Incertidumbre
La falta de certeza de cuándo realmente se regularizarán las actividades en el mundo y concretamente en nuestro país y en la capital del mismo nos tiene a la mayoría con la inquietud y nadie nos salvamos de ello, el sentimiento de tristeza, angustia y temor sigue presente en las personas, familias, fuentes de trabajo, el hogar, para abreviar en toda la sociedad y espacios.
La pandemia por el COVID-19 nos recuerda que llegó para echar raíces un gran tiempo y ello parecen muchos no entenderlo y ello hace más grave el problema.
Todo indica que la regla básica del distanciamiento social es sólo un recuerdo y dejan de aplicarlo, oficialmente estamos a punto de llegar a más de 240 mil fallecimientos que en número representaría poblaciones enteras y sigue contando; qué los contagios han disminuido y por ende los fallecimientos es innegable, pero ello a quienes han perdido a un ser querido o se han contagiado por ésta pandemia en las últimos días eso no les dice nada.
Lo cierto es que seres humanos siguen falleciendo sin que el sector médico pueda evitarlo y los pronósticos internacionales nos alertan de que esto va para largo.
Las vacunas no representan tampoco la inmunidad o patente de corso contra el Covid, mucho se ha hablado de ello, ayudan eso sí cómo un placebo contra el estrés ya que han representado la esperanza de que todo vuelva a la normalidad, pero los rebrotes nos recuerdan qué aún estamos distantes de ello, me acabo de enterar de una pareja que muy a pesar de estar vacunados, contrajeron nuevamente la enfermedad, el ya falleció y ella se encuentra internada.
Millones de estudiantes por razones de edad y condición económica están siendo de los más afectados ¿Por qué?, ya hemos escrito mucho sobre ello y lo más grave es que si las escuelas, los maestros y los propios estudiantes no realizan actividades tendientes a recuperar el tiempo perdido o no bien aprovechado, tendremos en un cercano tiempo profesionistas y técnicos con conocimientos insuficientes para realizar su labor en perjuicio de la sociedad; pensemos ¿ nos vamos arriesgar a visitar a un médico, dentista, abogado, ingeniero , arquitecto etc. con esas limitantes?
Somos proclives a repartir culpas y desde el luego en todas las épocas el gobierno es el villano favorito, pero en un problema como el que vivimos todos somos parte del mismo o de la solución.
Cuándo ya festinábamos que en la CDMX estábamos en el semáforo color verde forzado y de forma inexplicable lo que se pudo pensar fue razones políticas (después de las elecciones). Ahora volvemos a color naranja y a suspender clases presenciales que dicho sea de paso eran mínimas e insuficientes, eso sí a las escuelas se les está dejando la responsabilidad de hacerlo o no y ahí es donde intervienen intereses de grupo a favor y en contra.
Existe una corriente mayoritaria de maestros en las escuelas públicas de todos los niveles que están por el no regreso a clases hasta el siguiente período escolar que inicia para algunos en agosto y para otros es septiembre, en ese sentido se han pronunciado las organizaciones sindicales como la del CNTE o de la Universidad Autónoma Metropolitana, ésta última exige que ello ocurra hasta que todos los maestros, estudiantes y trabajadores administrativos sin importar la edad, se encuentren vacunados.
Las escuelas está comprobado activan fuertemente la economía, el cierre de las mismas será sufrimiento para miles de negocios, será difícil adecuarse a éstos tiempos, ¿Cuántos los van a resistir?