Los trabajadores del ISSSTE cuidan la salud de millones de mexicanos
En su mayoría empleados sindicalizados dan su mejor esfuerzo para atender a más de 10 millones de derechohabientes en el país, ofreciendo además de los servicios médicos y hospitalarios guarderías y otorgamiento de créditos personales y de vivienda
Creado con la finalidad de ocuparse de la salud de la burocracia sindicalizada del gobierno federal, el ISSSTE no podría atender anualmente a los más de 10 millones de derechohabientes si no fuera por sus trabajadores, donde radica su valioso capital humano.
Y es que el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado no brinda atención únicamente a los trabajadores sindicalizados sino además a sus familias. De ahí que la calidad en el servicio y buen trato dependa de su personal por la creciente demanda en el servicio.
Para que el lector tenga una idea de la magnitud de esta demanda, basta decir que durante 2016 el ISSSTE ofreció 24 millones de consultas, poniendo a trabajar un engranaje administrativo donde participan en igualdad de importancia trabajadoras sociales, secretarias, enfermeras y doctores.
Todos ellos profesionistas sindicalizados que, a fin de cuentas, atienden a sus propios compañeros burócratas. Esta carga de trabajo que supone llevar al límite diario las capacidades del personal de base es solventada por la entrega de un personal que ha aprendido a estar de buen ánimo pese a las carencias y adversidades presupuestales.
Anualmente, los trabajadores del instituto brindan servicio a un 56% de pacientes mujeres y un 44% de hombres; además, en sus quirófanos se practican unas 275 mil cirugías lo que promedia al día entre 900 y mil procedimientos quirúrgicos.
Pero el ISSSTE no es sólo un mundo de clínicas, hospitales y laboratorios, además, en sus estancias infantiles proporciona cuidados a 35 mil niños y en sus oficinas administrativas se brindan otros servicios como el otorgamiento de créditos personales, de casa habitación y hasta servicio turísticos.
Por eso, la calidez y calidad de sus trabajadores es la base fundamental de una buena atención a los burócratas sindicalizados, en todos los sentidos. Una labor de primerísima importancia.