La pensión de Victor Flores alcanza para gustos excéntricos

Víctor Félix Flores Morales, secretario general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), cobra una pensión mensual de 37 mil 141 pesos que le alcanza para gustos excéntricos, como impulsar a atletas, boxeadores, equipos de basquetbol y campeonatos de fisicoculturismo.

El líder sindical apoya a la campeona mundial gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mariana La Barbie Juárez, quien siempre viste una playera con la insignia: STFRM.

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La Reina de los Ferrocarrileros, como la llaman los comentaristas de Televisa Deportes, se cuida de los golpes de sus contrincantes para no le peguen en su pecho, donde aparece la marca del sindicato ferrocarrilero.

Otros boxeadores respaldados por el líder sindical son los campeones mundiales Arely La Ametralladora Muciño, Nery Pantera Saguilán, Fernando Kochulito Montiel y Tomás Gusano Rojas.

El político priista también está detrás de la celebración de los Míster y Miss Ferrocarrilero, un evento de mucha actividad de músculo y belleza.

Ahí trabaja de la mano con la Federación Mexicana de Fisicoconstructivismo y Fitness para premiar el primer lugar por ser “mamado”, con una beca de un millón y medio de pesos que se da a los atletas para continuar en el camino del deporte en México.

Flores Morales fue electo secretario general en 1994 y desde entonces ha sido reelecto para dirigir el sindicato de 18 mil trabajadores. La última ocasión fue en agosto de 2018 y esta gestión concluirá en 2024.

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La pensión de Flores Morales, quien es contador público oriundo de Veracruz, no es de las más altas y mejor pagadas por el Fideicomiso Ferronalesjub 5012-6, que es administrado por Nacional Financiera (Nafinsa), según documentos a los que tuvo acceso Reivindicación Sindical (RS).

Hay 33 ex trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales) que reciben una pensión superior a los 37 mil pesos que percibe Flores, quien también fue diputado y senador del PRI.

Tal es el caso de Héctor García Fierro, con una pensión de 84 mil pesos 809 y de Vicente Ortega Álvarez, con una jubilación de 84 mil 102 pesos. También hay empleados que cobran 51.16 pesos al día: ellos son Ramón Lira López, Humberto Pena Torero y Modesto Aramburo Osuna, que cobran una pensión de mil 535 pesos al mes.

De esos jubilados no se conoce algún gusto deportivo ni tampoco posan con famosos boxeadores y mucho menos salen en la televisión y en videos de redes sociales presumiendo que impulsan el deporte.

Ferrocarrileros siempre han apoyado el deporte

En 1908 se fundó la que fue la empresa estatal más importante del ramo ferrocarrilero: Ferrocarriles Nacionales de México, conocida por sus siglas FNM o Ferronales.

Tras el estallido de la Revolución Mexicana, y en un intento por restablecer el servicio ferroviario en franco deterioro, Venustiano Carranza decretó que a partir del 4 de diciembre de 1914 entraría en vigor un organismo llamado Dirección General de Ferrocarriles Constitucionalistas.

Lázaro Cárdenas decretó en 1937 la expropiación de Ferronales  y en 1938 la creación de la Administración Obrera de Ferrocarriles Nacionales de México, con la que brindaba a los obreros el control de la empresa. Este último decreto se derogó en 1941 para dar paso a la creación de Ferrocarriles Nacionales de México como empresa del gobierno.

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Hasta 1977, Ferronales era la principal empresa ferrocarrilera en México y competía con Ferrocarril del Pacífico, Ferrocarriles Unidos del Sureste, Ferrocarril Chihuahua al Pacífico y Ferrocarril Sonora-Baja California.

La dirección de esas cinco empresas pasó a manos del director de Ferronales, luego de un decreto realizado por José López Portillo el 17 de enero de ese año.

Durante el sexenio de Ernesto Zedillo debido al deterioro de gran parte de la red ferroviaria y a la falta de recursos económicos por parte del Estado para ocuparse de ella: El 2 de marzo de 1995 se reformó el artículo 28 constitucional dejando de ser parte de las “áreas estratégicas”, en las que la participación del Estado es exclusiva.

Tras esa reforma, se promulgó la nueva Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario el 12 de mayo de 1995, en la que se determinaron las condiciones en las que se otorgarán las concesiones ferrocarrileras y el carácter de los candidatos a concesionarios.

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Como consecuencia de estas transformaciones, reformas y nuevos decretos, los ferrocarriles mexicanos se privatizaron, así como se brindaron a diversas empresas privadas, algunas con capital estadounidense, concesiones de hasta por 50 años. Todos estos permisos puede ser renovados.

Entre 1997 y 1999 se dejó de brindar el servicio de transporte de pasajeros —salvo el caso de algunos recorridos turísticos—, cerrándose así diversas terminales, como la de Buenavista y quedando bajo el control de Ferronales solamente el transporte de carga en aquellas rutas que no habían sido concesionadas. Esta última empresa cerró sus operaciones en 1998 y su extinción, así como la derogación de su ley orgánica, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación el 4 de junio de 2001.

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