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Líder seccional enfrenta denuncias por golpes, robo, fraude…

Héctor Carreón ha librado todos los señalamientos en su contra hasta ahora, pero eso podría acabar muy pronto.

Hector Carreón Garcés, secretario de la sección 12 del Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México (SUTGCDMX), enfrenta al menos 51 denuncias por lesiones por golpes y lesiones dolosas, daño en propiedad ajena, fraude, robo, amenazas y falsedad de declaraciones y ejercicio ilegitimo de la autoridad.

A estas denuncias penales se suman decenas de cartas de los trabajadores del área de salud –que están adscritos a esta sección– denunciando irregularidades en las convocatorias de escalafón y de asignación de plazas.

Sin embargo, ninguna autoridad de la Ciudad de México ha procedido en contra de él… hasta ahora. Aunque Carreón asegura que tiene el favor de la administración capitalina, lo cierto es que desde que llegó Claudia Sheinbaum a la jefatura de gobierno no ha tenido audiencia con ningún funcionario.

Incluso, fuentes al interior de la administración aseguraron que pronto será removido de su cargo, precisamente por la gran cantidad de denuncias que han recibido de los trabajadores de salud en contra de su líder sindical.

Documentos en poder de RS, revelan que Carreón ha actuado en contra de los trabajadores a los que representa, con acciones que van desde las amenazas y los insultos, hasta los golpes. No importa si son hombres o mujeres, enfermeras, médicos o personal administrativo, el sujeto ha arremetido contra ellos cuando han tenido algún conflicto.

Carreón ha actuado con violencia, incluso, antes de llegar a la secretaría general, cuando ocupaba puestos menores dentro de la sección. Y ese comportamiento se ha mantenido a lo largo de los años.

Uno de los casos más sonados fue en 2007, cuando golpeó al doctor Gunther Figueroa Acebo en el Hospital Ruben Leñero. En ese momento Carreón Garcés era un funcionario menor del hospital; siete años antes había llegado como chofer de ambulancia y con el tiempo alcanzó posiciones superiores dentro de la institución.

El 17 de junio de 2007, el dirigente seccional exigió al doctor Figueroa Acebo que abandonara el hospital, ya que no podía estar trabajando por problemas que se habían suscitado dos semanas antes y que, a decir del médico, ya habían sido resueltos.

Después de un intercambio de palabras, Carreón tomó por el cuello al médico y le gritó que lo iba a matar. Aunque la policía auxiliar intervino, no lograron que Carreón lo soltara; fue hasta que la funcionaria del Ministerio Público del hospital, Thanya Solís Tally, logró que lo soltara, no sin antes empujar al doctor y amenazar a la mujer con golpearla si no se quitaba.

Este no fue el único hecho. En una ocasión golpeó al trabajador Mario Aguirre en los pasillos del hospital de Balbuena. Testigos afirmaron que ambos se cruzaron y Carreón le preguntó “¿qué me ves?”, a lo que el empleado respondió “ni que estuvieras tan guapo”.

El intercambio de palabras terminó en una pelea, en la que Carreón “le rompió la cara” al empleado de salud, de acuerdo con personas que presenciaron los hechos.

Ahora, como secretario general, ya no golpea directamente a los trabajadores, sino que envía a Benigno Martínez Escalante, secretario de Trabajo y Conflictos, a violentar a aquellos que se manifiesten en su contra.

El 26 junio de 2017  Martínez Escalante y un grupo de golpeadores agredieron a las enfermeras del Hospital General de Iztapalapa que exigían que regresaran a laborar los 64 comisionados sindicales que había autorizado el sindicato.

Las enfermeras argumentaron que cada una de ellas debía atender hasta a 20 pacientes por jornada, lo que les representa una sobrecarga laboral excesiva, en deterioro del servicio.

El día de la agresión, en ese hospital enfermeras y autoridades habían instalado una mesa de negociación para buscar soluciones, misma que terminó con la agresión a las mujeres.

Trabajadores denunciaron que Carreón Garcés se encontraba a unos metros del lugar de los hechos y que ordenó la agresión para terminar las negociaciones y mantener los privilegios de los comisionados, quienes eran personas afines a su grupo.

