Aterrizaje forzoso de sueldos en sector aeronáutico
Aeropuertos en México no pararon actividades durante la emergencia sanitaria, personal fue “dejado en tierra”, sin goce de sueldo, pero con retorno garantizado.
Por aire y por tierra el COVID-19 sigue impactando a los trabajadores mexicanos y los que laboran en la industria aeronáutica, no han parado, pero sí han padecido el impacto económico con reducciones en sueldos y lamentablemente la muerte de quienes tienen mayor contacto con los pasajeros.
Los respectivos sindicatos han tratado de aminorar el impacto en los agremiados, pero al ser un sector esencial las labores no se detuvieron en ningún momento, no así el tráfico de pasajeros que se redujo notablemente y con ello hubo una baja considerable en los ingresos de las aerolíneas.
Se estima que durante los meses de abril y mayo la reducción de en la capacidad del transporte aéreo del país se redujo en 90 ciento, lo que obligó a las aerolíneas que operan en el país a implementar medidas económicas drásticas para evitar despidos, tales como ausencias temporales sin goce de sueldo pero con la garantía de conservar el empleo, reducciones al salario en diferentes porcentajes, jornadas de trabajo alternadas, entre otras.
Pilotos bajan el sueldo
Los pilotos de Aeroméxico, afiliados al Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), tuvieron reducciones en el salario de hasta el 65 por ciento, reveló el capitán José Suárez, vocero del sindicato.
En entrevista para RS informó que en un hecho inédito los pilotos cedieron a tal porcentaje de su ingreso y lo reafirmaron en la última negociación entre la aerolínea ASPA realizada la tercer semana de julio, donde la Asamblea General del sindicato acordó mantener el descuento en el salario hasta el mes de diciembre, pero ahora por el 37.5 por ciento del salario base de los pilotos durante los meses de julio, agosto y septiembre; de 30 por ciento para el último trimestre del año y hasta 266 permisos sin goce de sueldo asignados por escalafón.
El Secretario y el subsecretario de Trabajo y Conflictos de ASPA, los capitanes Jesús Abdala Babun y Diego Sánchez Hernández, detallaron que el convenio fue aprobado por mayoría, el cual establece que para los pilotos jubilados se plantearon esquemas que garantizan sus pagos y se da facilidad para que capitanes vuelen como primeros oficiales hasta por 12 meses.
“Este convenio nos permite dar ciertas garantías a las fuentes de empleo en el mediano plazo y proteger a todos los pilotos toda vez que los compañeros que estarán de baja temporal permanecerán calificados en el equipo que vuelan, con seguro médico y protección social, entre otras prestaciones”, señalaron.
La reducción salarial de los pilotos se suma al proceso de reestructura económica que inició Aeroméxico, al apegarse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, el cual consiste en el aviso de una posible bancarrota dado que es una empresa que cotiza en la bolsa de valores norteamericana.
El aviso les da una protección legal frente a sus deudas con terceros para así reestructurar su situación y de ser posible evitar el cierre de operaciones. Lo mismo hicieron las aerolíneas latinoamericanas Avianca y Latam. Sus empleados, no solo pilotos sino el resto de la tripulación y personal de tierra se mantiene a la espera de notificaciones en torno a sus empleos, por lo pronto, el impacto ha sido solo en la reducción de su salario.
Mientras tanto, las actividades de Aeroméxico continúan con normalidad y prevén que puedan recuperarse al tiempo que el tráfico de pasajeros.
La historia en el resto de las aerolíneas no ha sido diferente, según reportes oficiales, Volaris redujo salarios de su personal desde 20 y en algunos casos hasta el 80 por ciento, además de ausencias laborales consensuadas para que solo estuvieran trabajando el 20 por ciento del total de la plantilla.
En Interjet, que pasa por una crisis financiera similar a la de Aeroméxico, acordó con sus 6 mil empleados una serie de medidas para afrontar la baja en el tráfico. Una fue la reducción del 50 por ciento del salario y jornadas laborales durante mayo, junio, julio y agosto, permisos voluntarios por 30 y hasta 90 días sin goce de sueldo, personal administrativo en homeoffice, entre otras, informaron fuentes de la Sección 15 de la CTM que agremia a los trabajadores de la aerolínea.
“Estas medidas, así como los protocolos de operación, seguridad e higiene que Interjet ha adoptado ante la compleja situación que atraviesa la industria de la aviación en los entornos nacional e internacional, son muestra de una respuesta responsable ante la contingencia y sus estragos. Estoy convencido que estas medidas temporales permitirán preservar la fuente de empleo de las miles de familias que conforman Interjet”, expuso Joaquín Del Olmo, secretario general del Sindicato de la Sección 15.
Sobrecargos
Si no había aviones volando en consecuencia no había vuelos para que los sobrecargos trabajaran, por lo que tuvieron que quedarse en tierra con descansos obligados.
Ricardo del Valle, Secretario General de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México, aseguró que la prioridad es lograr que se mantengan todas las fuentes de trabajo pese a la crisis que ha significado para el sector la pandemia.
“Trabajamos diaria y constantemente con las administraciones de nuestras empresas buscando la preservación del empleo, buscando la mejor manera de estar bien, a pesar de las circunstancias derivado de esta pandemia que afectó profunda y particularmente a la industriA aérea en el país y en todo el mundo”, señaló el el también vicepresidente de la Unión Nacional de Trabajadores.
Dado el contacto con los pasajeros, los sobrecargos son el personal más expuesto al contagio durante los vuelos, por lo que han sido dotados con el equipo de protección física que evite, en lo posible, el contacto, tales como cubrebocas, mascarilla y guantes.
