Decenas de maquiladoras en el norte del país se han convertido en posibles focos de contagio de COVID-19, porque algunas se niegan a cerrar sus operaciones, pese a que no todas son industria esencial, o porque nos siguen correctamente las medidas para evitar contagios.
En Baja California, por ejemplo, la europea Schneider Electric, tuvo que parar sólo hasta que un trabajador de la planta murió y casi una docena más fueron ingresados al hospital por contagio de coronavirus.
De acuerdo con testimonios recopilados por distintos medios, familiares de los trabajadores denunciaron que sus familiares fueron obligados a trabajar pese a presentar los síntomas, y sólo tras el deceso, se dejó de laborar.
Hasta esta semana, se contabilizaban 60 trabajadores de las maquiladoras de esa entidad ingresados en hospitales a causa del virus.
De acuerdo con La Jornada, a un hombre de 42 años que trabajaba para una maquiladora que cose asientos para autos, le fue negada la posibilidad de quedarse en casa y fue obligado a conseguir una incapacidad del IMSS.
Cuando el trabajador logró conseguir esta constancia, ya estaba contagiado. Murió unos días después, tras ser hospitalizado.
La compañía Amphenol, ubicada en la capital de Baja California, sólo cerró sus actividades durante una semana, pero ya estaba convocando a sus trabajadores a regresar a sus actividades normales, pese a no tenerlo permitido.
En otras entidades del norte del país, el problema es similar. En Chihuahua, por ejemplo, un juez tuvo que emitir un ordenamiento para obligar a las autoridades a reforzar el cierre de todas las maquiladoras en el estado.
Electrolux, localizada en Ciudad Juárez, Chihuahua, es otra de las empresas que no paró, sino hasta que sus trabajadores se manifestaron, tras la muerte de uno de sus compañeros.
Sin embargo, hay otro factor que ha facilitado el que las empresas no cierren sus actividades: la necesidad de los trabajadores.
Algunos de los empleados no pueden prescindir de su sueldo ni darse el lujo de parar actividades sin percibir un sueldo, por ello, se han manifestado para recibir una paga, o no tienen como negarse a trabajar.
En Tamaulipas, otro estado con una amplia industria maquiladora, 11 empresas fueron sancionadas por negarse a cerrar, sin embargo, los trabajadores denuncian que los directivos de sus empresas, viajaron intermitentemente a Estados Unidos, convirtiéndose en un riesgo de contagio.
Con información de: La Jornada y El País