Por estos hechos, se iniciaron 36 carpetas de investigación y, pese a que se presentaron videos, fotografías y declaraciones, sin que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México haya consignado el asunto a los jueces penales.

Las agresiones han persistido en los otros hospitales. En noviembre del año pasado, nuevamente Martínez y su grupo de golpeadores ingresaron al Hospital General de Tláhuac, buscando al director de Recursos Humanos; al no encontrarlo comenzaron a recorrer el hospital, mientras agredían física y verbalmente a quienes se encontraban a su paso.

Trabajadores les reclamaron la actitud agresiva que mantenían, pero temieron que la situación se saliera de control, pues los sujetos iban armados. Para evitar que sucediera algo peor, los trabajadores llamaron al 911 y solicitaron el auxilio de la policía.

Los empleados acordaron el inmueble, pero ni así pudieron evitar que Benigno Martínez escapara. Los policías pudieron únicamente a algunas personas que iban con él y los trasladaron Ministerio Público de Tláhuac, donde los trabajadores presentaron cargos en su contra.

Ninguna autoridad ha dado seguimiento a las denuncias y la impunidad prevalece en esta sección sindical, pese a que la diputada Beatriz Rojas presentó en la VII Legislatura de la Asamblea Legislativa un exhortó al entonces secretario de Salud capitalino, Armando Ahued para que atendiera las denuncias en contra de Héctor Carreón y los funcionarios allegados a él. Aunque el punto de acuerdo se ingresó, nada sucedió.

Fraudes en el sector salud 

Héctor Carreón está acusado de la venta de plazas, así como de la manipulación del escalafón de la Secretaría de Salud para premiar a las personas que lo han ayudado a mantenerse en el poder con sueldos y prestaciones adicionales que reciben al momento de ascender de puesto.

En 2013, los trabajadores presentan una dedica ante la Contraloría General de l gobierno capitalino, en la que denunciaron a Carreón Garcés, recién nombrado secretario general de la sección 12 del SUTGCDMX; a Alejandro Mayen García, secretario del interior; Uriel Carrasco Martínez, secretario de Escalafón; y a Irene Ramírez Gutiérrez, Jonathan Rojas Ramírez y Mario Alberto Delgadillo Monterrubio, jefes de servicio por tener estos cargos sin cumplir con los requisitos correspondientes.

“Estos sujetos, sin haber participado en ningún concurso escalafonario, ni cumplir con el perfil contenido en el profesiograma que rige los puestos del personal que corresponde al universo G galenos, y sin cumplir con el perfil académico, se les han asignado dichas categorías”, señalaron los denunciantes en su declaración.

Los empleados acusaron al gobierno capitalino de contubernio y corrupción, al permitir que personal sin el perfil adecuado accediera a puestos que deben ejercer personal con preparación académica y trayectoria profesional en el campo de la salud pública.

Pese a los señalamientos y la presentación de pruebas, Carreón se mantuvo en el puesto y logró reelegirse para un segundo periodo, sin que ninguna autoridad se lo impidiera.

En 2018 los agremiados del área de salud enviaron otras denuncias por el mal manejo del escalafón digitalizado que el ex jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, anunció con bombo y platillo un año antes para dar certeza a los trabajadores de su crecimiento dentro del servicio público.

El 15 de enero de ese año, un grupo de enfermeras enviaron una denuncia a Mancera en la que detallaron que nunca fueron noticiados de la convocatoria para participar en el concurso de escalafón, no vieron las aulas donde se aplicaron los exámenes y tampoco se les pidieron los documentos que acreditaran su experiencia laboral.

En cambio, el líder de la sección 12 publicó una lista en la que aparecen los nombres de las personas seleccionadas para acceder con el escalafón digitalizado.

“En la lista se observa el amiguismo, el influyentismo, la falta de ética profesional y la corrupción de quien o quienes aplicaron estos ascensos escalafonarios”, señalaron las enfermeras en su carta.

El documento lleva un anexo de la lista de las personas seleccionadas, en las que se observa como un auxiliar de cocina del Hospital de Tláhuac se convirtió en técnico radiólogo; otro auxiliar de cocina del Rubén Leñero pasó a terapista; dos afanadores llegaron a promotor en salud  e inhaloterapista en el Hospital de Xochimilco, mientras que otro se convirtió en trabajador social en el de La Villa.

