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COVID-19 precariza el empleo en México

El COVID-19 será el argumento a conveniencia de muchas empresas para que la generación de nuevos empleos sea de jornadas cortas y precaria en salarios y prestaciones.

La previsión de los especialistas es una pauperización del 20 por ciento del salario que impactará directamente a trabajadores en situación de vulnerabilidad, lo que empeorará su situación económica personal.

Socorro Manjarréz, analista en recursos humanos, detalló que las ofertas difundidas desde el mes de junio ofrecen afiliación al IMSS pero con sueldos mínimos y la compensación por fuera, lo cual ya ocurría en muchos empleos, pero ahora se está generalizando.

“No es nuevo que la empresa cotice al trabajador con un salario y en términos reales gane más. El problema que significa su normalización ahora es que los trabajadores consienten su desprotección y en la situación de riesgo sanitario que existe puede resultar contraproducente. El IMSS solo responderá a incapacidades con el sueldo cotizado”, indicó.

Comentó que la nueva tendencia en recursos humanos es que el personal contratado ya no recibe o le son reducidas prestaciones como vales de despensa, apoyo para transporte, para uniformes y hasta vales de comida o gasolina, éstos últimos ya tenían tiempo en desuso.

“El sueldo neto del trabajador se está reduciendo porque los incentivos adicionales con los que se compensaba ya no se ofrecen y el trabajador debe asumirlos como gastos, lo que representa un impacto peor para su cartera”, comentó en entrevista con RS Sindical.

La Ley Federal del Trabajo establece doce prestaciones básicas que debe los patrones deben otorgar a sus empleados: aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, prima dominical, día de descanso semanal, licencia por maternidad, licencia por adopción, licencia por paternidad, periodo de lactancia, prima de antigüedad, utilidades y finiquito a la renuncia o liquidación si es despido.

Otra vía de precarización del empleo son la reducción en los horarios laborales, que si bien se realizan bajo contratos definitivos y no temporales, las jornadas son medias y el pago es por hora, lo que ocasiona la baja en la percepción mensual.

El Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF) detectó que los recortes masivos ocurridos durante la pandemia fueron a sectores de la población vulnerables, aquellos con salarios de uno o dos salarios mínimos mensuales, quienes al reactivarse las actividades buscarán trabajo.

Las ofertas tal vez sean las mismas que había en marzo de este año, solo que el sueldo y las prestaciones serán más bajos.

“Los sueldos que de ahora en adelante se ofrezcan serán menores a los que se ofrecieron antes de la pandemia. En lugar de pagar 10 pagarán ocho, es decir, 20 por ciento menos a lo que estaban pagando. Esta es la tendencia que vemos después de la pandemia”, indica un estudio del centro y estima que la recuperación en el mercado laboral mexicano se regularice hasta el año 2022.

Al respecto, Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), reconoció que la disminución en los salarios responde a que las empresas tendrán menos dinero dada la lenta reactivación económica, pero también, la urgencia de mucha gente por conseguir empleo, tras haber sido despedidos durante la pandemia, los orillará a aceptar las ofertas sin negociar las mejores condiciones.

“El desempleo va a ser tan alto, que el poder de negociación del trabajador se va a ir al piso. Entonces, negociar horas de trabajo o salario va a ser muy difícil para los trabajadores. Cuando la empresa tiene a 200 trabajadores entre quienes elegir, la persona que está en el proceso de selección lo sabe perfectamente y prefiere tomar el trabajo”, señaló.

La chamba post COVID

Tras haber probado el homeoffice y mantener los resultados de productividad a un menor costo muchas empresas reconsideraron la necesidad de grandes plantillas de personal, el uso de oficinas, áreas de mantenimiento o limpieza, conectividad, entre otros servicios; sin embargo, la historia no fue igual para los trabajadores quienes estuvieron, y muchos aún están, sometidos a una presión más allá de la normal y desgaste emocional por el encierro y la complejidad que resulta operar desde el hogar. Con este balance se rompe el estimado de “ganar-ganar” que analistas auguraban durante la pandemia.

Con el regreso a las actividades productivas, pese al coronavirus latente y amenazante de la salud de la población, las ofertas de empleo volvieron al mercado pero lejos de ser una buena noticia para quienes perdieron sus trabajos, está siendo frustrante ya que las condiciones que ofrecen empresas desde los grandes corporativos hasta las pequeñas, están por debajo de lo básico.

Socorro Manjarréz expuso que durante la pandemia la oferta de nuevos empleos se mantuvo para repartidores y agentes de call center, incluso en empresas con actividades no esenciales.

“Plataformas para el reparto de alimentos afiliaron a una cantidad impresionante de ‘colaboradores’ dada la demanda de los servicios, pero no mejoró los porcentajes de comisión que reciben de pago, ni tampoco hubo protección adicional en términos de higiene, cada repartidor tuvo que cuidarse a sí mismo. Con los de mensajería fue lo mismo, estaban, y aún están, desbordadísimos, hubo contrataciones al vapor y los mecanismos de entrega perdieron los estándares de calidad y confiabilidad, por ejemplo en Liverpool, en el trayecto de la bodega al cliente fue común que se perdieran productos, lo cual endosa la empresa a los empleados de paquetería”, dijo.

