Investigaciones especiales

Ausentismo laboral; azotan contagios

Ómicron ha golpeado a la planta laboral en México al repuntar el ausentismo y las incapacidades.

La planta productiva del país se está viendo seriamente afectada por el insólito ritmo de contagios de la variante Ómicron en la población, lo que agravaría el desempeño pronosticado para la economía nacional para el primer trimestre de este año 2022.

Tan sólo en la segunda semana del año, 92 mil 967 trabajadores solicitaron incapacidad en medio de la cuarta ola de contagios de COVID-19 en el país, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su reporte semanal de Incapacidades Temporales de Trabajo (ITT).

Este es el mayor número de ITT reportadas en una semana en toda la historia del Instituto, superando por 11 mil al anterior récord registrado en la semana 32 de 2021 y un incremento del 460% respecto a las semanas previas.

Pero a diferencia de otras olas de contagios por el coronavirus, el rápido ritmo de contagio está convirtiendo los contagios individuales en contagio prácticamente de las empresas, pues éstas se ven en la necesidad  de limitar su capacidad  productiva ante la falta de trabajadores enfermos o el ausentismo de otros más.

Del 10 de enero a la fecha, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha otorgado más de 171 mil autorizaciones del Permiso COVID, a través de la aplicación IMSS Digital o en línea, a los trabajadores registrados ante el Instituto que presentan síntomas respiratorios.

Este trámite está dirigido a trabajadoras y trabajadores asegurados ante la institución de manera directa como titulares, y se otorga en una sola ocasión y hasta por siete días.

Si la o el trabajador requiere de más tiempo, la recomendación es que acuda con su médico familiar para que se le practique un examen médico y se defina la conducta terapéutica a seguir.

Con el Permiso COVID el trabajador obtiene su incapacidad y el pago correspondiente en su cuenta bancaria, de manera fácil, rápida y sin necesidad de realizar traslados para cobrar el subsidio, lo cual ayuda a romper las cadenas de transmisión del virus y cumplir con el resguardo domiciliario.

De igual forma, es importante que los empleadores de México reconozcan el Permiso COVID, ya que los efectos legales y administrativos son equiparables a una incapacidad temporal para el trabajo.

Armando Zúñiga, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) estimó en un 6% de ausentismo  que pega más en las pequeñas y medianas empresas, las que tienen muy pocos trabajadores y  también afecta en general a todas las empresas.

No obstante que se espera que el ritmo de contagios de Ómicron baje, el director de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mauricio Hernández, explicó en Twitter que aun cuando la ola se reduzca, se espera un incremento de 749 mil incapacidades más que en 2021 para llegar a los 1.5 millones de permisos durante el primer semestre del año.

El costo financiero para el organismo de seguridad social sería de mil 215 millones de pesos, menor en 55 millones de pesos que en el mismo periodo de 2021, ya que a pesar de ser casi el doble de incapacidades esperadas sólo se financiará la mitad de días por cada una.

Ómicron ha duplicado el ausentismo laboral en México. Sucursales  bancarias cerradas, oficinas desiertas, hoteles sin personal y un acentuado incremento den el denominado house office.

El IMSS otorgó más de 600.000 incapacidades a trabajadores por COVID-19 durante las tres primeras semanas de enero, el doble respecto al mismo periodo del 2021

La escala de contagios de coronavirus de las últimas semanas ha provocado un problema colateral: el ausentismo laboral. Durante las tres primeras semanas del año, el IMSS autorizó más de 600.000 incapacidades a trabajadores enfermos de la variante ómicron, lo que supone el doble de los registros que se emitieron en enero del año pasado, según los datos de la dirección de Prestaciones Económicas y Sociales del IMSS.

El 52% de las incapacidades han sido para hombres y 48% para mujeres. El grupo de edad en el que ha habido más contagios es el de 20 a 29 años y los sectores económicos más afectados por el ausentismo laboral derivado de la pandemia han sido el turismo, servicios y salud.

Mientras de marzo de 2020 a diciembre pasado el IMSS otorgó 200 mil incapacidades temporales, en dos semanas del mes de enero iban 171 mil permisos a trabajadores

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¿A LA BAJA?

