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Industria automotriz: motor que impulsa la economía nacional

La industria automotriz figura como un soporte de la economía mexicana por la generación de empleos indirectos y directos

La industria automotriz cumple una función clave en México y en el contexto internacional. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), registra que en nuestro país representa el 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y 20.5 por ciento del PIB en el sector manufactura.

Además, la industria emplea directamente a cerca 2 millones de empleados y de ella dependen un poco más de 3.6 millones de mexicanos.

De acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) el sector aún representa una de las fuerzas económicas más importantes a nivel nacional y es el cuarto exportador a nivel mundial con 4.1 millones de autos anualmente.

La relevancia de la industria recae principalmente en tres aspectos íntimamente relacionados:

-El laboral.

-El económico.

-El de servicio.

El sector automotriz aportó el 12% de la Inversión Extranjera Directa (IED) recibida en el país, con un total de 60,677 millones de dólares en el periodo de 2000-2017, además de presentar el mayor dinamismo en el periodo de 2012 a 2017.

• En el periodo 2000 – 2017, el sector automotor recibió 60,677 millones de dólares de IED.

• La fabricación de partes para vehículos automotores recibió 36,228 millones de dólares de 2000 – 2017.

• La fabricación de automóviles y camiones atrajo un total de 20,775 millones de dólares de IED.

La producción de vehículos en México se ha posicionado como una de las más dinámicas y competitivas a nivel mundial

• 7º productor mundial de vehículos y 1º en América Latina, durante 2017.

• De cada 100 vehículos producidos en el mundo, 4.2 fueron ensamblados en México.

• México produjo 4.09 millones de vehículos automotores en 2017, lo que representó un incremento del 13 por ciento,  respecto al año anterior.

La producción de autopartes en México se ha posicionado como una de las más dinámicas y competitivas a nivel mundial • 5º productor a nivel mundial de autopartes y 1º en América Latina, durante 2017.

• Del top100 de fabricantes de autopartes en el mundo el 91% se encuentran instaladas en México.

• México tuvo un valor récord de producción de 87,721 millones de dólares en autopartes en el 2017.

Entre los retos que enfrenta este sector industrial, está el mejorar los niveles de seguridad para el transporte de vehículos y autopartes en las carreteras y vías de ferrocarril nacionales.

Otros soportes que se tienen como objetivos a conseguir en el corto plazo, son la transparencia, el combate a la impunidad y el combate a la corrupción.

INCENTIVOS PARA COMPETIR

Destaca, también, asegurar recursos humanos calificados suficientes a nivel técnico y profesional, diálogo permanente con gobiernos federales y estatales (Ejecutivo y Legislativo), promover acciones que eviten el contrabando y la informalidad.

Además tareas y gestiones para fortalecer las cadenas productivas en la industria automotriz nacional, eliminar los elementos que representan barreras logísticas en el flujo de vehículos y autopartes en el país.

Ante la situación prevaleciente a nivel nacional, se plantea promover incentivos competitivos a la inversión nacional y extranjera para fortalecer la atracción de nuevas inversiones y el desarrollo de las existentes.

Simplificación del marco legal, evitando la sobrerregulación, para potenciar los mecanismos de comercialización.

Mantener, defender, revisar y mejorar los acuerdos comerciales actuales.

Negociar nuevos acuerdos comerciales que permitan diversificar las exportaciones.

Reforzar la interacción y promover mayor vinculación industria/academia/ centros de investigación enfocada a proyectos de innovación y desarrollo tecnológico de la industria automotriz.

Mantener la disminución en la importación de vehículos usados es uno de los principales retos.

La importación de vehículos usados chatarra tienen un efecto negativo en el ambiente, en la economía,  en la seguridad en carreteras y en la salud pública.

La apertura indiscriminada afecta al desarrollo del mercado de vehículos usados nacionales y ha dañado  el potencial de crecimiento del mercado de vehículos nuevos.

Una meta sustancial es sustituir el Registro público Vehicular (REPUVE) garantizando una plataforma eficiente en donde el gobierno sea el responsable de las estadísticas de venta de vehículos por vía del emplacamiento.

Como también se contempla la simplificación del marco legal, evitando la sobrerregulación y la aplicación de criterios diferenciados (agencias automotrices, plantas de manufactura, etc.) entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno.

