Lázaro Cárdenas fue designado el 13 de diciembre de 1933, candidato a ocupar la presidencia de México de 1934 a 1940. Inmediatamente inició su campaña con la promesa de basar su gobierno en un espíritu socialista, ofreciendo su apoyo a los mexicanos que con su esfuerzo luchan por mejorar su nivel de vida, reconociendo su derecho a sindicalizarse lo mismo a los trabajadores burocráticos que a los obreros de las empresas privadas.
Durante su discurso de toma de posesión, el 1 de diciembre de 1934, Cárdenas se dirigió a los servidores del Estado y reconoció que vivían una injusticia laboral basada en la inestabilidad del empleo, la carencia de servicios médicos y la poca libertad de formar sindicatos. Mencionó que no tenían porque laborar en condiciones inferiores a los empleados de empresas particulares pues debían contar con los mismos derechos.
Los burócratas aprovecharon las facilidades otorgadas por el gobierno de Cárdenas para organizarse en sindicatos y buscaron nuevas formas de defensa creando organizaciones que agruparon sindicatos de trabajadores al servicio del Estado.
Así nació, el 8 de junio de 1935, la Alianza de Organizaciones de Trabajadores al Servicio del Estado (AOTSE). La conformaban los sindicatos de Trabajadores de Limpia y Transportes, Trabajadores de Aguas Potables y Saneamiento, Trabajadores de Parques y Jardines, Trabajadores de los Talleres de Maestranza, Unión de Obreros de la Penitenciaria del Distrito Federal, Trabajadores de Pavimentos y Calzadas, Trabajadores de Panteones Civiles, Trabajadores de Alumbrado Público, Trabajadores de Oficinas y Monumentos del Departamento Central, Trabajadores del Catastro, Trabajadores de Pavimentación y Desazolve, entre otros. La AOTSE destaco por su conciencia proletaria, razón por la que en un principio no admitió sindicatos de trabajadores que realizaban servicios administrativos.
En agosto de 1936, se realizó el primer Congreso Nacional Constituyente de la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, que entre otros resolutivos acordó la formación de sindicatos únicos en cada Secretaría de Estado, Departamento Autónomo, Entidad Federativa y Municipio.
Todos los sucesos generados en 1937 fueron decisivos para la formación del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal. El 15 de septiembre se lanzó la convocatoria para la creación del SUTGDF y el 17 de octubre, los dirigentes de la AOTSE decidieron que el SUTGDF formara parte de esa organización.
El 3 de diciembre iniciaron las pláticas entre los representantes de las secciones que constituyeron inicialmente el Sindicato, encabezada por los Trabajadores de Limpia y Transportes y 26 secciones más. La Convención se realizó el 14 de diciembre. Una vez que se dieron a conocer públicamente los detalles del nacimiento del SUTGDF, el entonces Regente de la Ciudad, José Siurob, manifestó su congratulación por los avances que se generaban en materia laboral.
Desde su nacimiento el SUTGDF se manifestó a favor de las propuestas formuladas por los candidatos a la presidencia de la República postulados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por lo que cuando estos fueron electos no tuvieron empacho a otorgar todo tipo de prestaciones y aumentos salariales a los agremiados a dicha organización.
El 6 de julio de 1997 las opiniones y apoyos que brindaron los sindicalizados a los partidos estuvieron divididos en las primeras elecciones para elegir al Jefe de gobierno. Muchos trabajadores apoyaron a Cuauhtémoc Cárdenas, mientras que otros prefirieron mantener sus simpatías políticas al PRI.
Pese a todo, en medio de la transición se dio un ambiente de respeto a las convicciones políticas; marco de civilidad que se trastocó en la actual administración al obligarse a los trabajadores a sumarse a una actividad proselitista contra su voluntad en clara violación a sus derechos políticos y laborales, llegándose a los extremos de los hostigamientos, amenazas y despidos.
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El pasado Primero de Mayo, la candidata de la Coalición Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum y los 16 aspirantes a las alcaldías, ofrecieron a los trabajadores un documento con 12 compromisos donde se establece el pleno respeto a sus derechos sindicales y libertades políticas.
Desde la presentación de su equipo de trabajo, resultó alentador que fuera un político como Alfredo Hernández Raigosa, cercano a las organizaciones sociales, el encargado de establecer los vínculos con las organizaciones políticas y los sindicatos, muchas voces han sido marginadas de la toma de decisiones en las políticas públicas de la ciudad y sin duda que la labor de Raigosa será de primer orden para que sean escuchadas.
En la entrevista con RS, la doctora Sheinbaum habla de un elemento que resulta invaluable para resolver los problemas y reclamos no únicamente de los trabajadores sino de la sociedad en su conjunto: la sensibilidad.
Alentador que los derechos de los trabajadores sean ponderados por una de las candidatas a gobernar la ciudad y anuncie la reinstalación de todos aquellos trabajadores que por el solo hecho de atreverse a disentir, fueron privados de su empleo.
Buen síntoma los compromisos adquiridos para una base trabajadora que ha visto pasar los beneficios sindicales en beneficio de unos cuantos. Vientos de cambio comienzan a soplar en los sindicatos de la CDMX.