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Todos los días paso horas admirando las piernas de los jugadores de fútbol rápido, me excita

Hola Emilia, soy Adriana y tengo que confesarte algo que me ronda por la cabeza, creo, pienso que me he enfermado de lujuria.

Todos los días, después de ir al mercado, me paso a la cancha de futbol rápido a verle las piernas a los hombres que ahí se disputan el balón.

No tiene mucho tiempo que descubrí que esto me gustaba, antes pasada de largo por la cancha sin percatarme de tremendo bufete de carne. Todos los días ese era mi camino y yo, la verdad casi ni volteaba a ver lo que ahí dentro de ese rectángulo ocurría.

En la cancha de futbol rápido, cuando hay partido, hay extremidades de todos los tamaños y a mí me gusta admirarlas detenidamente de arriba abajo, aunque el dueño de ellas tenga tremenda panza chelera. Para serte sincera, solo veo hacia abajo, de la cintura para abajo es mi objetivo y rara vez veo sus rostros, prefiero imaginarlos.

Me ha ocurrido que cuando mira de la cintura para arriba, veo que algunas piernas bien formadas tienen cuerpo de tinaco y cara de arrepentimiento, pero sus tremendas piernas parecen labradas a mano, como las de las esculturas griegas.

Me pongo muy cachonda cuando veo cómo esas anatomías se rozan entre ellas al tratar de disputar el balón para meter gol, me excita tanto ver cómo se marca sus músculos y yo solo quiero terminar en la cama con algunos de ellos, dejarme ir de placer y tener una tarde llena de orgasmos.

Me ruborizo de solo contártelo, pero quiero que me confirmes si soy una lujuriosa, por que por más que volteo a todos lados, no encuentro sentada en las grada a ninguna otra mujer con bolsas de mandado que este viendo piernas sudorosas en acción.

Hasta ahora todo es inofensivo (creo yo) pasar horas admirando las patotas de los jugadores, solo miro, no toco y creo que con mi fantasía no daño a nadie, bueno hasta ahora pero ya he comenzado a tener dificultades con mi esposo por esta extraña obsesión mía de ver piernas.

Resulta que cuando hay torneos en la cancha de futbol paso varias horas sentada viendo extremidades y llego a tarde a casa y no me da tiempo de preparar la comida y mi marido ha comenzado a creer que tengo un amorío porque antes siempre tenía lista la comida y el aseo y ahora ni eso me da tiempo.

Necesito que me ayudes y me digas si estoy perdiendo la cabeza, si es que de verdad tengo intenciones ocultas de engañar a mi marido, si debo confesárselo todo o si soy una lujuriosa sin perdón de Dios.

RESPUESTA

Estimada Adriana, gracias por la confianza al escribirme. Te contestaré con la misma honestidad que me escribes.

Primero, n o creo que sea una lujuriosa, me parece que acabas de descubrir que te gusta ven las piernas de los caballeros pero eso no indica que tengas una manía sexual o una filia porque aunque no lo escribes, me parece que esto no es el único detonante para tu excitación.

Por lo que entiendo te gustan ver piernas pero aun puedes excitarte al tener sexo con tu marido sin tener que ver piernas ajenas para lograrlo y me parece que dentro de tu intimidad puedes apreciar las piernas de tu marido y hacerlas parte de tu encuentro sexual.

No sé si tengas una relación comunicativa  muy abierta con tu marido para contarle que te gusta admirar las piernas masculinas, para serte sincera, no creo que sea buena idea contarle que te quedas en las canchas de futbol a ver el partido porque en esta sociedad mexicana aun impera el machismo y no creo que se tome muy bien que tu estés viendo aunque solo sea piernas de caballeros.

Pídele que él esté en shorts en tu casa, que te deje admirar sus piernas, que se haga parte del juego y ambos experimentarán encuentros más completos porque te estarás abriendo a la experiencia.

Por otro lado, te sugiero poner un límite de tiempo para observar, me parece que cada día puedes ir reduciendo minutos a tu puesto de observación para que llegues temprano a tu casa y no crezca la obsesión y seas tú quien tiene el control de la situación.

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