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El empleo que no vendrá

Pasando la Emergencia Sanitaria por COVID19 el país no será igual y desafortunadamente en materia laboral las expectativas son pesimistas, pues además de los empleos perdidos por la cuarentena, no habrá generación de nuevos puestos laborales.

La principal causa es la falta de interés de grandes empresas nacionales y extranjeras para invertir en México, derivado de la baja en la calificación crediticia a México y a Pemex por parte de las agencias Moody’s, Fitch Ratings, Standard and Poor’s y HR Ratings.

Al país le redujeron la calificación por las bajas perspectivas de crecimiento de la economía, ocasionadas principalmente por la crisis de salud;  la mientras que a Pemex le atribuyen como un riesgo la apuesta por el negocio de la refinería, con las construcción de Dos Bocas.

Ante esto, especialistas estiman que la oferta laboral disminuirá considerablemente, aunado a la alta demanda que habrá tras la desaparición de fuentes de empleo durante la pandemia, lo que presionará al sector.

Sergio García, del Colegio de Contadores Públicos de México, advirtió que al terminar la pandemia las condiciones de empleo no tendrán el ritmo de antes y tardará en que la gente vuelva a salir y consumir y con ello activar la economía y con ella la oferta de empleos, por lo que ni ahora, ni después el escenario es optimista.

Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, reportados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en la primera etapa de la pandemia, cuando se decretó la cuarentena se perdieron alrededor de 346 mil empleos, cifra que duplicaría al incorporar al terreno informal que también dejó de trabajar o ya no percibe ingresos.

A retirar de la Afore

Una opción para quienes fueron despedidos de manera definitiva ha sido solicitar a su Afore retiros por desempleo, generamente parcializados y tomados del monto final acumulado para el retiro.

De acuerdo con las “Medidas temporales y extraordinarias para garantizar la ejecución de actividades esenciales de las Afore”, anunciadas por el gobierno federal, le solicitó a las instituciones que gestionan los fondos de retiro, que el pago por los seguros se liquiden en una sola exhibición para evitar que la gente vaya una o varias veces a las oficinas a realizar el trámite.

El problema de quienes están recurriendo a los retiros como fuente de ingresos ante la parálisis económica por el COVID19, es que el monto se descontará del total que recibirán al jubilarse. 

Gobierno ofrece opción, que no es opción

Para paliar la ola de despidos ocurrida durante la Emergencia Sanitaria, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció a principios de abril la generación de 2 millones de empleos en los próximos nueve meses.

Las oportunidades laborales se centrarán en proyectos de infraestructura del gobierno federal como el Tren Maya que en 2020 ofrecerá 80 mil fuentes de empleo.

Otra chamba que prevé dar el gobierno a los afectados por el COVID19 será para 228 mil personas que participen en trabajos de introducción de agua potable, drenaje, pavimentación y mejoramiento de viviendas en zonas marginadas de 50 municipios del país.

En la misma línea Fovissste e Infonavit darán créditos de vivienda y mejoras, con las que estiman se generen de manera colateral 270 mil empleos.

Siete mil 300 más los prevén a partir de los trabajos de modernización y ampliación del Ferrocarril del Itsmo y de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos.

“La fórmula que estamos aplicando para remontar la crisis transitoria es la suma de tres elementos básicos: mayor inversión pública para el desarrollo económico y social, empleo pleno y honestidad y austeridad republicana”, dijo López Obrador.

Sin embargo, expertos en temas económicos coinciden en que la pérdida de empleos no se soluciona con las ofertas laborales que ofreció el mandatario ni en calidad, ni en salarios, pues el máximo que podrían pagar a cada persona son 12 mil pesos.

El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), alertó sobre la calidad del empleo que se ofrece.

“Hay que hablar de la calidad de los empleos, que sean formales y que tengan prestaciones”, apuntó.

Salario solidario

El sector empresarial, el más afectado con la crisis económica generada por la pandemia, trató de convencer al presidente para darles facilidades de pago de impuestos para evitar despidos, pero fueron rechazados.

El tono que de inicio fue conciliador, después molesto y hasta retador por parte del Consejo Coordinador Empresarial, liderado por Carlos Salazar Lomelí, bajó el tono y sugirió hace unos días que harán lo que el presidente los convenza de hacer.

En tanto la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) férreo crítico de las decisiones del gobierno federal, propuso la creación de un salario solidario que consiste en que una parte del salario que recibe el trabajador se pague con recursos provenientes del erario, es decir de los impuestos que todos pagamos. La medida funcionaría solo durante la contingencia sanitaria y asegura Coparmex que es viable.

La propuesta va en línea con la hecha por Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México y cercano al primer mandatario.

“Lo que yo propongo es un apoyo complementario al pago de la nómina, que puede ser mediante un apoyo del gobierno federal, para ayudarles a sobrevivir, en este momento es importante hacer que esas empresas no quiebren como resultado de esta situación atípica en la que estamos, trato de proponer medidas para que los costos económicos de la crisis no sean tan grandes como podrían ser si no actuamos en consecuencia”, expuso en una análisis personal de la crisis financiera derivada del COVID19.

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