Tan sólo en abril, la cuarentena para contrarrestar el avance del COVID-19 causó la pérdida de 555 mil 247 empleos formales, es decir, más de 18 mil personas se quedaron sin trabajo cada día de ese mes, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Ha eso hay que sumar las 130 mil 593 plazas que se perdieron en marzo —mes en que comenzó el confinamiento— y cuando se decretó el cierre de industrias no esenciales.
Durante la pandemia, México pasó de tener 20 millones 613 mil 536 personas con seguridad social del IMSS —en febrero de este año— a 19 millones 927 mil 696 al cierre de abril; una disminución de 3.3 por ciento en sólo dos meses.
El referente más reciente, la crisis económica de 2008, causó la pérdida de 696 mil 438 empleos en siete meses, una disminución de 4.8 por ciento.
El problema se agudiza si se considera que por primera vez en 123 meses, la contratación de personas en México se contrajo 2.2% en abril pasado, la más alta desde octubre de 2009, cuando ésta descendió 3.4 puntos porcentuales.
El IMSS detalló que “la disminución en el primer cuatrimestre del 2020 es de 493,746 puestos de los cuales, el 67.2% corresponden a empleos permanentes”. Sin lugar a dudas, “podemos ver que la pérdida de empleo es superior a la registrada en el 2009 cuando se ocurrió la influenza, hoy en un sólo mes se perdieron lo de todo un año”, dijo a diario El Economista, María Fonseca, especialista del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Los empleos perdidos fueron principalmente los permanentes, ya que fueron casi siete de cada 10 de las plazas que fueron cerradas.
Con información de El Economista
