chamba sino hacer crecer la versión de que podría entrar de lleno al grupo de aspirantes a la sucesión presidencial del año 2024.
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Ya comenzaron a salir los pendientes que Javier Corral dejó en las arcas del estado de Chihuahua y que son la punta de la enorme madeja financiera en las que la falta de pago a proveedores y endeudamiento, son los principales ingredientes.
Todavía no empiezan las revisiones a fondo, pero ya hay material suficiente para no dejar dormir tranquilo al exgobernador chihuahuense que llegó con etiqueta de puritano y salió con sello de ya la pagarás.
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El escándalo de Emilio Lozoya Austin provocado cuando acudió a cenar a un restaurante chino de las Lomas de Chapultepec, hizo reflexionar a los miles de reclusos que permanecen internos sin apenas recibir sentencia o demostrar su culpabilidad.
El exdirector de Pemex ha sido consentido del régimen actual y en lugar de estar calentando cemento en una celda, puede gozar de privilegios. Hizo recordar los tiempos en que Miguel Barbosa era líder de los perredistas en el Senado y acudía con grandes grupos, de familiares obviamente, al restaurante japonés Suntury.
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Aquí trasmitimos una observación de nuestra lectora María de Lourdes Montero, que nos hizo llegar para comentarla con ustedes, lectores:
Inés Gómez Mont y su esposo andan a salto de mata por un fraude cometido y acusados de delincuencia organizada. La huida no los dejará estar tranquilos por un largo tiempo.
Pero qué pasa con Laura Bozo (que responda la desgraciada) quien se burló de las autoridades hacendarias mexicanas y de quien no se dice ni media palabra.
Será, dice nuestra atinada comentarista, que en la guerra de televisoras y poderío de delincuentes hay unos más influyentes que otros. Buena pregunta que exige buena respuesta, autoridades hay muchas. A ver a quién le queda el saco.
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¿Cómo se llamará ese diputado federal priista que hace un trabajo de convencimiento entre sus compañeros de bancada para buscar que Alejandro Moreno Cárdenas defina si renuncia o no a la dirigencia nacional del PRI?
Por lo pronto ya apareció la amenaza para que un número considerable de legisladores tricolores de San Lázaro comiencen a ver la posibilidad de cambiar de bancada. En menos de lo que usted se imagina, habrá sorpresas.
