Trabajar en casa es más estresante que ir a la oficina
La pandemia cambió las formas de trabajo, e incrementó el estrés entre los empleados
Antonio López es contador y todo iba bien en su carrera profesional hasta que comenzaron los recortes de personal por la pandemia y desde hace dos años vive con el terror de ser despedido.
“Dos veces a la semana voy a la oficina y tres trabajo desde casa, lo cual tampoco me hace muy feliz por los problemas que tengo para realizar mis labores mediante internet. Además, la comunicación con mi jefe es más difícil porque se volvió más exigente. Todo esto ha repercutido en mi estado de ánimo. Duermo poco, me duele la cabeza y me siento devaluado”, dice.
Julieta Vázquez tiene una hija y es asistente en un despacho de abogados. Desde 2020 labora desde casa y aunque ahora está más cerca para atender a su niña, siente que la carga de trabajo se ha multiplicado.
Ambos casos sobre muestra del deterioro de la salud emocional y mental de millones de trabajadores que pasaron a trabajar en casa con la pandemia
Aun antes de la crisis sanitaria, el estrés laboral crónico era un problema que afectaba a 75% de la población ocupada en México, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El estrés entre los trabajadores ya existía asociado a diferentes factores como el tiempo de traslado de la casa a la oficina, o por no contar con un empleo estable con un salario suficiente para cubrir sus necesidades y las de su familia”, explica Ivonne Vargas, integrante del Board Latam en The Workforce Institute.
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