La millonaria caja chica de los sindicatos del sector Salud
Les dio ingresos por 2 mil 480 millones de pesos en cuatro años, frente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador
Los sindicatos del Instituto del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Salud (SS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) pelean la continuidad de su caja chica, que les dio ingresos de 2 mil 480 millones de pesos en cuatro años, frente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
A las manos de Manuel Vallejo Barragán, ex secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), y de su sucesor Arturo Olivares Cerda, actual líder del SNTSS, llegaron más de mil 299 millones de pesos en sólo cuatro años, revela documentación analizada por Reivindicación Sindical (RS).
Todo ese dinero público ingresó gracias a los derechos laborales ganados y negociados con José Antonio González Anaya, Mikel Arriola Peñalosa y Tuffic Miguel Ortega, directores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre 2015 y 2018.
Otro beneficiado fue Marco Antonio Ayala, secretario general del SNTSA y sobrino del líder de la La Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), quien recibió más de mil 024 millones de pesos en cuatro años.
Las condiciones de trabajo de los empleados de la Secretaría de Salud (SS), quien durante los siete primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López ha estado en el ojo del huracán, fueron negociadas con Mercedes Juan López, ex titular de la SS y José Narro Robles, ex secretario de Salud y candidato a presidente nacional del PRI.
“Esos ingresos son la caja chica del SNTSA, a parte están las cuotas sindicales pagadas por cada uno de los trabajadores y el dinero para las convivencias infantiles”, declara Jorge Vega Mendoza, integrante de un grupo disidente de la sección 60 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud.
Cada trabajador está pagando mensualmente 150 pesos de cuota sindical al sobrino de Joel Ayala Almeida, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) desde 1998 y ex diputado y senador del PRI.
Los Ayala “sabemos que se mueven con el dinero que se les da y ahora peligran” los ingresos enviados por la Secretaría de Salud, manifiesta Vega Mendoza, quien desde hace varios años ha buscado competir por la secretaría general del SNTSA. Pero el poder del tío y el primo lo impiden.
El disidente dice que también investigan y analizan dónde queda el dinero de las convivencias infantiles, ya que recibe más de 52 millones de pesos aproximadamente por un mes de cada verano.
“Los recursos públicos no llegan a todas las 103 secciones del SNTSA para la celebraciones”, expone Vega Mendoza, quien pelea por el registro de un nuevo sindicato y así terminar con cualquier suspicacia en el gasto del dinero público.
Entraron más de 157 millones 500 mil pesos al Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (SNTISSSTE), que es dirigido por Luis Miguel Victoria Ranfla.
José Reyes Baeza Terrazas y Florentino Castro López, ex directores del ISSSTE, fueron los responsables de hacerles llegar esa sumas millonarias a las manos de Victoria Ranfla, quien se reeligió al cargo.
Las ingresos entregados a los tres sindicatos, cuyos dirigentes apoyaron abiertamente la candidatura del priista José Antonio Meade Kuribreña, representan el gasto anual de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
“El recurso que reciben a través de las partidas otorgadas por el gobierno como el día de las madres, el día de la enfermera, el día del niño, el día del padre, el día del médico se los traga el sindicato y organizan festejos pagados por los padrinos políticos“, asegura Rubén Alvarado Manríquez, secretario general del sindicato Sindicato Nacional Auténtico y Democrático de los Trabajadores del ISSSTE.
Son recursos multimillonarios que llegan a las manos del líder del SNTISSSTE, pero nunca ha dado cuentas en qué se gastan, enfatiza.
“Durante 21 años cotice para el SNTISSSTE yo no supe qué era un uniforme digno, no supe de un festejo digno para el día del trabajador o para el día de las madres, niño”, afirmó Alvarado Manríquez.
Victoria Ranfla tiene un salario mensual de apoyo administrativo de 8 mil pesos mensuales y Joel Ayala Almeida tiene una plaza de 14 mil pesos mensuales, pero viven como jeques, recordó el líder del nuevo sindicato.
El primero en salir a defenderla fue Joel Ayala Almeida, quien amenazó con “usar toda la fuerza obrera” para pedir la reinstalación de empleados despedidos y liberar los recursos.
Ayala Almeida también rechazó el incremento otorgado por el gobierno federal a más de 1.5 millones de burócratas, porque nunca hubo mesa de negociación y la decisión del aumento gradual se tomó de manera unilateral por las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“Defienden como gato boca arriba (la caja chica), obviamente nadie quiere perder los beneficios económicos que tiene”, afirma José Alfonso Bouzas Ortiz, investigador en relaciones laborales y legislación laboral del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por fortuna, la reforma laboral aprobada en el Congreso de la Unión, que tiene lineamientos exigidos por Estados Unidos y Canadá para ratificar un acuerdo comercial, es sólida y con fundamentos para que terminen sindicatos como los del sector salud, agrega el investigador, quien cuestiona el reparto del dinero realizado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto a organizaciones sindicales al PRI.
La fuerza de la FSTSE era la corporativa, el cual entró en su etapa final con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador: “Pero quiero ver qué capacidad de movilización va demostrar como para responder a lo que está diciendo Joel Ayala Almeida”, manifiesta Bouzas Ortiz. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto era amor y paz la relación con los sindicatos afiliados a la FSTSE y siempre llegaban a acuerdos, así como negociaban muchos beneficios.