La reducción salarial, golpe a los trabajadores
Para describir el panorama imperante, un informe publicado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), establece que el salario en el país ha mostrado un deterioro en las últimas cuatro décadas. Pero en el horizonte derivado de la pandemia, se registró la reducción del 25% de los salarios de trabajadores en empresas contratistas de la construcción, la industria automotriz, la electrónica, el comercio y el turismo.
El análisis y estudio elaborado por la máxima casa de estudios clarifica que “Estamos en un momento de transformación histórica del trabajo asalariado”.
Los investigadores sostienen que para asegurar la producción y la acumulación de ganancias, las empresas podrían operar cambios relacionados con la individualización de los contratos, la limitación de la organización entre trabajadores, la contención de acciones como la huelga y de demandas relacionadas con mejoras laborales y salariales.
Especial énfasis se hace en el examen “Los costos sociales por la pandemia del Covid-19”, los estudiosos acentúan las dificultades sanitarias que enfrenta la clase trabajadora del país como consecuencia de la baja inversión pública en salud, la desaparición de la seguridad social y la reducción del poder adquisitivo de los salarios.
Particularmente se destaca que el gasto público destinado al sector salud para enfrentar la emergencia sanitaria por el Covid-19 en nada se compara con los recursos comprometidos para proyectos de obras materiales que se realizan en el territorio nacional.
Específicamente se establece que los apoyos otorgados al personal de salud durante el periodo de emergencia sanitaria (un bono del 20% salarial y seguro de vida) resultan mínimos en comparación con los gastos erogados para las Fuerzas Armadas.
Refiere que el 20% del salario del personal médico se traduce en bonos mensuales de 2,091.84 pesos para médicos familiares, 2,091.84 para médicos encargados del traslado a urgencias, 1,202.10 para enfermeras generales, 1,668.06 para enfermeras jefas de piso, 936.28 para camilleros de unidades hospitalarias.
PRESUPUESTO ESTANCADO
En referencia al impacto de la epidemia, relata que el mes pasado, México vivió un incremento del 127% en la cantidad de contagios de trabajadores del sector salud, al superar las cifras que de manera preliminar habían diagnosticado las autoridades sanitarias y que ya superan los 65 mil fallecimientos.
El contenido del estudio realizado por el CAM, contempla que el presupuesto destinado al sector salud en el país se ha estancado en la última década, con un promedio acumulado de 2.71% del Producto Interno Bruto (PIB). Este promedio bajó a 2.5% en el pasado trienio.
Para ejemplificar el impacto presupuestal, se indica que en los últimos diez años, México aumentó su población en 12 millones 836 mil personas, por lo que la asignación de presupuesto resulta claramente insuficiente y se ha traducido en la destrucción de la seguridad social.
Igualmente se detalla que los trabajadores sin acceso a instituciones de salud han aumentado en 24.60% en los últimos 15 años, al grado tal que en los primeros tres meses de 2020 se reportaron 34 millones 167 mil 349 trabajadores sin acceso a este servicio.
Para dar sustento a ese recuento, se recurre a información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el que se contienen cifras donde se indica que de entre el 5 y el 10% de la población no tiene dinero suficiente para enfrentar una enfermedad o accidente grave.
En la perspectiva se ubica que los despedidos en México por la crisis tardarán 4 años en resolver sus reclamos se resuelvan, lo que potencialmente dejará a decenas de miles de personas sin ingresos ni beneficios de seguridad social.
En todo el mundo, millones de personas están sobreviviendo con ingresos más bajos o con sus ahorros. Las empresas que han cerrado agravan la situación y todavía las familias se quedan en el hogar para detener la propagación del nuevo coronavirus.
En México, la pérdida de empleos formales irremediablemente significará una contracción de la economía.
Desde que se declaró emergencia sanitaria y se les pidió a las personas que permanecieran en sus hogares y que los comercios no esenciales cerraran, se vislumbraba un cuadro de dificultad para la economía nacional.
El gobierno ha recomendado a los trabajadores que reaccionen ante los despidos o suspensiones, pero quienes no tienen la capacidad de negociar una indemnización justa o un salario parcial con sus empleadores tendrán que presentar demandas ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
Instancia que se dificulta porque las Juntas están cerradas o tienen horarios parciales que significan un dique para los trámites legales y existe la presunción de que los juicios duran al menos cuatro años para llegar a un resultado.
A esas condiciones debe agregarse que en los últimos años, el presupuesto federal de las Juntas de Conciliación y Arbitraje sufrió una reducción presupuestal que se estima en el 30%.