Conforme se han regularizado las actividades económicas en el país la demanda de servicios a domicilio, tanto de alimentos como de paquetería se ha reducido, y con ello, los equipos de trabajo y volvieron los despidos, al menos en estos rubros.

Manjarez, quien por más de 10 años dirigió el área de Recursos Humanos de una empresa de la industria alimentaria, dijo que el coronavirus ha significado un punto de inflexión en el mercado laboral, ya que demostró que el empleado es productivo a la distancia y que la empresa puede pagar menos por ello.

En entrevista para RS Sindical reconoció que la situación que vivimos en el país desde el mes de marzo agilizará la transformación del trabajo hacia entornos digitales que visto positivamente podría hasta mejorar la forma en que la gente trabaja en equipo, produce, crea e innova.

De la mano, las empresas tendrán que comprometerse a mejorar las condiciones del mercado laboral en cuanto a salarios y seguridad social, pues “pareciera que al estar en casa no requieren servicio médico, Infonavit, y todas las demás prestaciones que por ley tienen derecho”, apuntó.

Lento avance

El Instituto de Estadística y Geografía  (INEGI), dio a conocer en su última medición que 1.5 millones de personas volvieron al mercado laboral en el mes de julio, tras la crisis de desempleo registrada en los meses de marzo, abril y mayo, cuando la pandemia del covid obligó al confinamiento generalizado y por ende, la paralización de las actividades productivas con una pérdida de 12 millones de empleos formales y se estima que al menos el doble en informales.

En tanto, en la Encuesta sobre Expectativas de los Especialistas en Economía que realiza el Banco de México, advierte que este año 2020 terminará con una pérdida de al menos un millón 184 mil empleos formales más, ya que al reiniciar las actividades en diversos sectores vendrá una segunda ola de despidos ante la imposibilidad de mantener las nóminas, pero también y la más lastimosa para los trabajadores, que sus actividades fueron desplazadas, realizadas por alguien más o eliminadas de la empresa y por lo tanto, ya no requieren de sus servicios.

¿Y los informales?

Las mediciones oficiales se centran en los empleados formales, aquellos que trabajan para una empresa y cuentan con el debido contrato y registro ante las instituciones de seguridad social, pero ¿qué ocurre con los trabajadores informales?

Según el INEGI, a partir de los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE 2020) el 51.8 por ciento de la población económicamente activa en el país trabaja de manera informal, lo que conlleva una falta de prestaciones y seguridad social que lo coloca en el desamparo en situaciones como la crisis sanitaria por el Covid que se desató en marzo y aún continúa vigente.

La organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, mediante el Observatorio de Trabajo Digno, puso sobre la mesa el término de “pobreza laboral”, adjudicado a las familias de hasta tres personas en donde el salario de quien tiene empleo formal no alcanza para adquirir una canasta básica de alimentos.

Estiman que al mes de agosto 6 de cada 10 personas vive dicha situación y para apoyarlos la única vía, al menos la inmediata, es con un ingreso vital temporal que les permita solventar los gastos de alimentación básica.

A su vez, señala que la creación y recuperación de empleos debe garantizar a los trabajadores derechos laborales, para evitar que el regreso a la normalidad sea una “fábrica de pobreza con ingresos insuficientes y sin seguridad social”, sostuvo Rogelio Gómez Hermosillo, director de la asociación.

La luz al final del túnel

Alfonso Hualde, investigador del Colegio de la Frontera Norte,  señala en el artículo académico “La pandemia y el mercado de trabajo en México”, publicado por el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales, que el futuro del mercado laboral requerirá nuevas regulaciones laborales que atiendan los riesgos sanitarios de los empleados y las condiciones de los espacios donde se desempeñan.

Reconoce que la persistencia en los riesgos sanitarios impulsará inevitablemente esquemas híbridos de trabajo donde el home office o teletrabajo será ahora parte de la formalidad.

Por su parte, Socorro Manjarréz advirtió que la tendencia en las nuevas ofertas de empleo anularán los viajes de trabajo, enfatizarán el distanciamiento social dentro de los centros de trabajo, reuniones virtuales cuyo impacto solo se podrá medir en un mediano plazo, pues en el corto es evidente su funcionalidad, pero en términos sociales consideran que aún hay que esperar a conocer las repercusiones reales de trabajar solo en línea.

La agencia de recursos humanos Adecco publicó una lista con los perfiles laborales de mayor demanda post Covid19 en la que destacan: personal de almacén y reparto, cajeros, maquila, atención a cliente, administrativos y personal especializado en la salud. Los que no son tan demandados pero el salario ofrecido incrementó, son los relacionados con

la gestión de proyectos, ingeniería en software, desarrollo empresarial y contabilidad.

Destaca también la solicitud en todo tipo de empresas de personal médico para atención de los empleados que debido a la contingencia sanitaria se convirtió en un elemento indispensable en los equipos de trabajo, lo cual representa un avance en la protección de los derechos de trabajadores.

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