México en el mundial; dimensión desconocida
Ha iniciado el Mundial de Rusia y el domingo, Día del Padre, nos desayunaremos con el primero y más temido encuentro de la Fase de Grupos que sostendrá la Selección Mexicana: el juego contra la Alemania campeona. ¿Qué puede suceder ahí? Cuarenta años de periodismo deportivo nos han enseñado a evitar los pronósticos, pues en lo más seguro hay riesgo, pero ahora, lo hay más que nunca.
En anteriores Mundiales sabíamos cómo jugaba el equipo, su presumible potencial, su alcance real y esto permitía hacer conjeturas. Con la llegada de Juan Carlos Osorio, todo es nebuloso e incierto, incomprensible y variable, intangible y extraño. Es cierto que calificó a la Selección con holgura, pero también habría que analizar que Estados Unidos, Costa Rica y Honduras no traían los temibles equipos que presentaron en las anteriores eliminatorias, esto, ayudó al estratega colombiano a cumplir las metas trazadas por los directivos. Hay empero, dos manchas en su carrera con el tricolor: El 7-0 de Chile en la Copa América y el 4-1 de Alemania en la Copa Confederaciones, es decir, los dos partidos de competencia a los que se enfrentó México fuera de CONCACAF.
Osorio tiene un increíble récord en el sentido que de 47 partidos dirigidos, jamás repitió ninguna alineación, lo cual contrasta el enfoque clásico de lo que es una escuadra representativa de una nación, pues se supone que se convoca a los mejores en su posición y luego se les hace entrenar, compenetrarse y jugar juntos para que se conozcan a fondo. El portero debe ser inamovible, porque es quien conoce a sus defensas, los ordena, les grita, les reconviene y también les anima. Ellos a su vez, deben conocerle a él, deben confiarle se posición en la cancha, es el hombre que está en la retaguardia. Si el técnico rota a sus porteros, pone en peligro la sincronización de la retaguardia. Grave.
La media cancha es igual, debe haber uno o dos contenciones –según sea el caso- que recuperen el balón y de inmediato se apoyen en el medio creativo quien distribuirá el juego hacia los lados y hacia arriba y en términos de la delantera, los atacantes deben saber de memoria sus movimientos y los desplazamientos de sus compañeros para buscar el pase filtrado, el balón al hueco, el tiro de larga y media distancia y el remate de cabeza. Todo esto sólo lo proporciona el acoplamiento que genera la continuidad. Si se rota, nada de esto existe.
Los directivos de la Federación Mexicana de Futbol no han sabido o no han querido ver esto. Se trajeron a Gerardo Torrado de Estados Unidos y lo presentaron el 3 de noviembre pasado como director deportivo de selecciones nacionales. Su primera declaración sorprendió: dijo que respetaba las rotaciones de Juan Carlos Osorio, él, que fue jugador y que conoce lo que es competir para ganarse un puesto en la cancha. Ha habido otros pecados, pues salvo la buena gira a Europa en noviembre de 2017 en que se empató con Bélgica a 3 goles y se venció a Polonia 1-0, los demás encuentros elegidos han sido intrascendentes y como varios se han celebrado en la Unión Americana, algún sector de la prensa les ha llamado “moleros”. Los dos últimos en América, fueron nefastos: el amistoso en Pasadena, California, contra País de Gales con un anodino cero-cero y sin Gareth Bale, sólo trajo la estupenda actuación del portero galés Wayne Hennessey y la despedida en el Estadio Azteca ante Escocia donde aunque se ganó 1-0 con gol de Giovani Dos Santos al 13’, el equipo se cansó de fallar al frente y se llevó monumental abucheo con el grito de “¡Fuera Osorio!” al final. Esa noche, sobrevino la famosa fiesta de seleccionados que duró hasta la tarde del día siguiente con la presencia de 30 scorts que dio la vuelta al mundo en periódicos británicos, argentinos, colombianos y peruanos y la explicación de Guillermo Cantú, secretario general de la Femexfut: “Son los riesgos que un corre con la libertad” y no hubo sanciones, porque el festejo no fue en horas de concentración. Trascendió que hubo alguna llamada de atención de Osorio a los fiesteros, pero no pasó de ahí.
Pues bien, así las cosas, usted ya conoce los marcadores de los primeros juegos y este domingo, nos prepararemos a ver el primer choque contra Alemania, que, por los datos aportados, es una verdadera incógnita, pero no luce esperanzador. Como aficionados y mexicanos, anhelamos el mejor rendimiento de nuestra Selección Mexicana, como analistas deportivos vemos con escepticismo este primer encuentro, que deseamos con toda el alma no sea de resultado catastrófico, como los anteriores partidos en los que México se ha enfrentado a Alemania (6-0 en Argentina 1978, 4-1 en penales en México 1986 y 2-1 en Francia 1998)
Y ya con los resultados de México contra Alemania y Corea del Sur ¿Le parece que usted y yo nos leamos dentro de 15 días?