Y así la lista sigue con 188 personas que se vieron beneficiadas por las irregularidades en el concurso organizado por Carreón para sus allegados.

En mayo de ese mismo año, las enfermeras interpusieron otra denuncia ante la Contraloría General de la Ciudad de México por los mismos hechos que denunciaron meses antes a Mancera y por los cuales no hubo acciones.

En la denuncia señalan que el mismo Carreón se benefició con este concurso, ya que pasó de Promotor de la Salud a Jefe de Servicios Universo G, un puesto que debe ocupar un médico con trayectoria y preparación académica.

De igual manera, se señala que la mayoría de los trabajadores que ascendieron en el escalafón están comisionados, es decir, que no están realizando labores en los hospitales a los que están adscritos, por lo que no pueden acreditar asistencia y puntualidad, desempeño laboral, capacitación y acreditación para el puesto y otros requisitos que se piden para ocupar el puesto que les fue asignado.

Las enfermeras calificaron el proceso anunciado por Mancera como un fraude a los trabajadores y exigieron una investigación a Carreón.

Delitos hasta en su vida privada

Como si las acusaciones por golpes, lesiones y amenazas fueran poco, Carreón Garcés también enfrentó a la justicia por piratería.

Antes de convertirse en trabajador de la Secretaría de Salud capitalina tenía cinco puestos de películas y discos piratas, mercancía que venía en el tianguis de la Balbuena, en la zona donde vivía con su esposa y sus hijas.

En el año 2000  lo acusaron del delito de daño a los derechos de autor, por lo que lo estuvo preso cinco meses cinco días en el Reclusorio Oriente.

Una persona involucrada en el juicio contó a RS que el líder sindical salió gracias a que personas allegadas a él pactaron con los testigos, quienes recibieron dinero a cambio de decir que no conocían a Carreón. Con estas mentiras la empresa no pudo sostener las acusaciones, el juicio se suspendió,  sus allegados pagaron una fianza de 20 mil pesos y recuperó su libertad.

Estas no son las únicas acusaciones en su contra. De acuerdo con los trabajadores de la sección, Carreón ha tenido hijos con la menos mujeres que trabajan en el sector y a ninguna de ellas les da dinero para la manutención de los menores.

Por esto también existen denuncias que lo acusan de no dar la pensión correspondiente.

No más corrupción

Durante la administración de Miguel Ángel Mancera, Héctor Carreón estuvo bajo el cobijo de su gabinete y del secretario general del SUTGCDMX, Juan Ayala. Esto le permitió abusar del poder que amasó desde 2013, cuando se convirtió en líder de la sección 12.

Carreón presumió durante años su amistad con la cúpula del gobierno capitalino ante los agremiados y se aprovechaba de estos favores para vender plazas, beneficiar a sus allegados y mover a los agremiados a su antojo.

Esto se vio en el periodo electoral del año pasado, al movilizar a los trabajadores de su sección a los actos de campaña de Alejandra Barrales, candidata a la jefatura de gobierno por el PRD. En los audios y mensajes de WhatsApp que se hicieron públicos, se escuchaban y leían las órdenes que el líder dió para que los trabajadores acudieran a los eventos de la perredista, pese a que esto está prohibido por la ley electoral.

Tanto la candidata como Carreón fueron denunciados ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México, y aunque fueron exonerados de la acusación, los trabajadores no se cansaron de denunciar que fueron obligados a participar en estos actos proselitistas.

Sin embargo, tras la derrota de Barrales en las urnas y la llegada de Sheinbaum al Palacio del Ayuntamiento, la caída de Carreón parece inminente, pues la jefa de gobierno aseguró que no se permitirán más actos de corrupción dentro del sindicato de la Ciudad, que dañen a los trabajadores honestos y responsables con sus labores.

Las labores de limpieza ya empezaron en el Sindicato de Bomberos, en el cual Sheinbaum designó directamente al nuevo director general. Es cosa de tiempo que los cambios comiencen también al interior del SUTGCDMX.

Cuando se quemo el hospital de Cuajimalpa tenia que exigir una investigación pero le dieron plazas para que se quedara callado y ya no dijera nada de la investigación, Hector dijo que era amigo de ruvacalba y sale en fotos con el.

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