Atrás deberán quedar lustros de chantajes sexuales a cambio de escalafones laborales para la maestras -que eran un sector oprimido en el ascenso profesional-, luego de que la contrarreforma educativa fue aprobada en lo general en el Congreso de la Unión, el pasado 8 de mayo en un periodo extraordinario ex profeso.
La contrarreforma educativa establece que habrá una ley que regule los ingresos de los profesores que se formen en las escuelas normales, su promoción y su reconocimiento.
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Desmenuzando esta iniciativa significa que, primero, y por encima de todo, está el interés superior de la niñez, es decir, su acceso y derecho inalienable a la educación. Desde los cero a los cuatro años. Esa es la educación inicial, cuando hay corrección neuronal.
¿Y al frente de ellos quiénes están? Maestros. ¿Y quiénes son éstos?
Deberán ser profesionales académicos que, con base en sus conocimientos, tienen la responsabilidad de un grupo de una escuela pública para encaminar a los educandos a la vida. Es el mejor escenario. El deseado.
Sin embargo, y empezando por ese punto vital, los maestros tendrán que sujetarse a evaluaciones para aspirar a tener un puesto dentro de la carrera de la docencia.
El debate legislativo, de horas y horas, engendró en el Partido Acción Nacional (PAN) la falta de empatía en torno a cómo asignar las plazas laborales de los maestros sin que el sindicalismo intervenga.
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El artículo decimosexto lo prevé: “Con la entrada en vigor de las presentes disposiciones, los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación se regirán por el artículo 123 constitucional Apartado B. Con fundamento en este decreto, la admisión, promoción y reconocimiento se regirán por la ley reglamentaria del Sistema de Carrera de las y los Maestros”.
Este punto, sólo éste en gran medida, deberá destrabarse en un segundo periodo extraordinario de sesiones, incluso, para más claridad, antes de que inicie el próximo ciclo escolar de agosto.
De acuerdo con la diputada priista Cynthia López Castro, secretaria de la Comisión de Educación, la reforma, si bien rescata muchos puntos de la ley vigente, los legisladores deberán estar atentos a la aprobación de las leyes secundarias de esta reforma constitucional, pues hay resquicios para que el sindicalismo maneje las plazas a su antojo.
Con la reforma de 2013, ha señalado a diversos espacios, se logró que las maestras ya no cedieran a chantajes sexuales, porque así se daban las plazas de los docentes.
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“Da pena decirlo, pero así era. Cuando vino la reforma de nuestro presidente Enrique Peña Nieto se buscó el fin a esos favores. Suena mal, pero las maestras tenían que prostituirse. Hoy no avalo que no haya garantía de quién va a estar al frente de la educación de nuestros niños y niñas”, expresó la legisladora priista.
Hija de una profesora, López Castro ha dado siempre su voto contra lo que se ha aprobado, incluso es vista como la más férrea opositora priista a la reforma.
Pese a que en el decimosexto del artículo tercero se subraya que caerá en el Estado el manejo de la nómina y la asignación de las plazas, Cynthia López Castro tendrá que ser una legisladora que dé una postura sobre si la reforma educativa de la 4T va en camino a lo “ideal”, o dar marcha atrás a su oposición.
