Gobierno de Biden traerá “cortito” a México en materia laboral
Las disposiciones del tratado de libre comercio obligan a México a mejorar salarios y condiciones laborales que aún están lejos de ser una realidad.
Implacable, así será el gobierno de Estados Unidos contra México en materia laboral ahora que Joe Biden asumió la presidencia de aquel país.
Los estrechos vínculos del Partido Demócrata con los sindicatos en aquel país harán que todos los acuerdos establecidos en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC sean una de las prioridades y se obligue a nuestro país a cumplir en su totalidad.
La internacionalista María Cristina Rosas, en entrevista para RS, explicó que son previsibles tensiones en el tema:
“Para el nuevo gobierno será muy importante que las disposiciones en materia laboral del TMEC se cumplan, recordando también que fue una petición expresa de parte de los demócratas en las cámaras”, indicó.
Desde que se negociaba el reciente tratado, la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi advirtió que México debía garantizar mediante leyes que los trabajadores tuvieran derecho a organizarse en sindicatos y mejoras sustanciales en los salarios, que aseguró, se encuentran estancados en nuestro país y representaría una competencia desleal con los otros dos miembros del tratado.
Rosas quien también se desempeña como profesora en la facultad de Ciencias Políticas de la UNAM dijo que en Estados Unidos existe la percepción de que en México hay salarios más bajos que constituyen dumping social, una práctica que utilizan los empleadores para contratar mano de obra barata que la disponible en el sitio de producción o venta.
“Esperamos que en el caso específico de Biden, cercano a los sindicatos, a la AFL-CIO (American of Labor and Congress of Industrial Organizations) y organizaciones sindicales que los apoyaron para llegar a la presidencia se monitoree estrechamente el cumplimiento de las disposiciones laborales a las que México se comprometió”, añadió.
La AFL-CIO fue fundada en 1955, representa a casi 13 millones de trabajadores activos y retirados en Estados Unidos y Canadá, y tiene mucha fuerza y participación política en los dos países norteamericanos, mientras que en México el sindicalismo se ha rezagado y las autoridades locales poco poder tienen sobre ellos.
“Hay ciertas inercias que son muy difíciles de cambiar, se supone que en algún momento fuimos vanguardistas con la Revolución Mexicana y todo lo que se estableció en la ley Federal del Trabajo, pero al paso del tiempo el mundo ha cambiado, la tasa del sindicalismo ha bajado en todo el mundo”, detalló Rosas.
Durante la negociación del TMEC que le tocará implementar de lleno a Biden, uno de los temas que logró colocar la AFL-CIO fue el alza al salario de los trabajadores de la industria automotriz para competir en igualdad de circunstancias.
El temor de la iniciativa privada es que al realizarse el ajuste salarial que obliga el TMEC genere una crisis interna en México porque otros sectores de la economía buscarán también que mejoren sus salarios.
Inspectores extranjeros en México
Uno de los “goles” que Estados Unidos metió a México en la última fase de negociación, la cual ya estuvo a cargo del presente gobierno y fue encabezada por Jesús Seade, implica la presencia de inspectores laborales en el país.
Su labor será monitorear que México cumpla con las disposiciones del TMEC y si se identifican incumplimientos (cuya responsabilidad es tanto de la empresa como del gobierno que se los permitió) se hará acreedor a sanciones.
Aunque en la política y más aún en la diplomacia se busca que no hayan conflictos legales que tensen las relaciones comerciales, en este caso bilaterales, Biden y su equipos son de aquellos que no se tentarán el corazón y pelearán.
“La vigilancia se puede dar, el gobierno se comprometió en el TMEC a colaborar en cualquier investigación que se desarrolle o esté en curso, si no lo hace, el gobierno de López Obrador estará expuesto a críticas y tensiones, que de por sí ya hay muchas en temas como la seguridad y el migratorio”, consideró la internacionalista.
Dijo que por parte del gobierno mexicano hay poca disposición para atender el tema laboral derivado del tratado comercial, situación contraria a la de Biden quien utilizará todo el aparato institucional para buscar que se cumplan las disposiciones.
“Ahí viene un choque de trenes importantes”, advirtió y recordó que a los demócratas en Estados Unidos no les gustan los tratados de libre comercio y cualquier motivo de discordia que ocurra será causa de demandas internacionales en las que serán implacables, “esto puede ser un infierno”, aseguró.
Mientras tanto, para el gobierno de México la lectura de lo que vendrá con Biden es positiva en todos los sentidos. El canciller, Marcelo Ebrard, consideró que iniciará una etapa con enorme potencial para los tres países.
“De parte de México habrá una posición muy proactiva para lograr este propósito, nos queda claro que debemos agregar contenido nacional a muchas áreas de producción importantes, servicios nuevos y hay toda una ruta. En términos de política exterior vemos muy optimista la relación con Estados Unidos y Canadá en los próximos años”, sostuvo.
El COVID-19, Estados Unidos y el T-MEC
Con el arranque de la vacunación contra el COVID-19 en todo el mundo, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que invocará el capítulo laboral del T-MEC para que los trabajadores migrantes en el país vecino reciban su dosis.
Marcelo Ebrard explicó en una de las conferencias mañaneras en Palacio Nacional que en el tratado vigente se establece la obligación para cualquiera de los tres países que independientemente de la situación migratoria, los trabajadores reciban la vacuna.
“¿Es un derecho laboral la vacuna? no, pero sí es un derecho establecido que el trabajador no debe estar expuesto al contagio”, dijo el canciller.
Y hablando del COVID-19 y la pandemia que tiene al mundo inmerso en una crisis sanitaria, económica y social podría tener un efecto positivo en el terreno laboral ya que obligará al sector a replantear las prestaciones sociales y el bienestar de las clases trabajadoras.
La internacionalista María Cristina Rosas, explicó que se está revalorando el aspecto social y el bienestar de las clases trabajadoras, pero en cada país es distinto.