La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) pagó más de 211 mil pesos en tamales, carne de res en pipián, la ensalada de verdolagas, dulce de leche y helado de plátano para deleitar al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y varios líderes sindicales.
“El costo del servicio de comida para la Conmemoración del 1 de mayo (Día Internacional del Trabajo), evento realizado en el Salón Tesorería del Palacio Nacional, fue de 211 mil 705 mil pesos más impuesto al valor agregado (IVA)”, según la dependencia dirigida por Luisa María Alcalde Luján.
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El menú ofrecido al mandatario, funcionarios y representantes de las centrales obreras como la CTM, CROC, CROM, CATEM y otras fue un tamalito en salsa de flor de calabaza, carne de res en pipián con pan de elote, ensalada de verdolagas y un dulce de leche con helado de plátano, de acuerdo con información a la que tuvo acceso RS.
Para organizar esa comilona se compraron 200 menús para servirse los invitados especiales a la conmemoración del Día del Trabajo. El costo de ese servicio fue de 108 mil pesos.
A lo largo y ancho del Salón Tesorería, un espacio lujoso y luminoso donde se hacen todos los días las mañaneras y donde también se recibe a invitados como empresarios, se instalaron 22 mesas banqueteras, 22 manteles, 200 sillas y personal de servicio, así como la vajilla y cristalería. Por todos esos utensilios se pagaron más de 83 mil 650 pesos.
La dependencia también se vio obligada a desembolsar 20 mil 055 pesos por cargo extraordinario por día feriado, eso significa que se le pagó el doble de salario a los meseros, que servían la comida caliente al fundador de Morena y a sus invitados de honor.
“Nosotros no vamos a cooptar a nadie. Nosotros lo que queremos es que en el marco de la legalidad se mejoren las condiciones de vida, las condiciones de trabajo y que salga adelante nuestro querido México”, dijo el Presidente durante su discurso dado el 1 de mayo.
A la comida fueron invitados todos los líderes sindicales, agregó el mandatario. En las listas de invitados consultadas no aparece Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero ni tampoco Víctor Flores Morales, secretario general del sindicato de ferrocarrileros.
López Obrador convocó el 1 de mayo a comer a Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y presidente del Consejo del Trabajo, así como a Isaías González Cuevas, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
En la CTM y CROC están afiliados mil 189 sindicatos, federaciones y otros organismos quienes defienden a los trabajadores del sector público y privado. Muchos de esos sindicatos negociaron los contratos colectivos de las armadoras, maquiladores y otras industrias que están establecidas, tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), y Pedro Haces Barba, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), fueron llamados a estar con el presidente.
Al almuerzo con el ex jefe de la Ciudad de México también fueron invitados dirigente de la CTM-Sonora, Javier Villarreal Gámez, quien amenazó con llevar el 8 de julio la huelga en unas 2 mil empresas de la entidad fronteriza. Todo eso quedó en amenaza.
Otro que fue requerido para convivir en Palacio Nacional fue el líder del Sindicato Nacional de la Industria Petroquímica, Similares y Conexos de la República Mexicana y secretario sustituto de la CTM, Gilberto Muñoz Mosqueda, quien fue asesinado el 11 de mayo de 2019, en Salamanca Guanajuato.
La STPS convocó al festejo a Joel Ayala Almeida, secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, Arturo Olivares Cerda, secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), y Marco Antonio García Ayala, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA). Ellos amenazaron al Presidente de la República con usar toda la fuerza de los trabajadores, ya que exigían la reinstalación de personal y que les entregaran recursos económicos para sortear la crisis del sector Salud.
A Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y Víctor Fuentes del Villar, Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), les pidieron acudir el 1 de mayo a Palacio Nacional.
Agustín Rodríguez Fuentes, secretario Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), y Francisco Hernández Juárez, líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), les mandaron una invitación para estar con el fundador de Morena.
López Obrador estuvo acompañado de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación (Segob), Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadana (SSPC), Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
El presidente convivió con la titular de la Secretaría del Trabajo, quien invitó a sus padres Bertha Luján y Arturo Alcalde.
La comida española
La tarde del 30 de enero de 2019, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador ofreció una comilona en honor a la visita de estado de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, el mandatario del gobierno español.
La sede de aquella comida, que costó 592 mil 173 mil pesos, fue el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Hasta ahí llegaron funcionarios del gobierno de López Obrador y de Sánchez Pérez-Castejón, así como empresarios españoles y mexicanos.
Creatividad y Espectáculos, una compañía del empresario Alejandro Soberón, llevó de menú calló de riñón con cebolla morada y cilantro, mole de hoja santa y tamal de quelites, así como lobina con piña, chile cascabel y xoconostle, y mamey, pixtle y taxcalate.
“El servicio proporcionado consistió en el menú para la comida, bocadillos mexicanos, mantelería, mesas y sillas, centros florales y meseros. El servicio incluyó el chef que preparó los alimentos, por lo que no se realizó un pago adicional por este concepto”, dice un documento de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En esa ocasión fueron 398 los invitados y lo contratado incluyó servicio de café, de barra fría, alimentos, mesas, sillas, mantelería y servilletas, cubiertos y cristalería, meseros “y los complementos necesarios, por lo que no se requirieron los servicios adicionales de un chef”.