La recaudación del país en manos de los trabajadores hacendarios y del SAT
Buena parte de la labor de recaudación de impuestos en el país que anualmente asciende a 3 billones y medio de pesos, se encuentra en las manos de los 7 mil 800 trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Hacienda y del Sistema de Administración Tributario (SAT).
La importancia de su labor es tal que al derrumbarse los impuestos petroleros su capacitación y los programas de apoyo para mejorar sus condiciones de trabajo y nivel de vida, permitieron elevar la recaudación al tratar con amabilidad a los contribuyentes coadyuvando a que el pago de impuestos se convirtiera en un procedimiento ágil y cordial.
Parte fundamental de una de las dependencias más importantes de la administración pública, pues no sólo es la encargada de recaudar los impuestos sino además distribuir el gasto público, los empleados de base de Hacienda y el SAT, han sido de los servidores públicos más responsables en su función.
Buena parte de este adecuado desempeñó descansa en estímulos y prestaciones logradas por su sindicato que ha establecido de manera conjunta con las entidades públicas y sus altos funcionarios a la capacitación como punto medular para mejorar la atención al público.
La ecuación es sencilla: capacitar es un derecho del trabajador y una obligación de las dependencias. Y tal método ha dado indudables resultados.
No es extraño por ello, ver a los sindicalizados recibir con una sonrisa a los contribuyentes y laborar fuera de su horario normal de ocho de la mañana a tres de la tarde, siempre dispuestos a dar un esfuerzo extra a la institución.
El secreto radica en que al tomar cursos anuales de capacitación por 20 horas no sólo adquieren más habilidades y conocimientos para desempeñar mejor su función; además, obtienen el beneficio de recibir seis días de sueldo extra por cada año acumulado, de tal modo que un trabajador con 20 años de servicio que se capacita de manera puntual, puede alcanzar anualmente el beneficio de 120 días de salario, independientes a su sueldo, que recibe cada primera quincena de enero.
Este beneficio monetario adicional también se acumula a los pagos por puntualidad y la entrega de la segunda parte de su aguinaldo por lo que sin duda, los trabajadores hacendarios y del SAT, de base, no conocen las penurias de la cuesta de enero. Razones que los motivan a dar un trato más amable al contribuyente, garantizando que este regresará a pagar sus impuestos con un mejor talante
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