La huelga de los trabajadores de Notimex cumplió seis meses el pasado 21 de agosto, en medio de una pandemia que ha dejado casi 60 mil muertos en el país. La falta de voluntad de negociar una respuesta legal y justa, impone un desdén al sindicalismo libre por parte de la dirección general, encabezada por Sanjuana Martínez Montemayor, quien ha sido protagonistas de múltiples escándalos por el uso indebido de recursos públicos al orquestar una guerra de “bots” contra afamados periodistas, sobre todo mujeres.
El pasado 8 de junio la Junta de Gobierno, máxima autoridad de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, determinó el cumplimiento de un laudo para la suspensión de labores en Notimex. A raíz de esa instrucción pararon dos días después y el propio presidente Andrés Manuel López instruyó a su vocero Jesús Ramírez y a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, a ayudar a resolver el conflicto. La respuesta fue clara: Martínez Montemayor rompió las negociaciones con el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SutNotimex), por lo que desde el pasado 13 de agosto la solución a la huelga se encuentra en entrampada.
Durante el largo medio año cada uno de los 245 trabajadores despedidos, de éstos casi 85 por ciento mujeres, muchas de ellas cabezas de familia, han visto afectado su proyecto de vida. Han sacrifican tiempo, dinero y esfuerzo para mantener los campamentos a la intemperie en las afueras de Notimex en Baja California 200 en la colonia Roma. También en la calle de Morena 110 en la colonia Del Valle, donde han tenido que sufrir las inclemencias del tiempo, el riesgo a su seguridad y salud por la pandemia.
La huelga inició el primer minuto del pasado 21 de febrero cuando fueron colocadas las banderas rojo y negras en las oficinas centrales de la Agencia en Baja California 200, por más de un centenar de empleados de diferentes áreas de esta empresa. Era una consecuencia por los más de 200 despidos injustificados, reiteradas violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, hostigamiento, acoso laboral y violaciones a sus derechos humanos.
Las horas de esa primera noche transcurrieron en tensa calma y tres días después las amenazas contra el movimiento se hicieron presentes, cuando el lunes 24 de febrero un grupo de trabajadores, recién contratados por los directivos de Notimex, pretendieron romper la huelga violentamente al irrumpir a empujones y jaloneos a las oficinas.
Esa batalla fue ganada por los huelguistas con ayuda del secretario de Organización del SutNotimex, Héctor Colón, quien apeló al compañerismo y calmó los ánimos para que los trabajadores recientemente contratados no participaran en las artimañas de una administración que bien sabían había sido injusta.
En los días subsecuentes, el apoyo de sindicatos aliado se hizo presente. Hubo diversas muestras de adhesión y respaldo a un movimiento sustentado en la legalidad.
No obstante, las muestras de solidaridad, los ataques continuaron el 24 de febrero, cuando nuevamente los trabajadores de recién ingreso fueron obligados a manifestarse en el campamento, algunos de ellos incluso llevaban ridículos cárteles que les entregaron minutos antes, en uno de ellos que portaba un hombre se podía leer: “Soy madre soltera y quiero regresar a trabajar” y ante los argumentos del SutNotimex los huelguistas volvieron a salir victoriosos.
Solo dos días después, el 26 de febrero, Sanjuana Martínez volvió a atacar, pues policías de la Fiscalía General de la República, acudieron a atender una denuncia que interpuso contra los huelguistas por el supuesto secuestro a algunos de sus colaboradores, pero tras un operativo quedó comprobado que la acusación era infundada.
En su esfuerzo por desacreditar el movimiento, la Dirección de la Agencia solicitó el recuento de votos para validar la huelga y el 27 de febrero, en la Procuraduría para la Defensa del Trabajo, 81 trabajadores votaron a favor y 60 en contra por lo ésta fue ratificada como legal.
Al ser en su mayoría mujeres las participantes en la huelga, no podían dejar pasar el 8 de marzo así que marcharon para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y también en protesta a los casos de maltrato y violencia que vivían con la llegada de Sanjuana Martínez a Notimex en marzo de 2019, quien a pesar de la situación no dejaba de despedir a trabajadores.
Al día siguiente, al paro nacional se sumaron las huelguistas, pero a su manera: con un ayuno de 24 horas en el campamento de la huelga, que afortunadamente dejó saldo blanco.
A pesar de un laudo emitido por la Junta de Conciliación y Arbitraje el 12 de mayo pasado para que Notimex suspendiera operaciones, Sanjuana Martínez recurrió nuevamente a la ilegalidad y decidió habilitar instalaciones clandestinas en una bodega, ubicada en Coyoacán.
En ese lugar imperan condiciones insalubres, de hacinamiento y algunos de los trabajadores no despedidos y de reciente contratación laboraban hasta el pasado 10 de junio cuando ante el riesgo de una sanción económica, la empresa tuvo que suspender sus operaciones.
Pero antes de esta orden, Sanjuana Martínez volvió intentar romper la huelga el 9 de abril, cuando luego de enviar a una abogada y a personas de una arrendadora de autos que presta servicios a la Agencia, llamó a la Guardia Nacional para que retirara los vehículos y a los huelguistas. Operación fallida ya que se mostró la documentación que avala el conflicto laboral.
En esa ocasión la abogada de la empresa grabó videos que aparecieron públicamente en cuentas “bots” que habían atacado al movimiento desde su inicio y que tiempo después, un estudio elaborado por Signa Lab (ITESO), Artículo 19 y Aristegui Noticias comprobó que eran usadas desde la Agencia con las que se orquestaban ataques a periodistas, así como a los huelguistas.
La noticia, en la que eran centrales los testimonios de colaboradores de Sanjuana Martínez que ella había contratado, no sólo llamó la atención de los medios de comunicación, sino además provocó que la Junta de Gobierno de Notimex sesionara de manera extraordinaria para poner sobre la mesa el conflicto en la Agencia de Noticias del Estado Mexicano.
Así en medio de una huelga irresuelta, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano Notimex conmemoró 52 años de existencia el pasado 20 de agosto, sin celebraciones, pues no hay nada que celebrar frente a la tragedia que una gestión desacertada, llena de opacidad y que mantiene en la calle a centenas de trabajadores.
Sin bien por ahora se encuentran suspendidas las negociaciones para concluir la huelga que ha llegado a más de medio año y a pesar de todas estas vicisitudes los huelguistas de Notimex también han vivido momentos gratos: noches bohemias, de karaoke, baile, lecturas, charlas y juegos junto a compañeros de otras organizaciones sindicales, de periodistas y de activistas sociales, que les han demostrado que no están solos con lo que refuerzan su convicción de que en esta lucha no hay que dar ¡Ni un paso atrás!
No obstante, la huelga de estos largos seis meses ha mostrado la actitud de menosprecio que Martínez Montemayor exhibe ante los ordenamientos del Presidente de la República. Los caprichos y la intolerancia han sido más poderosos que la voluntad expresada por Andrés Manuel López Obrador.