Hugo López Gatell, subsecretario de Salud, ha manifestado que la 4ª ola de la pandemia ha registrado un 31 por ciento de la baja. Sin embargo, existen evidencias que lo contradicen.

El ausentismo se ha convertido en un nuevo riesgo para el funcionamiento de las empresas no sólo por aquellos que se niegan a trabajar hasta que pase el pico de contagios, sino por aquellos que tienen que quedarse en casa para atender un contagio dentro de su hogar, en ocasiones de los niños, el único sector de la población al que el gobierno no ha vacunado.

El fenómeno del ausentismo y el repunte de incapacidades no sólo se ha dado en la Ciudad de México, sino en varios de los estados que están sufriendo el mayor azote de Ómicron. Hasta el 7 de enero de 2022 los estados con incrementos mayores al 300% en la cantidad de ITT fueron Colima, Durango, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas.

En la región manufacturera de La Laguna, entre los estados de Durango y Coahuila, el presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP), José Luis Hotema de Santiago, advirtió que con el incremento en el trámite de incapacidades laborales por contagio, la productividad de las empresas de la región está cayendo de 20% a 30%.

Llama la atención especialmente el estado de Querétaro, una de las entidades con mayor número de casos activos en el país en donde el ausentismo laboral, además de las incapacidades, alcanza el 25% de la plantilla de 54 mil trabajadores de los negocios afiliados a la sección estatal la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope).

Otro punto que es de llamar la atención, es que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) actualizaron su alerta de viaje por COVID para México, recomendando no visitar nuestro país.

Los centros destacaron el riesgo de infectarse con el virus SARS-CoV-2 durante viajes a México incluso si los visitantes cuentan con su esquema completo de vacunación.

En diciembre pasado los CDC habían puesto a México en el nivel 3 de sus alertas de viaje por COVID. La institución maneja una escala de cuatro niveles, donde el 1 es riesgo bajo y el 4 representa un riesgo máximo, por lo que se pide no viajar a esos países o territorios.

En caso de que el viaje sea necesarios, los centros piden a los ciudadanos estadounidenses seguir todas las recomendaciones y disposiciones contra el COVID-19 en nuestro país.

La Secretaría de Salud ya inició la aplicación de refuerzos de vacunas COVID para personas de 40 años en adelante, sigue existiendo una ‘resistencia’ a inocular contra el virus SARS-CoV-2 a niñas, niños y adolescentes sanas.

La actualización se da en medio de la ola Ómicron en México, que ha llevado a registrar números récord de contagios y las cifras de fallecimientos más altas desde octubre.

¿Y LOS INFORMALES?

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2021 cerró con una baja en el ritmo de actividad económica.

El nuevo repunte de incapacidades se vio impulsado no solamente por el alto número de contagios, sino por activación del llamado permiso COVID 3.0, que es una versión más flexible del permiso.

La Secretaría de Salud establece que el permiso 3.0 tiene una duración de 7 días, o 5 si el trabajador es asintomático, en comparación con las olas anteriores cuando la recomendación sanitaria era permanecer en aislamiento durante 14 días con síntomas o no.

En diciembre, esta alerta estaba en el nivel 3, que se designa cuando un país tiene un nivel alto de circulación del virus SARS-CoV-2.

Más 35 millones de trabajadores en México no cuentan con acceso a instituciones de salud y seguridad social y, por lo tanto, tampoco tienen acceso a una incapacidad laboral.

Cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) establecen que el 61% de la fuerza laboral de nuestro país no tiene acceso a una institución de salud, eso significa que en caso de enfermarse o sufrir un accidente de trabajo se quedan sin un ingreso seguro por el tiempo que necesiten ausentarse de las actividades.

Este universo de personas no tienen derecho a una incapacidad para incapacitarse al verse afectados por la pandemia.

Por el contrario en las primeras tres semanas del año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha tramitado más de 600,000 incapacidades por COVID-19.

