En busca de una vejez digna
Legisladores buscan hacer obligatorio el ahorro para el retiro en trabajadores formales e informales
Para muchas personas en México, el aumento en la expectativa de vida se ha reflejado en una vejez con muchas carencias tanto en la salud como en los ingresos para sobrevivir.
Cada vez son menos las personas que viven con una pensión por jubilación que les permite tener una vida cómoda, sin preocupaciones e incluso hasta con algunos lujos, ya que la mayoría requiere de un ingreso adicional, sin prestaciones, tal vez informal, recibir el apoyo o sustento todal de familiares debido que los esquemas de retiro no les fueron favorables.
A este escenario se le suma la advertencia del gobierno sobre la insostenibilidad del sistema de pensiones y su impacto en las finanzas del país, por lo que el llamado Grupo de Transición Hacendaria integrado por ocho organizaciones de la sociedad civil y ocho legisladores de diferentes partidos propusieron una reforma al Sistema Universal de Pensiones en la que destacan la urgencia de atender el tema.
El trabajo inició en la Legislatura LXIII del Congreso de la Unión y continuará en la recién constituída LXIV quien tendrá la tarea de impulsar la principal propuesta que busca establecer un esquema obligatorio para que empleados formales e informales aporten para su retiro y para todos haya una jubilación digna,
Para sumar a la bolsa de pensiones, proponen al gobierno un IVA generalizado del 16 por ciento a alimentos y medicinas que hasta el momento tienen tasa cero.
El ahora ex diputado, Alfonso Ramírez Cuellar, quien fungió como presidente del Grupo de Transición Hacendaria en la anterior legislatura, expuso en su momento que el sistema de pensiones en México es una “bomba de tiempo” ya que requiere 1.2 billones de pesos anuales para solventar los pagos a jubilados, lo que representa toda la recaudación del IVA y cada año, entre la inflación y el engrosamiento de las filas de pensionados, se eleva el gasto y no hay ingresos nuevos.
Tales propuestas se suman a una serie de cinco documentos en los que alertan sobre los requerimientos de gasto, la atención a la salud, educación, sistema de cuidados y la creación del Instituto de Estudios para la Hacienda Pública que desde el legislativo apoye al gobierno en la captación correcta de ingresos y su distribución con un enfoque de equidad.
¿Cómo nos jubilamos en México?
La popular frase mexicana “depende el sapo, la pedrada” es la que mejor representa los esquemas de jubilación en el país. Si una persona fue un trabajador en una empresa consolidada que pagó de manera puntual las cuotas y aportaciones al IMSS e Infonavit, o que ofreció sus servicios en el gobierno iniciando como máximo en los años ochentas con las aportaciones requeridas por el ISSSTE, la pensión que reciban la pagará el Estado con dichos recursos, con montos similares al último salario que recibieron, con los incrementos de inflación correspondientes y hasta con algunas bonificaciones. El ideal de todos.
Quienes trabajan actualmente de manera formal, las posibilidades de jubilación de dividen de la siguiente manera: los que iniciaron a trabajar hasta antes del 1 de julio de 1997 a quienes ampara la “Ley de 1973”; y el resto que bajo la “Ley de 1997” tienen que construir su propia jubilación a través de las aportaciones propias, patronales y voluntarias que se acumulan para que al cumplir 65 años o las mil 250 semanas cotizadas ante el IMSS.
Los recursos los administran las Afores, cada empleado tiene el derecho de elegir la suya, y con el paso de los años se ofrecen (supuestamente) rendimientos que elevan el saldo al final, solo que en términos reales las comisiones, depreciación e impactos inflacionarios no representan un aumento considerable en el saldo final.
“Las Afores tienen muchos esquemas para el manejo de los recursos, los trabajadores desconocen del tema, se van con la que insiste más, con la que llevó su publicidad al trabajo o con la que tenía convenio con la empresa y los afilió a todos. Para el trabajador el dinero en la Afore lo ven moverse pero poco entienden de qué se trata lo cual es lamentable porque al momento del retiro es impresionante el desconocimiento en su operación y se dicen defraudados”, explicó Raúl Ocampo, financiero y especialista en sistemas de pensiones.
Otro drama es el que viven quienes no tuvieron la oportunidad de trabajar o alcanzar puestos estables en empresas serias que pagaran sus prestaciones al IMSS de manera regular, o quienes se dedicaron al autoempleo formal e informal, para ellos no hay nada, dejan de trabajar y dejan de recibir ingresos, lo que los lleva a extender su vida laboral al máximo, sin la capacidad física, mental y emocional para hacerlo, víctimas de abusos de sus patrones y aún así, siguen sin nada asegurado.
Para ellos, las Afores sugieren el ahorro voluntario que consiste en pagar de manera directa a su fondo de retiro cantidades periódicas que incrementen el saldo final y tener su jubilación.
“Pocos lo hacen porque no hay educación financiera en México, no hay cultura del ahorro, hay desconfianza en las Afores y es lógico porque las experiencias malas son las que se viralizan, pero no las buenas. Una realidad es que la situación en el país, agravada por la pandemia por Covid19, dejó a muchas personas con ingresos apenas para sobrevivir, por lo que ahorrar para una jubilación que ven muy lejana es algo que no hacen, ni harán. El problema vendrá cuando estén en una edad que les impida generar ingresos y no haya nada que los respalde”, detalló en entrevista para RS Sindical.