Para la industria automotriz mexicana el COVID-19 marcó una etapa difícil. La crisis del coronavirus en la industria automotriz generó cierres temporales.

Durante la crisis global provocada por la pandemia del COVID-19, gobiernos de todo el mundo han optado por la medida de la sana distancia, pidiéndole a los ciudadanos quedarse en sus domicilios y a las empresas parar sus actividades, con la excepción de aquellos sectores encargados de cubrir necesidades básicas, es decir, considerados esenciales.

El impacto de la pandemia en la industria automotriz de México produjo severas repercusiones ventas, producción y exportación de la industria automotriz nacional.

La repercusión en ese ramo industrial originó impactos negativos en el Producto Interno Bruto (PIB), estremeció la economía nacional y sacudió las plantas fabricantes de vehículos ligeros y motores, las plantas fabricantes de vehículos pesados y motores, la producción de autopartes por entidad federativa, los empleos en el Sector Automotor, la Inversión Extranjera Directa (IED) en el Sector Automotor y la balanza Comercial.

Ante este desbalance, surgió la necesidad de vigorizar las líneas de acción y políticas públicas sugeridas para vigorizar el sector y en un análisis se determinó trabajar en temas transversales del sector Automotor que permitiera, el fortalecimiento del mercado interno.

Datos y cifras estadísticas revelan que la industria automotriz en el año 2017 contribuyó con el 2.9% del PIB nacional y el 18.3% del manufacturero.

Que genera impactos en 157 actividades económicas del país, 84 corresponden a la industria manufacturera  y 73 a comercio y servicios.

En el panorama de crisis en el que se enfrenta, las bondades que el servicio automovilístico ofrece a los usuarios pasan a segundo plano y destaca que las mayores repercusiones son en el ámbito laboral y económico.

De acuerdo con un comunicado de la AMIA, la industria automotriz es esencial en cuanto a que es una gran fuente de empleo, atrae inversiones y potencializa el uso de tecnologías.

Además, proporciona apoyo para mantener los servicios de emergencia, así como los servicios básicos que requiere la sociedad, que incluye los vehículos que posibilita el acceso a alimentos, medicinas e insumos fundamentales para la vida diaria.

Esta industria también involucra a diversos sectores para la producción de los vehículos, lo cual incluye generar empleos dentro de diversas empresas, generando una derrama económica en 259 actividades diferentes más.

EXPORTACIÓN

En México se establecen empresas automotrices transnacionales que por la posición geográfica privilegiada, los costos competitivos de la mano de obra y por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá representan una garantía.

Aproximadamente un 80% de los autos que se producen en el país, son exportados a Canadá o a Estados Unidos, en su mayoría por lo que una disminución de la demanda o los controles que se tomen en cuestión de exportaciones, se convierten en un foco de atención.

Por eso las medidas sanitarias de precaución solicitadas en el acuerdo del Diario Oficial que las regulan, se consideraron necesarias para abatir la epidemia.

Lo que obligó a considerar la necesidad de que la industria automotriz estuviera preparada para las consecuencias que en la valoración realizada, dejó entrever una caída tanto del mercado interno, como del de exportaciones, sin precedentes en la historia de más de 90 años del sector en México.

Quedó establecido que al aparecer los primeros brotes en China, la industria en México se vio afectada por falta de insumos para que las armadoras pudieran trabajar.

Algunas empresas tuvieron que hacer paros de operaciones y en el traslado de producción y operaciones.

En esa lucha generada por la plaga que semiparalizó todas las actividades en la República Mexicana, surgió el tema laboral. La disposición oficial de que los salarios de todos los trabajadores se pagaran de manera íntegra se cumplió.

La dificultad fue para algunas empresas, pequeñas y medianas. Por ello adquirieron mayor importancia las acciones que tome el gobierno con respecto a los apoyos que solicita AMIA, pues resultarán cruciales para el desarrollo de la industria y el desarrollo de la recuperación de México.

Para tener un panorama de los alcances de este ramo industrial, debe considerarse que México figura como el octavo productor del mundo, el cuarto exportador, y uno de los nueve mayores captadores de Inversión Extranjera Directa (IED).

Entre 2007 y 2012 el sector terminal recibió 14,649 millones de dólares.

