Con la revisión de la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo que se realiza en el marco de la 110 reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, existe la posibilidad de que cambie su redacción y se convierta en un convenio fundamental (obligatorio) para los países miembros, sobre todo cuando se enfrentan una serie de accidentes en el trabajo, que en el caso de México en 2020 fue del orden de 300,000.
Consultado al respecto, el especialista en mercados laborales, José Pablo Hernández, explicó que es un tema trascendental, que se había postergado en su discusión, y que con la pandemia de Covid-19, la Conferencia Internacional lo había puesto en el centro de la discusión, pues actualmente sólo 17 naciones -de 187 miembros- han suscrito el Convenio 155 relativo a la condiciones de trabajo seguras, mientras que en América Latina sólo Argentina y El Salvador lo han suscrito.
Hernández detalló que los últimos datos que publicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS de 2020) sobre accidentes en el trabajo destacan en primer lugar fuerzas mecánicas (maquinaria); como segundo lugar caidas, buena parte de ellas también en motocicletas; y por Covid-19 se reportaron 110,000.
Se espera que este lunes se dé la discusión sobre la posible modificación de la Declaración de la OIT que data de 1998, cuya finalidad es incluir las condiciones de trabajo seguras y saludables; este es un primer debate sobre el aprendizaje, con vistas a la posible creación de una nueva norma laboral internacional.
En caso de que se adopte un Convenio de esta naturaleza, los países miembros tendrán que rendir informes, y ello también permitirá conocer el avance de cada nación; pues se incluyen aspectos que se desprenden de la inspección.
Hernández sostuvo que la inspección en México es preocupante, dado que no hay el número suficiente de inspectores; a pesar de que existe todo tipo de regulaciones, el tema es lograr verificar que éstas se cumplan, como es el caso de la NOM 035, sobre factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo.
Fuente: El Economista