Opinión

El colegio de las Vizcaínas

En días pasados tuve la fortuna de conocer ese histórico Colegio fundado en 1767 con el nombre de El Real Colegio de San Ignacio de México ubicado en las calles del mismo nombre No. 21 en el Centro Histórico de la Ciudad de México, nos recibió la Directora Lizzeth Armenta, inteligente, sencilla y cordial respondió todas nuestras preguntas y nos explicó que fue construido por el Arquitecto Lorenzo Rodríguez con un estilo barroco, es muy grande y con techos altos como se acostumbraba en la época: ocupa el equivalente a una manzana, por lo que abarca cuatro calles, en cada una construyó una fachada diferente.

La propuesta de su creación se dio en un grupo de residentes Vasconavarros de la Capital del Virreynato de la Nueva España, el objeto era contar con un lugar para la educación de la mujer en la Nueva España en el siglo XVIII.

Es de entenderse que en aquella época los Colegios eran pocos y algo extremadamente destacado fue la primera escuela laica en el Continente Americano.

Pero antes de su fundación la Comunidad VascoNavarra había construido la Cofradía (Asociación reconocida por la Iglesia Católica integrada por personas religiosas con fines piadosos de Nuestra Señora de Aránzazu).

A mediados del siglo XVII, tres miembros de esa Cofradía : Don Manuel Aldaco, Don Ambrosio de Meave y Don Francisco de Echeveste integrantes de la misma, tenían entre sus objetivos realizar obras de beneficencia como pagar la dote de huérfanas para el matrimonio o la de apoyar la profesión religiosa y ayudar a viudas, es por ello que en 1732 sensibilizados por el desamparo y la falta de educación de las mujeres en la Nueva España fundaron el Real Colegio de San Ignacio de Loyola , con el objeto de convertirse en un Centro Educativo y poder auxiliarlas.

Es de destacar que la instrucción a las mujeres era extremadamente limitado por lo que la misma se circunscribía a los Conventos de Clausuras (recintos dónde los religiosos se aíslan del exterior y adónde habitualmente no se permite pasar a personas de distinto sexo de quienes se encuentran en los mismos) y escuelas populares.

En el Colegio se ofrecía una educación laica, pero eso si con los valores que impone la religión católica (honradez, respeto, responsabilidad, tolerancia entre otros); sus fundadores desde un principio tuvieron como objetivo crear una escuela independiente del Estado y de la iglesia, y al ser así no se le aplicó la ley Lerdo que desamortizaba todos los bienes de la iglesia, de tal suerte que el Colegio no fue tocado aunque hubo la intención de ello, ya que siempre y hasta la fecha hay quienes creen que es propiedad de una orden religiosa.

Pero volviendo a su apertura, ello se da el 9 de Septiembre de 1767, administrado por un patronato de miembros de la Comunidad Vasca, su construcción se prolongó por 18 años y las edades de las primeras alumnas oscilaba entre los 4 y 60 años, algo inusitado para nuestros tiempos.

Las enseñanzas que recibían las alumnas eran sobre escritura, música, bordado y nociones de cómo dirigir una casa apropiadamente, por lo que muchas llegaban para prepararse para cuando contrajeran matrimonio.

Pero también las alumnas eran maestras ya que entre todas se transmitían los conocimientos en un intercambio de los mismos que a todas ayudaba.

Una de las alumnas que tuvo el Colegio fue Doña Josefa Ortiz de Domínguez (1768-1829) mejor conocida en nuestra historia como la Corregidora.

Otra alumna muy conocida pero por su desarrollo artístico fue la llamada abuelita del cine nacional Sara García.

Es importante destacar que en sus inicios sólo se admitían mujeres españolas.

Con tanta historia no es raro que el Colegio cuente con un Museo dentro de sus instalaciones, en el se encuentra una colección conformada por una pinacoteca virreinal, una capilla con cinco retablos (tabla que se coloca detrás del altar) originales; más de 300 piezas textiles y una colección de ciencias e historia de la educación, así como historia de la vida de las mujeres en los siglos XVIII,XIX y XX.

La colección pictórica la conforman obras de reconocidos autores virreinales, entre otros Miguel Cabrera, José de Ibarra, Cristóbal de Villalpando y Juan Correa, así como obras del siglo XIX de Santiago Rebull.

En la actualidad el alumnado es mixto y atienden los niveles desde maternal, preescolar, primaria, secundaria e incluso preparatoria.

La manutención de ese recinto histórico es muy alta, por lo que sus administradores decidieron para obtener recursos económicos, realizar recorridos el último viernes de cada mes en grupos de 10, para los sábados los grupos deberán de ser de 15 personas. El costo incluye desayuno y un guía previa reservación; así como alquilar los patios para eventos sociales y culturales.

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