Víctor Rayek Mizrahi, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, analiza y presenta el panorama de esa notable fuente de trabajo en entrevista con RS.
Asevera que la Industria del Vestido – Confección vive uno de los momentos más críticos de los últimos años. A febrero de este año, antes de la pandemia, se estimaba que la Industria tenía una capacidad utilizada del 80%.
Actualmente, se han dado diversos factores que presionan de manera significativa al sector del Vestido – Confección, entre los cuales se encuentran:
La suspensión temporal, y en algunos casos definitiva, de pedidos de los retailers, así como la suspensión temporal de compras de prendas de vestir por parte del consumidor final.
La reacción tardía de la autoridad para apoyar la reconversión de las empresas nacionales, para la proveeduría de insumos y productos sustituyéndola en un principio por insumos y productos importados.
Esos factores hacen que hoy día las empresas operen a niveles cercanos al 40% de su capacidad instalada. Esto ha provocado el cierre de una gran parte de la planta productiva en nuestro país.
En el comparativo julio 2019 vs julio 2020, el número de trabajadores formales se redujo en 44,670 trabajadores, equivalente al 13.6% del empleo del sector.
Por otro lado, comparando julio 2020 respecto a junio 2020, se observó una pérdida de -3,608 empleos formales.
Los estados más afectados fueron: Puebla, CDMX, Estado de México, Durango, Coahuila, Yucatán, y Baja California, que concentran el 64.4% de las pérdidas de empleo en el sector.
Cabe destacar, que a pesar de la situación del COVID 19, Zacatecas, Oaxaca, Chiapas y Nayarit, generaron empleo durante el mes de julio del 2020.
CONTRABANDO NEFASTO
Rayek Mizrahi, establece que en un estudio realizado por Kurt Salmon en el 2002, se llegó a las siguientes conclusiones:
El mercado de prendas de vestir en nuestro país alcanzaba un valor de $16,295 millones de dólares.
Se estimó que el 58% del mercado doméstico era abastecido por el contrabando y la ilegalidad, equivalente a $9,452 millones de dólares.
La población de nuestro país en ese año, oscilaba los 100 millones de habitantes y el consumo per cápita era de $162.95 dólares por mexicano.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE), comenta que el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, publicó en 2016, un estudio en el que señala que, de acuerdo con el Comité Interinstitucional para la atención y protección de los derechos de autor y de propiedad intelectual, la mitad de las prendas de vestir que se consumen actualmente en el mercado tienen su origen en el contrabando, con una pérdida estimada de $9,451 millones de dólares en perjuicio del sector y afectaciones a 400 mil empleos.
Cifras que coinciden con las reportadas en el estudio de Kurt Salmon.
Víctor Rayek expresa que para actualizar las estimaciones del estudio de Kurt Salmon, se parte de lo siguiente:
En el 2020, la población en nuestro país es de alrededor de 127.8 millones de mexicanos. Si el consumo per cápita se mantiene, el tamaño actual del mercado para prendas de vestir es de alrededor de $20,860 millones de dólares.
Y si se mantuviera la proporción de que el 58% es abastecido por la ilegalidad, esto equivaldría a cerca de $12,300 millones de dólares.
De esos $12,300 millones de dólares, producto de la ilegalidad, que no sólo afecta a la industria, si no al país en su conjunto, se estima que el erario público deja de percibir anualmente por concepto de IVA e ISR, alrededor de $6,273 millones de dólares, es decir, aproximadamente $125 mil millones de pesos.
¿Qué estímulos fiscales o programas emergentes se demandan al Gobierno Federal para superar la Crisis?
A través de nuestra cúpula, la CONCAMIN, se presentó un documento al Gobierno Federal, en cuya elaboración la CANAIVE participó con algunos puntos ahí plasmados, particularmente en lo relativo a reforzar la lucha contra el contrabando y la ilegalidad así como la condonación temporal del impuesto sobre nóminas.
El documento incluye: Acciones inmediatas de carácter general, propuestas sin costo fiscal, propuestas con costo fiscal pero de impacto favorable sobre el empleo, entre otras propuestas. De estas peticiones, ninguna se ha concedido al sector privado.
¿Cómo daña a la industria nacional la importación de ropa usada?
El quebranto a la industria por la introducción al país de ropa en paca y usada asciende a casi mil millones de dólares.
Es importante señalar que la ropa usada constituye un riesgo sanitario y está prohibida su internación y comercialización en el país, porque es un foco de trasmisión de bacterias y enfermedades. La única forma en que se puede internar es en los casos en los que haya una declaratoria por parte de la Secretaría de Gobernación de emergencia – Plan DNIII.
