Investigaciones especiales

Salario igualitario se consolida en favor de las mujeres

Consejo Coordinador Empresarial dispuesto a reducir la brecha de salario entre hombres y mujeres

Tras una misma jornada de trabajo de ocho horas al día, con las mismas actividades, esfuerzo físico, mental y producción similar, en México un hombre recibe mejor salario que una mujer.

Los criterios de asignación salarial están en manos de las empresas que dependiendo de la política de equidad que manejan darán a la mujer su lugar como fuerza productiva, aunque en la mayoría de los casos privilegia de manera sistemática a los hombres.

El estudio sobre Discriminación Estructural y Desigualdad Social elaborado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en el 2017, alertaba que en nuestro país los hombres ganan en promedio 34.2 por ciento más que las mujeres, situación que no ha cambiado al año 2021 y según la entidad del país donde se mida el énfasis es mayor o menor, pero en todos existen diferencias radicales.

Ante esta problemática, el Senado de la República intervino en el tema y aprobó diversas reformas a la ley que pretenden garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, combatiendo así la violencia económica que significa la percepción de un salario menor por trabajo igual dentro de un mismo centro laboral.

El nuevo marco legal establece que los salarios que ofrezcan instituciones públicas, privadas y sociales a sus trabajadores “se tendrán que fijar con base en criterios objetivos, en términos de lo establecido en la Constitución y los tratados o convenios internacionales en la materia, considerando los conocimientos profesionales, la destreza y las aptitudes para las relaciones interpersonales”, según señala el dictamen aprobado por unanimidad el pasado 11 de marzo.

Para materializar las medidas la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) deberá crear el Sistema Público de Monitoreo de Prácticas Salariales y Normas del Trabajo para monitorear el tema de la brecha salarial.

Ante este organismo los empleadores deberán tramitar un Certificado de Igualdad Laboral de Género y No Discriminación para acreditar que cuentan con prácticas de igualdad de género y no discriminación y tendrán que erradicar de sus procesos de selección el “preguntar el historial salarial” y deberán identificar y hacer del conocimiento de las autoridades e instancias correspondientes posibles acciones u omisiones que afecten el principio de igualdad salarial.

Además, prohíbe toda compensación o práctica que incida en las percepciones económicas de la persona trabajadora, originada por razones de género, étnica, de edad, cultural o cualquier motivo discriminatorio.

Castiga también la oferta de trabajos con cualquier tipo de discriminación o lenguaje sexista tales como “solo señoritas”, “exclusivo para hombres”, entre otras frases comunes en los avisos.

El tema empezó a tomar fuerza en la Cámara Alta desde finales del año pasado cuando la senadora Rocío Abreu del partido Morena, presentó una iniciativa de adición al artículo 86 de la Ley Federal del Trabajo.

“No olvidemos que las mujeres y hombres somos iguales ante la ley, a trabajo igual salario igual, no más discriminación solo por el hecho de ser mujeres”, argumentó y expuso que cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), revelan que en México un hombre actualmente gana 11 por ciento más que una mujer en igual posición.

En su propuesta inicial planteó que las empresas con más de 50 trabajadores sean sometidas a una verificación por parte de las autoridades laborales para asegurar el cumplimiento del principio de igualdad salarial entre géneros establecidos en la Constitución.

Unos meses después, se materializó la iniciativa, la cual fue reconocida por todas las bancadas. El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, destacó la relevancia del dictamen como una medida para erradicar del sistema jurídico mexicano la discriminación salarial contra las mujeres.

Aunque aplaudió las reformas aprobadas, reconoció que queda pendiente el diseño, implementación, ejecución y evaluación de medidas para fortalecer el acceso de las mujeres al empleo y la aplicación efectiva del principio de igualdad de trato y no discriminación en las condiciones de trabajo entre mujeres y hombres.

El senador, líder sindical y presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, Napoleón Gómez Urrutia dijo que las reformas buscan corregir vicios y deformaciones, para alcanzar la justicia laboral y el respeto completo e íntegro a los derechos humanos de la población femenina.

Por su parte, la senadora Mayuli Latifa Martínez Simón, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos, Primera, aseguró que la reforma dará un giro laboral en México a favor de una verdadera igualdad laboral, mientras que la panista Kenia López, dijo que la modificación a 13 leyes para cerrar el paso a la desigualdad ayudará a evitar que tal como sucede hoy en día “las mujeres trabajamos y pagamos impuestos, pero ganamos hasta 30 por ciento menos que los hombres”.

La senadora de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, señaló que la reforma no busca privilegios, sino dar valor al trabajo de las mujeres, el cual, es desvalorizado en términos salariales y de prestaciones. Todos los partidos políticos estuvieron a favor de la medida.

La iniciativa con proyecto de decreto modifica las leyes generales de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; de Transparencia y Acceso a la Información Pública; para la Igualdad entre Mujeres y Hombres; la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, la Ley del Seguro Social, y la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal.

Así como las leyes federales de los Trabajadores al Servicio del Estado; de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de Remuneraciones de los Servidores Públicos; del Trabajo; para Prevenir y Eliminar la Discriminación; la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación

Qué dicen los patrones

La Confederación Patronal de la República Mexicana, Coparmex, no emitió postura respecto a las reformas que los obligarán a modificar dentro de las empresas la asignación de salarios.