Mientras que la atención médica y licencias por COVID-19, se catalogan como un lujo para 35 millones de trabajadores, el 61% de la fuerza laboral de nuestro país no cuenta con acceso a instituciones de salud como beneficio laboral y, por lo tanto, no tiene garantizada una incapacidad que le permita ausentarse de su trabajo para cuidarse en caso de enfermedad.

Desde la aparición de la pandemia se consideró el aislamiento como una medida preventiva pero la medida derivó en la implicación de no trabajar y por tanto carecer de ingresos.

Al no contar con servicios médicos, ni otras prestaciones sociales, se genera una mayor vulnerabilidad.

Es cierto que la informalidad ha sido una alternativa ante la falta de oportunidades laborales por el cierre de empresas, despidos, recorte de horarios pero son ocupaciones con ingresos inseguros y  sin prestaciones de ley.

El año 2021 cerró con la cantidad más alta de trabajadores informales, pero la cifra se ha elevado con seria afectación al mercado laboral.

Una cifra comparativa que ilustra la realidad, es el reporte 1.1 millones de ocupados en la informalidad por arriba de su nivel previo al impacto de la pandemia, en contraste con el crecimiento de 68,446 puestos de trabajo en la formalidad.

A la falta de acceso a prestaciones como una incapacidad laboral se torna, tiene que añadirse que la informalidad abarcan las actividades con más trabajadores expuestos al contagio.

Se registra mayor informalidad en actividades como el comercio ambulante, restaurantes, servicios de alojamiento, entrega de comida rápida y otras actividades donde la vulnerabilidad es creciente.

En México la población ocupada abarca a 56.9 millones de personas, el 62% se encuentra en el sector de servicios, en actividades que suelen requerir de más trabajo presencial y con tareas donde se tiene más interacción con otras personas.

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RIESGOS ATEMORIZANTES

De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC Mundial, actualmente el 40% de los profesionistas siente temor a contagiarse de COVID-19 en su centro de trabajo. En la primera semana del año era 29% la proporción de trabajadores que manifestaba este temor.

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), prevé que el nivel de ausentismo laboral impactará el desempeño económico del primer trimestre del año.

Habrá un impacto considerable que ya se padece en la industria, la cancelación de miles de vuelos por la afectación a las líneas aéreas en  México y Estados Unidos.

En una encuesta de bolsa de trabajo vía internet, OCC Mundial, indicó 47% de los trabajadores mencionó que en sus lugares de trabajo les otorgan días de permiso con goce de sueldo en caso de contagio, mientras que 34% comentó que las empresas solicitan la incapacidad correspondiente que otorga el IMSS.

Diversos sectores económicos solicitan el certificado de vacunación COVID-19 a sus colaboradores para incorporarse a sus actividades. La OCC Mundial, revela que 73% de los mexicanos están de acuerdo en que empresas  exijan el documento, mientras que 27% opinó que no debe ser un requisito y cree que esta acción puede llegar a ser un tema de discriminación.

Ante la nueva ola de contagios, el análisis de la organización precisa que el indicador de personas que temen contagiarse en su lugar de trabajo llega a 40 por ciento.

La Asociación de Hoteles de Los Cabos, Baja California Sur, considera un 10% de sus empleados están enfermos, lo que supone unos 3.500 trabajadores.

Con los niveles de ocupación de más del 70% el personal activo ha doblado turnos o se ha recurrido a la contratación temporal.

Las líneas aéreas comerciales han padecido los estragos de la pandemia. Aeroméxico ha cancelado vuelos por el diagnóstico positivo de 140 sobrecargos y 75 pilotos.

El sector turístico no es la excepción, sino uno de los más afectados por la cuarta ola de la pandemia. Restaurantes, centros de entretenimiento y servicios financieros también han tenido que tomar medidas por la falta de personal para operar.

Un ejemplo que 62 sucursales del banco HSBC —13 de ellas en Ciudad de México— se vieron obligadas a cerrar temporalmente.

José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), estima que entre un 10 a un 15% del ausentismo laboral actual ha sido provocado por COVID-19.

No obstante la recomendación de extremar precauciones son múltiples las empresas que mantienen su esquema presencial en México.

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