En muchos casos, las fracciones arancelarias de trapos mutilados o picados y artículos de prendería, son utilizadas para introducir al país ropa usada, mejor conocida como “ropa de paca” y que destinan para venta al público en territorio mexicano.
Adicional a lo todo lo anterior (contracción general del consumo en México y venta de ropa en pacas), la industria del vestido tiene años enfrentando el contrabando, la piratería, el robo de mercancía (robo a transporte), y el incremento de importaciones con presunta subvaluación.
Es lamentable el impacto del comercio informal en la rama de la industria del vestido. El 58% es abastecido por la ilegalidad, esto equivaldría a cerca de $12,300 millones de dólares.
¿Cuál es, en estos momentos, la problemática que enfrenta la industria del vestido?
La respuesta del presidente de la CANAIVE, es contundente:
Contrabando e ilegalidad
Que el 58% del mercado sea abastecido por la ilegalidad, esto es de alrededor de 12,300 millones de dólares, significa un daño no sólo la industria, si no al Erario.
Las prácticas desleales del comercio (triangulación, subvaluación, subfacturación) crean una disrupción en el mercando. Bajo estas prácticas, las empresas formalmente establecidas se encuentran en una amplia desventaja, dañando con ello la inversión, el empleo, la calidad y el esfuerzo por mejorar día a día de las empresas formalmente establecidas.
En ese marco, el costo de la energía es un elemento fundamental para la fabricación de prendas de vestir. Por ejemplo, con Brasil, un país que guarda condiciones de población e industria similares al nuestro, el costo de la energía eléctrica es entre un 25 a 30% más barata, y esta situación que nos resta competitividad respecto a economías similares a la nuestra.
INSEGURIDAD, AGRAVIO LESIVO
Pero el perjuicio va más allá. El fenómeno de la inseguridad ha afectado sin lugar a dudas a todo el país. Para el sector, los robos en el trasporte en carreteras, se ha convertido una problemática que no sólo ha incrementado costos por contratación de escoltas y ha ocasionado pérdidas cuantiosas cuando no se puede recuperar la mercancía robada y cuando no se entrega a tiempo a los clientes.
Rayek Mizrahi expresa que desafortunadamente se ha observado que el marco regulatorio bajo el que opera la industria, cambia a una velocidad que es difícil seguir.
Además de que requieren inversiones para poder cumplir con las regulaciones, ya que cuando estas cambian, se pierde esa inversión y obliga a nuevos gastos operativos y adecuaciones en la operación interna de las empresas.
Algunos ejemplos son: las Misceláneas fiscales, Reglas de operación al comercio exterior, modificaciones a Tratados de Libre Comercio, por mencionar sólo algunas.
Evidentemente, expresa, estas situaciones ponen en una desventaja competitiva al sector mexicano, que dificulta la operación, la inversión y el empleo además de encarecer costos, y se convierten en una problemática que desvían la atención de los empresarios de su principal labor, emprender e innovar y a todo esto hay que agregar la falta de liquidez ante la lenta reactivación de la economía, donde las ventas son casi de cero.
Agrega que la Industria del Vestido – Confección, tiene gran relevancia en cuanto a su impacto directo en 176 actividades económicas, de un total de 262.
En el primer trimestre del año, la Industria del Vestido-Confección representó el 1.8% del PIB manufacturero.
Al segundo trimestre del año, la Industria del Vestido-Confección representó el 0.8% del PIB manufacturero.
El sector presenta su sexto trimestre de contracción consecutiva, pero al segundo trimestre, se dio una reducción nunca antes vista en la industria, del orden de -70.7%.
La Industria del Vestido-Confección, se posicionó como el segundo sector con mayor contracción dentro de la industria manufacturera, tan sólo después de la industria del cuero y calzado, que se contrajo en 76.7%. El sector manufacturero en su conjunto registró una contracción del 29.6%.
Rayek Mizrahi considera que los principales retos y desafíos en la calidad de la materia prima son sustanciales porque la cadena fibras – textil – vestido, ha trabajado de manera conjunta por muchos años en la integración del full package (paquete completo).
Sin embargo, reconocemos que el abasto de muchos insumos, ya sea por temporadas, volúmenes, precio o moda, cambian a una velocidad que rebasa a muchos de nuestros proveedores. Por ello, ha sido necesario que el sector buscar proveeduría fuera de nuestro país.
