El Estado Fallido: Las paradojas del Día Internacional del Trabajo
El 1 de mayo no es un día de celebraciñon, pues estamos muy lejos de donde deberíamos estar en materia laboral
En casi todo el mundo se conmemoró el domingo el primero de mayo el Dia Internacional del Trabajo. Muchos lo confunden como una celebración, un festejo para los que trabajan, y ello es un gran error.
Similar al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, éste no es un día para felicitar como tal, sino para reconocer la lucha de cientos de miles de trabajadores que, con su vida, pelearon por sus derechos en los albores del siglo pasado.
Esta lucha, en contra del trabajo forzado, buscando condiciones de seguridad y salud, salarios dignos y descanso genera las bases sobre las cuales se fundamenta la lucha sindical garantista en el mundo.
Sin embargo, cuando nos miramos como país en el espejo, nos damos cuenta que si bien no es un día para celebrar, tampoco es para conmemorar mucho: estamos muy lejos de donde deberíamos estar.
Las cifras recientes del Inegi (2022) hablan de un 93% de la población económicamente activa como “población trabajadora” (que no significa empleada). Sobre ello hay una brecha de empleabilidad de las mujeres que es 20% inferior a la de los hombres.
Por otra parte, solo el 42% de los empleados señalan recibir las prestaciones de ley, y 16% indica que se les pagaron todos sus derechos indemnizatorios al momento de un despido sin causa.
Lee la nota completa en El Economista