RECORTE PERJUDICIAL
Los trabajadores que recurren a los abogados privados deben ceder entre el 20 y el 40 % de cualquier pago. La Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo enfrenta el que le hayan reducido el presupuesto y eso dificulta su funcionamiento.
Además debe tenerse en cuenta que tras la aprobación que hizo el Congreso de la Unión al sistema de justicia laboral para sustituir las Juntas laborales por tribunales especializados implicó reagendar actividades y modificar los tiempos.
En el análisis elaborado por investigadores de la UNAM se concluye que la “nueva normalidad”, hay actividades como la maquila, la minería, la construcción, el sector automotriz que disminuye la protección de los trabajadores.
Por otra parte se considera que las medidas de seguridad sanitaria adoptadas por las empresas como toma de temperatura corporal, uso de cubrebocas, lavado de manos y distanciamiento social, resultan insuficientes para enfrentar la todavía vigente pandemia.
Se tiene como referencia a los obreros de las maquiladoras, que operan principalmente en la zona fronteriza de la República Mexicana, donde la mayor parte de las empresas decidieron no interrumpir labores y con ello evitaron el confinamiento.
Aunque en los informes más recientes del INEGI se habla de una recuperación de empleos en la informalidad, no puede perderse de vista que aproximadamente 12 millones de trabajadores mexicanos perdido su empleo por casi seis meses.
Frente a la contingencia las personas que trabajan en el sector informal sostienen no tener opciones, y quienes tenían un contrato y lo rescindieron, están recurriendo a tribunales o a retirar los fondos destinados para su pensión de la vejez.
Debe tenerse presente que a raíz de la emergencia sanitaria se quedaron sin empleo doce y medio millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Entre los meses de enero y mayo hubo un movimiento que llamó la atención, cuando la cifra de retiros por concepto de desempleo ascendió a 6.685 millones de pesos, lo que significa la cifra más alta de retiros desde 2005.
Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social indican la pérdida de un millón de empleos formales, entre los meses de marzo, abril y mayo, a consecuencia de la crisis económica derivada del coronavirus.
Obviamente el IMSS no hace referencia a quienes dependen de actividades informales por no cotizar en las cuotas de ese instituto.
En RS se ha informado que de más de 10 millones de mexicanos trabajan en la informalidad y que no pueden disponer del retiro de su fondo para la vejez simple y sencillamente porque no lo tienen.
Por tanto quienes sí pueden recurrir a una demanda por su despido, ahora que los casos se han multiplicado tienen que soportar una larga espera.
Tras la larga espera en todos los ámbitos de la economía nacional el futuro inmediato no es muy promisorio, toda vez que el Banco de México considera que habrá una contracción de las finanzas.
El desempleo en México alcanzó en estos meses de pandemia uno de los niveles más altos y superó negativamente la crisis financiera de 2008-2009.
En una alerta que es de llamar la atención, aparece que en caso de haber una segunda ola de contagios, la escasez de puestos de trabajo para la demanda de quienes buscan un ingreso laboral se recrudecerá según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“Se prevé que el empleo en México disminuya sólo marginalmente en 2020 y vuelva a los niveles anteriores a la crisis en el segundo trimestre de 2021. Sin embargo, aunque todavía es pequeño en comparación con otros países de la OCDE, el aumento previsto de la tasa de desempleo es significativo y está por encima de los niveles de la crisis financiera mundial de 2009”, concreta.
Las evaluaciones tienen como antecedente que durante los dos primeros meses de la crisis de Covid-19 en México, se registró una de las mayores caídas en horas trabajadas entre todos los países de la OCDE de los que se dispone de datos, de 22 por ciento.
MUJERES, CON MAYOR DAÑO
La OCDE contempla que la mujer sufre una mayor afectación económica a pesar de que en México han implementado medidas de apoyo a los ingresos.
NO obstante el pago anticipado de pensiones para los ancianos y los discapacitados y el apoyo financiero a los trabajadores por cuenta propia, los trabajadores rurales, las empresas familiares y los grupos vulnerables, así como alivios fiscales y de nómina en gobiernos locales, hay varios instrumentos que pueden mejorar para los sectores más vulnerables.
Debido a que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de trabajar a tiempo parcial, son más susceptibles a caer en la pobreza.
El 59 por ciento de todos los trabajadores de tiempo parcial, son mujeres. Además, la incidencia del empleo femenino de tiempo parcial (26 por ciento), en México es 3 por ciento más alto que en el promedio de la OCDE.