Los cambios acelerados en los hábitos de consumo del mercado, también son factores que motivan a que se tengan que comprar “insumos de moda” para satisfacer la demanda. Aunado a ello, para muchas empresas principalmente las IMMEX, los insumos son provistos por las mismas marcas, ya que ellos operan bajo esquemas de compras consolidadas a nivel global, que les permiten mejorar los costos y estandarizar la calidad que ofrecen en sus puntos de venta.
Desafortunadamente, para algunos de los proveedores de insumos dar la respuesta en tiempo, volúmenes calidad y precio, ha sido el principal factor de no lograr la integración del full package, sin embargo, seguimos trabajando como cadena para que esto se llegue a dar en un futuro no muy lejano.
La Cámara Nacional de la Industria del Vestido, es una institución de interés público, autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propios, con 75 años de existencia, representa, promueve y defiende a nivel nacional e internacional los intereses de la Industria de la Confección establecida en México, mediante estrategias y acciones que fomenten su desarrollo sostenido y sustentable, al ser un organismo dinámico y eficiente que impulse el crecimiento competitivo de la Industria de la Confección.
Explica: Actuamos en todo el territorio nacional a través de nuestras Delegaciones y Secciones Nacionales y trabajamos en temas de relevancia para nuestro sector mediante Comisiones específicas como Comercio Interior, Aduanas, Comercio Internacional, Educación, Metrología y Normalización, Propiedad Industrial, entre otras.
Asimismo, promovemos el sector de la confección a nivel nacional e internacional, creando alianzas con el sector gobierno para impulsar la generación del empleo, y con el privado para conectar a nuestros afiliados con empresas compatibles de acuerdo con necesidades específicas.
Participamos en las políticas públicas que el Estado diseña y gestiona, con la finalidad de satisfacer las necesidades de nuestra industria. Un ejemplo de ello fue nuestra participación en las 5 sesiones del Grupo de Trabajo para la Modificación de la NOM-004-SCFI-2006, buscando que no se afecten los intereses de nuestra industria. Se insistió en la necesidad de que las importaciones de prendas de vestir cumplan con esta obligación, como parte del “piso parejo” que buscamos en el mercado nacional para la preservación de los empleos.
¿Tecnológicamente la industria del vestido mexicana enfrenta rezagos, requiere modernizarse, cuál es su realidad?
La Industria del vestido-confección, sin lugar a dudas es una industria que opera en diversos escenarios:
Por un lado, existen los pequeños talleres que han logrado un alto grado de especialización, como en el ensamble, tintorería u otros procesos, donde la habilidad de los trabajadores es más importante que la tecnología, debido a las especificaciones y demandas que requiere el mercado y que es preferible que estos procesos concentren un alto grado de procesos artesanales.
Por otra parte existen las medianas y grandes empresas, que han hecho grandes inversiones y han implementado, además de excelentes controles de calidad, tecnología que les permite estandarizar los procesos de confección, desde las cortadoras laser que llevan sujeción por succión de aire, las líneas de producción en ensambles de especialidad, los procesos de acabados bajo normas totalmente ecológicas.
Por ejemplo, los procesos de desgaste de jeans, donde la contaminación es cero, entre muchos otros procesos que posicionan a estas empresas en estándares internacionales.
Existen ya en nuestro país un grupo de empresas innovadoras que desarrollan esquemas de personalización de prendas de vestir que van desde la toma de medidas a partir de escáner de cuerpo, los cortes con ajuste perfecto, además de esquemas que logística que permiten hacer la entrega del producto directo a las manos del consumidor.
Países asiáticos han inundado el mercado nacional con productos de mala calidad, plástico o materias primas que suplantan telas de primera. ¿Cuál es el daño, la dimensión del perjuicio ocasionado?
A bote pronto el presidente de la CANAIVE expresa que la durabilidad y conservación de la ropa se redujo de unos años a sólo unos cuantos meses, al ofrecerse moda rápida o fast fashion, cuyos textiles no siempre son de la mejor calidad.
Esta mercancía viene principalmente de países asiáticos, ya que las prendas se maquilan ahí a precios de mano de obra subsidiados y sumamente bajos, con condiciones precarias de los trabajadores.
En las reuniones que hemos sostenido con la autoridad, hemos enfatizado que no hay condiciones de competir en igualdad de circunstancias, pues las asiáticas son economías de Estado, no economías de mercado.
¿Hay cierre de empresas por la pandemia, despidos masivos?
La Industria vestido – confección genera valor a partir de sus 8,486 establecimientos al mes de julio del 2020. El sector de la confección reportó una reducción de 398 establecimientos respecto a julio del año anterior, equivalente a la pérdida de 4.5% de las empresas.
Y una pérdida de 59 establecimientos respecto a junio del 2020.