En tanto, el Consejo Coordinador Empresarial emitió un comunicado garantizando que sensibilizarán al empresariado mexicano para definir acciones concretas para la inclusión laboral y económica de las mujeres.

Carlos Salazar, presidente del CCE, dijo que el problema de inclusión de las mujeres en el ámbito laboral es global y a partir de diagnósticos sobre la situación identificaron que en México los retos son aún mayores por los antecedentes socioculturales por lo que se debe dejar de perpetuar los roles de género desde que se educa a los hijos, atajándolo de raíz y respetar siempre la equidad de género.

Urgió al empresariado mexicano transformar su visión hacia la equidad dada la trascendencia y peso que tiene el tema en la sociedad actual, no solo de México sino del mundo entero.

“Debemos encontrar la forma de cómo incluir, respetar, orientar y ayudar a siempre a las mujeres para que se integren a la vida laboral y económica, pero 100 por ciento a una cultura distinta donde la mujer siempre sea valorada y respetada como ser humano pero sobretodo por las labores que realiza y la forma en que las realiza”, apuntó.

Convocó a establecer como meta las medición de las iniciativas y fechas para su cumplimiento, mediante procesos y protocolos que permitan lograr el objetivo impuesto.

“Necesitamos declaración de compromisos de los directores generales, todos los ejecutivos de las empresas, gerentes, líderes sindicales, jefes de taller, las pequeñas empresas de la esquina, tengamos claro la forma en que vamos a trabajar hacia adelante y que el hablar se convierta en acciones”, apuntó.

Reconoció el impacto laboral que ha significado para las mujeres la pandemia por Covid 19, por lo que al reactivarse la economía incorporarán criterios de género que ayuden a mejorar las ofertas laborales, tanto en salario como en puestos a ocupar.

¿Es viable que hombres y mujeres ganen lo mismo?

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) sostiene que al aumentar el ingreso nacional de las mujeres de inmediato se reflejará en un aumento en el ingreso a los hogares, prestaciones laborales y derrama económica en el país.

El ahorro para el retiro y la vivienda será mayor, así como la recaudación fiscal por impuesto a la renta, por lo que todos ganan.

Según cifras del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) el 65 por ciento de las mujeres trabajan en alguno de los sectores afectados por las medidas para frenar la pandemia del Covid19, por lo que las acciones del sector en el proceso de reactivación será su correcta inclusión laboral y económica.

Al respecto, el IMCO reportó que hasta antes de la pandemia solo el 45% de las mujeres con más de 15 años de edad tenían trabajo o estaban en la búsqueda de uno, pero el confinamiento “borró el avance” lo que representa toda una generación perdida.

Reconoce que en el sector privado hay una baja representación de mujeres y es aún menor cuando se trata de puestos directivos.

Finalmente estima que si en México la tasa de participación económica de las mujeres fuera la misma que tienen países de la OCDE, para el año 2030 habría 8.2 millones de mujeres con autonomía económica para incorporarse al mercado laboral, por ellas habría un incremento acumulado del PIB.

Por su parte, Alberto Hernández, economista de la universidad Panamericana, dijo que para las empresas representará “trabajo extra” mejorar en el papel y en la práctica el salario de las mujeres, pero quienes lo intenten tendrán beneficios de retorno casi inmediatos.

“Se permea de inmediato en el medio, cualquiera que sea, cuando una empresa pone en marcha medidas de equidad y más cuando le funcionan. Se genera empatía en la población y la percepción de las marcas se convierte en positiva”, comentó en entrevista con RS.

Una realidad a la que se enfrentarán también es la inconformidad de los trabajadores masculinos quienes culturalmente no aceptarán que las mujeres ganen igual que ellos, pero ya será un trabajo de sensibilización y comunicación sobre el tema en el ámbito laboral.

En la oficina y en la cancha, salario igualitario

La disparidad salarial no es exclusiva en los sectores empresariales y de gobierno, ocurre en todos los sectores productivos y el deporte ha sido un foco respecto al tema en las últimas semanas.

En redes sociales ha generado revuelo en las últimas semanas la petición pública para que las jugadoras de la Selección Femenil de Futbol Soccer ganen lo mismo que los seleccionados varones.

Según reportes de la prensa deportiva mexicanal, el salario promedio de una jugadora es hasta 260 veces menor al cobrar de 2 mil 500 a 30 mil pesos, mientras que el sueldo de los jugadores varones es de 653 mil pesos.

“No puede ser que ambos sean profesionales, competitivos e incluso sean ellas quienes consiguen más triunfos y el pago cuantioso solo para los hombres”, apuntó el economista Hernández.

El argumento y justificación de los clubes ante la disparidad de sueldos es que los patrocinadores prefieren la liga varonil, por lo que hay una nueva ventana de investigación en torno a las evidentes preferencias y apoyo total.

Las excepciones hasta el momento son en equipos femeniles de Tigres, Rayadas de Monterrey y el América en donde las jugadoras tienen salarios aproximados al mes de hasta 120 mil pesos, sin embargo son aún las excepciones en medio de la brecha salarial latente en el país.

En las demás disciplinas la historia se repite sin que las autoridades del ramo hagan algo al respecto por lo que las recientes reformas a la ley, que aún requieren su aprobación final en la Cámara de Diputados (en donde se prevé que sea solo como trámite), significarán el motor que obligue a los patrones a cambiar y pagar de manera igualitaria a sus empleados, sin importar si son hombres o mujeres.

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