La añeja estrategia de presión del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) para que las autoridades universitarias cedan a las demandas de aumento salarial, ampliación de plazas y revisión del Contrato Colectivo de Trabajo, han resultado contraproducente.
El cierre de avenidas, organizar mítines afuera de Palacio Nacional y convertir las negociaciones laborales en un “tianguis en plena hora de venta” para exigir más beneficios en cada reunión no ha tenido el efecto que esperaban: las autoridades universitaria no ha aceptado sus peticiones, pero ya generaron descontento en la opinión pública.
En cambio las autoridades de la UAM potencializaron la huelga, que estalló desde el pasado 1 de febrero y tiene sin clase a 58 mil estudiantes, con el uso de redes sociales, en especial Facebook.
En la cuenta oficial “Universidad Autónoma Metropolitana”, que tiene más de 195 mil seguidores, se transmiten en vivo y luego se guardan los videos de las reuniones de conciliación.
Además, utiliza este canal para difundir los comunicados oficiales en los que informan los avances de las negociaciones; comparten notas informativas sobre el conflicto laboral; y atraen cada día a más interesados en saber lo que ocurre. Esa estrategia resultó un éxito en el trabajo de polarización, pues la gente se queda en su cuenta y desde ahí, y con su lenguaje, se enteran de lo que ocurre.
En respuesta, el sindicato tiene abiertas al menos siete cuentas en Facebook, con muy poco contenido, pero a la vez, una gran cantidad de comentarios negativos en torno a sus peticiones en medio del conflicto laboral.
La cuenta SITUAM_Oficial tiene poco más de 13 mil seguidores, que no es ni siquiera el 10% de lo que tiene la universidad, lo que limita su capacidad de difusión.
En Twitter la situación es similar. La UAM publica continuamente comunicados y videos, y recibe comentarios de usuarios que reprueban la huelga. En tanto, en la cuenta del Secretario General, Jorge Dorantes, se redirecciona la mayor parte del contenido a su perfil en Facebook, en donde es poco el apoyo y muchos los señalamientos por su mal manejo del sindicato y por su supuesta afición en la contratación de acompañantes (escorts), así como presunta evidencia de conversaciones con contenido sexual.
No ceder, es la consigna.
Las negociaciones para levantar la huelga están empantanadas e incluso, el sindicato no descarta que el movimiento se extienda al mes de abril, pues los dirigentes sindicales no quieren ceder a las demandas que han presentado, y en las que se incluye el aumento salarial de 20%.
Expertos en temas sindicales consultados por RS, revelaron que la máxima de los líderes sindicales y sus agremiados, es “no ceder”, y mantenerse firmes en sus peticiones. Así lo ha hecho la representación de trabajadores, pero la polarización que se ha generado a través de las redes sociales los coloca en una posición cada vez más lejana para lograr el cumplimiento de sus demandas.
“Quieren ganar lo de un rector, no mamen”, “debería desaparecer el sindicato”, “mejor pidan cursos educativos y capacitación”, “este sindicato siempre ha tenido un carácter reventador, anti institucional”, son algunos de las expresiones que la comunidad universitaria he vertido en Facebook.
La propia UAM no se salva de los reclamos virtuales, pues alumnos, ex alumnos y académicos culpan al rector Eduardo Peñalosa Castro de no negociar para acabar con el paro de actividades y regresar cuanto antes a clases.
Lo critican por tener un el sueldo de 178 mil pesos, que es mayor del que percibe el presidente Andrés Manuel López Obrador y con lo que estaría violando la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos; pero le critican la inflexibilidad para ceder a las demandas y la falta de negociación previa que hubiera evitado la huelga.
“No habrá incremento más allá del 3.35, es lo que ofrecemos, también ofrecemos 3 por ciento en retabulación de algunas de las plazas y un 4.24 por ciento de incremento en el vales de despensa, eso es lo que tenemos, no podemos movernos de ahí porque no tenemos más”, expuso el director.
Para el líder sindical, Jorge Dorantes, la UAM cuenta con los recursos para cubrir los aumentos, pero se niega a hacerlo.
“El mensaje es muy claro, tratemos de no caer en provocaciones por parte de la institución”, apuntó y dijo que buscarán la intervención del Presidente de la República, junto con otras universidades, cuyos trabajadores también están en huelga como la Universidad Autónoma de Chapingo, en el Estado de México; la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, en Coahuila; y el Colegio de Postgraduados.
“Nos van a correr”
Entre los huelguistas hay un sector que critica la inflexibilidad en las negociaciones tanto de sus líderes como de la universidad y al que le preocupa que al resolverse el conflicto laboral y regresen a sus respectivas unidades, sean despedidos.
Si bien el pliego petitorio exige que no haya represalias contra los participantes, temen que suceda lo mismo que en Matamoros, donde los trabajadores de maquiladoras que consiguieron el aumento del 20% y el bono de los 32 mil pesos fueron despedidos al poco tiempo.
“Ya nadie es intocable y sí nos preocupa que al volver todo a la normalidad, nos vayan a correr. Hay mucha incertidumbre, sólo nos piden aguantar y sumarnos a la lucha, pero ya llevamos más de un mes sin cobrar y que encima, nos vayan a correr, así ya no nos convino esto”, comentó un trabajador en huelga, durante su turno de guardia en las instalaciones de la UAM Azcapotzalco, el cual solicitó el anonimato.
A su vez, hay decenas de profesores que realizan guardias en los accesos con banderas rojinegras, para evitar que las retiren y esperan ansiosos un acuerdo, el cual, para el tiempo, y no se logra.
Adiós al trimestre
Para los estudiantes universitarios el estallamiento de la huelga ha significado pérdida no sólo de clases, sino de becas, retraso en el trámite y expedición de títulos, al interior de los campus el descuido y posiblemente la pérdida total de investigaciones con seres vivos.
La situación empeora cuando académicos en activo, calculados en 9 mil 929, han denunciado que no recibieron su sueldo en febrero y lo que va de marzo, lo que impacta en su economía familiar.
Se detuvo el proceso de jubilación de 50 académicos que estaban a punto de hacerlo, mientras que otros que se encuentran en el extranjero realizando estancias de investigación no han recibido los recursos de financiamiento que requieren para sus actividades y manutención. En tanto, la programación cultural ya calendarizada para febrero y marzo fue cancelada.
Entre los casos más destacados está el de la Unidad Iztapalapa, donde una investigación de nanotecnología sobre cáncer de mama, que cuenta con recursos internacionales, podría perderse ya que las células con las que trabajan están congeladas y al no ser reactivadas en el periodo previsto en el protocolo quedarán inservibles para el proyecto.