En tierra la misma pesadilla
El personal de tierra o rampa también ha padecido laboralmente la pandemia, en principio por ser quienes están en contacto no solo con los pasajeros sino con toda la gente que visita las terminales aéreas y que podrían ser fuentes de contagio.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares, quien agremia a trabajadores mexicanos en aerolíneas extranjeras, aseguró que no han habido despidos, por el momento, solo los convenios con las empresas para reducir el salario hasta en 50 por ciento y descansos de una semana al mes sin goce de sueldo.
A su vez, las aerolíneas han dado las incapacidades con goce de sueldo al personal vulnerable al contagio como los que padecen alguna enfermedad respiratoria.
Fuentes consultadas por RS en el sindicato revelaron que las disminuciones en el salario no tienen fecha límite, incluso, existe la posibilidad de que no vuelvan a ganar lo mismo y el recorte sea permanente.
Por su parte, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos de la República Mexicana aseguró que han evitado el despido de personal y junto con la empresas trabajan para encontrar la mejor forma para salir de la crisis que en el sector, ha obligado a un recorte de operaciones del 85 por ciento a nivel nacional.
Aunque de manera oficial ningún sindicato ni aerolínea han notificado la defunción de trabajadores por COVID-19 contraído durante su jornada laboral, es sabido que personal de apoyo a pasajeros ha perdido la vida por esta razón y el nerviosismo es generalizado en aquellos que tienen contacto directo con los pasajeros, pues aún hay muchos que se resisten a usar o mantener colocado el cubrebocas, bajo infinidad de pretextos.
Hasta los taxis
La baja en el tráfico aéreo, al menos durante los primeros meses de la pandemia en México, afectó a los taxistas concesionados que operan de manera exclusiva en las terminales, pues recordemos que está “prohibida la entrada” de taxis de plataformas como Uber, Cabify o Didi en la zona, al menos en la Ciudad de México.
Se estima que el desplome en el servicio fue del 70 por ciento lo que impacta en la generación de ingresos para los conductores que no pueden operar fuera del perímetro de las terminales aéreas.
Por ello, un grupo de mil 600 conductores, de las siete empresas que prestan sus servicios en las terminales 1 y 2 de la Ciudad de México, recibieron un apoyo del gobierno federal de 6 mil pesos en abril, y un mes después solicitaron ser incluidos en los créditos de 25 mil pesos que la Secretaría de Economía otorga y con ello, sobrellevar la lenta recuperación en el sector y la confianza en la gente para utilizar transporte público, por mucho que ofrezcan la limpieza a fondo de las unidades.
En el mundo
En Estados Unidos, American Airlines anunció el despido de 25 mil empleados a quienes les enviaron la notificación, ya que la ley estadounidense les exige avisar 60 días antes de la separación, la cual coincidirá con la terminación del apoyo gubernamental que recibe la aerolínea en el país vecino, con motivo de la contingencia.
United Airlines redujo el sueldo al 45 por ciento de su plantilla, mientras que Delta propuso a los pilotos reducir el salario al mínimo garantizado para que los recursos, en los que se incluye el entregado por el gobierno de Estados Unidos, alcancen para el pago de las nóminas y no haya despidos, aunque también hizo notificaciones, como AA a 2 mil 500 de sus 14 mil pilotos a quienes propuso como salida alterna la jubilación anticipada.
Por su parte, Emiratos Árabes Unidos informó que recortará 9 mil puestos de trabajo debido a la baja en la demanda de vuelos internacionales, lo que representa el 15 por ciento de su plantilla laboral.
Avianca propuso a sus empleados licencias sin goce de sueldo de seis meses a un año, mientras trabaja en su reestructura y pase la pandemia, y así proteger el empleo una vez que se retomen las operaciones internacionales.
Más seguro el aire que la tierra
Entre las primeras hipótesis populares sobre la forma en que se propagó rápidamente el virus en todo el mundo, está que “viajó en avión”, portado por algún pasajero y se alojó en el aire interno que al reciclarse y recircular, contagió a más personas.
Al respecto, el capitán Suárez, vocero de ASPA aclaró que las cabinas de los aviones cuentan con filtros HEPA, utilizados también en quirófanos, que retienen hasta el 99.9 por ciento de las partículas, gérmenes, bacterias y virus.
“El avión de por sí ya era sanitariamente seguro, ahora lo es más para tripulantes y pasajeros. El tema del contagio son las personas, si una en un avión se encuentra contagiada no contagia al resto del avión, el peligro es con quién estuvo cerca”
Comentó que desde principios de marzo las aerolíneas tomaron medidas de protección para la tripulación ya que continuaban los viajes a China, Corea, Japón y en donde había un alto índice de contagios, tales como el uso de cubrebocas de grado quirúrgico obligatorio y revisiones posteriores en servicio médico.
“Conforme fue avanzando la crisis sanitaria incrementaron las medidas al grado que hoy las cabinas de pilotos y pasajeros deben estar desinfectadas y se asegura que el espacio de trabajo se encuentre totalmente limpio”, indicó.
Si algún piloto presenta síntomas de inmediato se rastrean sus contactos y se “les baja de vuelo” y quedan en observación, y hasta el momento, ninguno ha sido confirmado con Covid-19 contagiados dentro del trabajo.
Con la nueva normalidad, la experiencia para los pasajeros no ha sido la más agradable, de inicio por la obligación de utilizar el cubrebocas que para mucha gente aún resulta incómodo, pero también por la restricciones en la venta de boletos y a la vez, el cupo lleno en las aeronaves.
En redes sociales se han exhibido reclamos de clientes a quienes les impidieron la compra de boletos con asientos juntos, bajo el argumento de la sana distancia, pero al abordar, sí están ocupados pero por otras personas con lo que se inclumple con la medida restrictiva y se expone aún más a la gente.