Para asesores financieros, el tema del retiro es una ilusión en la gente, con ideales poco alcanzables como viajar por el mundo, comer en los mejores restaurantes o comprarse el auto se sus sueños.
“Hay quienes sí logran cumplir todas sus metas, pero pocos piensan objetivamente en qué comerán y vestirán en esos días si tener que ir al trabajo, peor aún, qué harán si tienen una emergencia médica, si no tienen seguridad social ni seguro de gastos médicos contratados, esa fue la dura realidad de muchos adultos mayores durante la primera ola por Covid-19 y a muchos les costó la vida”, explicó Sonia Ferreiro, asesora financiera independiente.
Explicó que en el gremio se enfrentaron a peticiones de protección de emergencia para la atención de adultos mayores contagiados por coronavirus que no tenían dinero para pagar un hospital privado o las deudas de éste ya habían superado lo posible de pagar.
Ferreiro explicó que entre los servicios financieros más difíciles de colocar entre la población está el relacionado con el retiro, la gente lo ve lejos, les pesa en sus finanzas diarias designar un porcentaje en ahorrar para un futuro, mientras su presente es más complejo.
Reconoció que los mensaje de “ahorra ahora para vivir libre después” no merman en la población objetivo que es la joven en quienes se puede inculcar el hábito del ahorro y con el paso de las décadas se concentre tal cantidad de dinero que con un buen manejo y rendimientos les generaría un buen saldo para la vejez.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) ha tratado de permear en la población el mensaje de que al preparar la jubilación es posible alcanzar estabilidad financiera al retiro teniendo claro lo que requieren para esa etapa de la vida, planificar con acciones medibles el ahorro, establecerse metas realistas y con plazos fijos para no desistir.
Cambios en la disposición del ahorro
Aquellos que decidan ahorrar voluntariamente o quienes forman parte del régimen 97, el que solo recibirán de jubilación lo que aportaron durante su vida laboral, se enfrentarán a otro tope al momento de cerrar su ciclo productivo, el cual consiste en la forma en que recibirán su dinero y su respectiva administración.
La Consar explica que de inicio deberán tener un mínimo de semanas de cotización, las cuales van de 750 a mil 250 según el momento dadas las modificaciones paulatinas anunciadas en el actual gobierno.
Para la pensión por vejez o cesantía existen tres modalidades: la renta vitalicia en la que el dinero se le entrega a una aseguradora y ellos administran los pagos a la persona de manera periódica; otro es el retiro programado del que se encarga la Afore bajo reglas de pago en plazos establecidos y la pensión mínima garantizada de la que se hace cargo el gobierno y que asciende a 4 mil 345 pesos.
La propuesta del Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria contempla elevar la edad de retiro, que no sea a los 60 o 65 años, sino al menos una década más lo que permitirá un mayor ahorro, más tiempo en la vida productiva del país, de lo contrario, advierten un colapso para el año 2024 dadas las condiciones económicas actuales.
Al respecto, el estudio “Vejez y pensiones en México”, elaborado en el sexenio pasado por la Secretaría de Gobernación, la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro A.C., el Consejo Nacional de Población, el Instituto Nacional de Geriatría y el Fondo de Población de las Naciones Unidas exhibió que los adultos mayores, pese a tener la edad para jubilarse continúan activos.
Precisa que el 41 por ciento de la población en edad de retiro continúa trabajando y aunque algunas de estas personas lo hacen para mantenerse activas (16%), la mayoría (83%) trabaja porque necesita un ingreso. Los trabajos que desempeñan se centran en la informalidad, trabajo doméstico, agricultura o elaboración de artesanías.
Quienes no logran ser autosuficientes en esa etapa de vida dependen de apoyos familiares que no siempre son regulares en tiempo y monto lo que impacta, según el estudio, en el estado de ánimo ya que la autonomía económica está relacionada con mejores niveles de autoestima y por ello son comunes cuadros de tristeza, preocupación, pena y hasta vergüenza.
RFC para jóvenes
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció que buscará que a partir del próximo año todos los que cumplan 18 años sean obligados a tramitar su Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
Raquel Buenrostro, titular de la dependencia explicó que la medida busca evitar el robo de identidad por parte de las empresas llamadas factureras, sin embargo, también pretende ingresar a la población en las filas de la formalidad en sus ingresos.
“Si un estudiante tiene un trabajo temporal y le pagan y después le dejan de pagar, él podrá acceder desde su teléfono al portal del SAT y decir que está suspendido. No pasa nada y desaparecen las obligaciones fiscales”, aclaró la funcionaria ante diputados federales a quienes presentó la propuesta.
La propuesta del gobierno para que todos los jóvenes mexicanos al cumplir 18 años de edad sean registrados como contribuyentes tiene como finalidad integrar a la dinámica de fiscalización sus actividades productivas, sin importar el nivel, pero también integrarlos a los sistemas de ahorro para el retiro.