De acuerdo con la OCDE, la crisis por Covid-19 ha tenido un impacto diez veces mayor que el observado en los primeros meses de la crisis financiera mundial de 2008. En enero, las horas trabajadas cayeron 12.2 por ciento en los primeros tres meses de crisis, en comparación con 1.2 por ciento que lo hicieron en el mismo periodo de hace 13 años.
Tan sólo en mayo pasado, los desempleados en los países adheridos a la organización sumaron 54.5 millones. Tampoco hay nueva oferta de trabajo, los anuncios de trabajo en línea cayeron 35 por ciento entre febrero y mayo en Estados Unidos y en los países europeos de la OCDE.
La OCDE estima que el promedio de desempleo en los países que la conforman escale 9.4 por ciento al cierre de 2020, un aumento de 5.3 por ciento más respecto a 2019. En caso de una segunda ola de contagios antes de que termine el año, la tasa aumentaría hasta 12.6 por ciento.
La recuperación del mercado laboral será gradual. La tasa de desempleo se mantendrá por encima del nivel máximo observado durante la crisis financiera mundial, con una tasa mínima de 7.7 por ciento para el final de 2021, y 8.9 por ciento en caso de una segunda ola.
A fin de paliar los efectos en el trabajo, la organización recomendó priorizar la implementación medidas de salud en espacios de trabajo, dado que aproximadamente la mitad de todos los trabajadores están empleados en una actividad que requiere interacciones físicas significativas y, por lo tanto, enfrentan un riesgo de contagio.
Contempla el otorgamiento de licencia por enfermedad remunerada y que los esquemas de retención de empleos se dirijan sólo a aquellos trabajos que están en riesgo de ser terminados pero viables a mediano y largo plazo.
Visualiza adecuar apoyos al ingreso en tanto no pueda ser superada la crisis, por lo que tendrían que ampliarse los servicios de empleo públicos y privados; capacitaciones en línea y físicas para quienes buscan trabajo; subsidios de contratación, entre otros.
Incluso se contempla una alianza estratégica con las principales organizaciones, asociaciones empresariales y fundaciones de México para ayudar a aquellas personas laboralmente afectadas por la crisis sanitaria de la COVID-19.
La iniciativa que integra alrededor de 22 cámaras empresariales y asociaciones en todo el país, tiene el objetivo de apoyar la recolocación laboral y con ello favorecer la reactivación económica en las diversas actividades productivas de la sociedad mexicana, a través de capacitación y plazas de trabajo, para quienes fueron afectados por la contingencia.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, como consecuencia de los efectos derivados de la emergencia sanitaria de COVID 19, la economía mexicana tiende a equilibrarse al no generarse más pérdida de empleos.
Durante el mes de junio desaparecieron 83,311 puestos de trabajo, esta disminución se suma a las caídas de marzo, abril y mayo; sin embargo, la economía empieza a dar pasos firmes a la reactivación, en este sentido, es prioritario sumar esfuerzos y acercar oportunidades a quienes han perdido su empleo y a las empresas que empiezan de manera paulatina a recuperar sus actividades económica.
Movilización por el Empleo es una iniciativa que, a través de un programa de capacitación online gratuito, así como alianzas con jugadores clave del sector económico y productivo del país, busca promover la reincorporación masiva de personas en puestos de trabajo, invitando a las empresas de industrias esenciales y no esenciales a sumarse y compartir los puestos vacantes que tienen, para que cientos de personas accedan a estas oportunidades laborales.
Todo esto por medio de un sitio web que funcionará como plataforma de capacitación y enlace entre empresas y personas que buscan una oportunidad laboral.
Movilización por el Empleo es una iniciativa que una compañía suiza impulsa en varios países como respuesta a la pandemia, pero que su espíritu empata con cualquier situación futura.
En México, participan el Servicio Nacional del Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que desde siempre ha sido un gran aliado en las tareas de inclusión laboral, la Confederación Patronal de la República Mexicana, Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria, American Chamber, Cámara Española de Comercio, Club de empresarios catalanes en México, Cámara Mexico – Alemana de comercio e industria, Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos, Asociación de Ejecutivos de Relaciones Industriales de Bajío, Asociación de Ejecutivos de Relaciones Industriales (AERI), Clúster Automotriz de Querétaro, Cámara Franco Mexicana de Querétaro, Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tampico, Fundación Paralife México, Juntos una experiencia compartida, Incubadora de trabajo para refugiados y retornados, Todos Somos Uno, Casa Gaviota, Alcaldía Cuauhtémoc, la Federación Mexicana de Empresarios LGBT y Centro Universitario Incarnate Word.