En ese mismo tenor se consideran las implicaciones del impacto en la oferta de empleos, ya que la Industria Automotriz ofrece más de medio millón de los empleos mejor remunerados de la manufactura.

México ofrece a las corporaciones internacionales del ramo una oportunidad para reducir costos laborales y de producción, lo que se traduce en que sea uno de los 10 principales destinos de la Inversión Extranjera Directa que permite fortalecer el sector manufacturero y exportador, liderado por industrias como la automotriz.

México ha pasado de ser un país de manufacturas intensivas en trabajo barato, a ser un país ensamblador calificado y especializado reconocido globalmente.

El crecimiento de la Industria Automotriz en México es de los más significativos del país en los últimos años, al grado de que se ha colocado como uno de los motores de la economía mexicana.

VENTAS DEPRIMIDAS

A raíz de la parálisis laboral, económica y financiera que enfrenta el país por la emergencia sanitaria es evidente que el ramo automotriz sufre la disminución de ventas.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) considera que el bajo rendimiento de la industria se debe al endeudamiento y a la baja capacidad de compra de los consumidores.

Lo que a la par, genera desconfianza por la inestabilidad laboral, la crisis económica y el estancamiento de la inversión extranjera. A lo que debe agregarse el subejercicio del gasto público y la poca generación de empleo.

Desde ese punto de vista se asume la venta de autos seguirá su comportamiento a la baja por un tiempo. Que la industria esté inmersa en una crisis temporal, adquiere rango de preocupación porque no se recuerdan números similares desde 2014.

Pero el contexto internacional también impacta en este sector industrial, por lo que debe tenerse en cuenta que durante lo que restra del año se espera una caída anual de las ventas de vehículos de aproximadamente 40% en Estados Unidos, el principal cliente de México.

Hecho que se traducirá en un desplome comercial y la capacidad industrial que México tiene no podrá ser colocada en esos mercados donde el poder adquisitivo sufre graves trastornos.

Inevitablemente tendrán que enfrentarse meses de reajuste. Las empresas van a tener que evaluar cómo siguen, con qué siguen y luego a esperar cómo va a responder el mercado.

Por tanto se considera que en cuanto la economía de Estados Unidos se reactive, el panorama será distinto.

Lo que significaría que  la industria automotriz mexicana pueda volver a ser una de las principales generadoras de divisas.

Daniel Hernández, Director General del Clúster Automotriz de Querétaro, sostiene que hay dos aspectos básicos que los industriales del sector deben considerar cuando el ciclo pandémico intenso comience a decrecer;

Todos los sectores deberían de estar trabajando fuertemente en generar las condiciones de salubridad en los sitios de trabajo. Creo que ese va a ser el principal gran reto que vamos a enfrentar como sociedad.

En el tema del distanciamiento social, los expertos dicen que al menos nos tomará un par de años volver a una actividad de contacto social como la que veníamos teniendo antes, eso implica grandes complejidades en los sitios de trabajo por la propia visión y perspectiva natural que había en los ciclos de negocios, porque se optimizaban los espacios de trabajo y se buscaba sacar el máximo provecho.

Ahora es un reto para los equipos de ingeniería industrial el reacondicionar de las plantas y también es un reto para las áreas de recursos humanos y de equipos médico el prevenir brotes de contagios dentro de los sitios de trabajo.

Expresa que las medidas para generar condiciones de salubridad en los sitios de trabajo no serán algo de corto plazo, por el contrario, dijo que dichas medidas van a durar bastante tiempo y de manera paulatina y escalonada se recuperará la relativa nueva normalidad.

El entrevistado puntualizó que el segundo aspecto se relaciona con todo un análisis económico-financiero que tendrán que hacer las empresas para determinar sus cargas de trabajo, nuevos turnos, líneas esenciales, así como la demanda que vayan generando los clientes.

Asimismo, definir los flujos del proceso que deben tener durante la producción por que ahora hay –por el tema de COVID-19– por lo menos dos metros de distancia entre colaboradores, asignar guardias de seguridad y servicio médico, implementar protocolos de sanidad en las fábricas y empresas, tener equipo de protección personal, el traslado de personal, así como implementar cambios de algunos materiales.

La industria automotriz tendrá que implementar logísticas emergentes para retomar el rumbo que ya registraba hasta antes de la pandemia por COVID-19.

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