Emprendedores que vayan más allá de sacar para los gastos diarios y se integren a la economía formal mediante sus propias iniciativas serán los que ayuden a revertir las altas tasas de sub empleo, el estancamiento en el empleo y fortalezcan el sector en el país.
Luego de la ola de despidos registrada durante el año a razón de la austeridad en el caso del gobierno y reajustes en la iniciativa privada, muchas personas tuvieron que o se decidieron a emprender sus propios negocios para resolver su ingreso inmediato. Sin embargo, la mayoría lo hizo en el terreno informal, lo que de poco sirve en términos de crecimiento económico, explicó Manuel Baltazar, director General de México Fiscal.
Consideró que ante el escenario de baja oferta laboral o en condiciones poco atractivas, los emprendedores serán una pieza clave para revertir las cifras a la baja y darle un respiro a la situación en el país.
“Se tienen que buscar alternativas para un mayor consumo local, necesitamos emprendedores reales y formales”, sostuvo.
Según datos recabados por Miguel Senderos, de Grupo Sega, especialistas en opciones digitales para negocios, 3 de cada 10 personas que emprenden un negocio en nuestro país lo hacen por necesidad, lo que encuadra en el escenario de muchos de los despedidos este año, tanto del gobierno como de la iniciativa privada, que iniciarán sus propias fuentes de ingreso ante la falta de oferta en el mercado laboral.
El 75% de las empresas creadas en esta modalidad cierran antes de terminar el segundo año, por lo que para muchos el trámite para formalizarse, en cuanto a costos y tiempo resulta incosteable y se mantienen en la informalidad. Otro dato relevante que Senderos compartió a través de sus redes sociales es que el 52% por ciento de los negocios son operados desde casa, sin oficina o en espacios coworking, lo que hace innecesarios gastos, pero a la vez reduce el flujo en la economía por concepto de transportación, renta de inmuebles e insumos básicos para la operación de empresas.
El perfil de los emprendedores en México es variado y no se centra únicamente en la población joven, ya que uno de cada tres emprendedores tiene entre 24 y 35 años, porción similar en la que se encuentran adultos mayores quienes buscan actividades productivas tras jubilarse, mientras que la tercera parte lo hace como una apuesta seria de negocios, generando empleos, pero al no ser formales, las subcontrataciones tampoco lo son.
Datos del Monitor Global de Emprendimiento 2018/2019, que elaboran Babson College y la London Business School, reconocen que a nivel Latinoamérica, en México hay un buen entorno para emprender, aunque los apoyos gubernamentales redujeron o desaparecieron, como fue el caso del Instituto Nacional del Emprendedor, que dejó de operar pese a ser un semillero de nuevas empresas nacionales, bajo el argumento de la “desburocratizar” la entrega de apoyos, la cual se realiza ahora a través de la Secretaría de Economía.
El marco legal para proteger a los emprendedores es también un área que se requiere regular, ya que son sujetos a malos tratos y por parte de otras empresas que los subcontratan. Por ello, la Asociación de Emprendedores de México presentó en el Senado la propuesta de Ley de Pago en 30 Días, que tiene el propósito de establecer un plazo de tiempo máximo para que las empresas reciban el pago por sus productos y servicios.
Entre los argumentos destacan la problemática de las pequeñas empresas por los plazos de 30, 60 y gasta 120 días, para el pago de sus productos y servicios, lo que genera problemas de liquidez al interior y detonan problemas operacionales y financieros.
Ante esto, la meta del gobierno deberá ser ofrecer las condiciones y mecanismos viables y alcanzables para que los negocios que nacieron de un proyecto emprendedor se conviertan en formales y al hacerlo tengan las mismas condiciones y protección que el resto que ya compite en el mercado, lo que ayudará a reactivar tanto la economía, como las cifras de empleo, reiteró Baltazar.
En entrevista para RS,explicó que las cifras de empleo dadas a conocer por el gobierno federal, basadas en los registros del IMSS, son imprecisas, pues en la realidad hay un estancamiento que no se expone oficialmente, pero sí se resiente en la sociedad.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, en junio pasado se registraron 4 mil 310 plazas de nueva creación, de las cuales mil 381 fueron permanentes y 2 mil 298 eventuales, lo que significó la cifra más baja desde mayor del 2015.
En total, el IMSS reporta 20 millones 368 mil 666 empleos, 86 por ciento permanentes y 14 por ciento eventuales, siendo los sectores: agropecuario, de comunicaciones y transportes, y de servicios empresariales, los que tuvieron un registro al alza.
Baltazar expuso que la inclusión de los participantes del programa Jóvenes Construyendo el Futuro en las bases de medición fue un error, ya que el IMSS consideró 742 mil 321 “nuevas plazas”, a los empleos pertenecen a los beneficiarios del programa del Gobierno Federal, pero éstos, aseguró, no pueden considerarse como empleos formales, aunque reciban seguridad social, ya que es el gobierno quien paga su salario y no forman parte de la plantilla de las empresas.
“Si quitáramos a los jóvenes del programa de las mediciones, habría una baja en el empleo en el país”, sostuvo.
Una de las propuestas del especialista para revertir el estancamiento en el empleo, es una reforma fiscal inmediata que contemple estímulos a las empresas que generen empleos formales.
“Es urgente una reforma fiscal, el gobierno debe replantear su política laboral”, indicó.
Otro de los puntos a atender es la subcontratación, donde los trabajadores pierden muchos derechos en empleos de poco tiempo y mucho desgaste.
Manuel Baltazar reconoció que la incertidumbre en materia política y económica, así como la inseguridad en las calles, ha frenado la generación de nuevas fuentes de empleo, que son necesarias ante la demanda de servicios en el país.
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