Opinión

Marcelo Ebrard Casaubón y la alerta sísmica

En el 2006, cuando fue electo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón — hoy Canciller– integró a su agenda los temas de reducción de riesgo en caso de desastres y la construcción de resiliencia por parte de la ciudadanía, para salir avantes de las consecuencias de contingencias.

Por esa preocupación participó en el marco de la reducción del riesgo de desastres y se inscribió  a la Ciudad de México en la campaña mundial “Desarrollando Ciudades Resilientes: ¡Mi Ciudad se está Preparando!”, que congregó a casi todos los comités internacionales abocados a la materia, y una de las cosas que más les importó a ellos y sus gobiernos fue el tema “Cómo nos preparamos ante un desastre”, el cual fue la vía para dicha reunión, en la que Ebrard fungió como presidente de la Red Global de Ciudades Seguras.

Merced a las experiencias obtenidas allí, en su administración creó en primer lugar la secretaría responsable de coordinar lo que se denominaría Protección Civil, íntimamente vinculada a lo que en la comunidad internacional se ha venido desarrollando respecto al concepto de resiliencia. Así fue que comenzó la preparación de la Ciudad de México para ser ciudad resiliente.

Como segundo punto de las acciones de su gobierno para responder a desastres organizó un gabinete ex profeso, dado que –consideró– “la resiliencia es un tema transversal; no es la tarea de un área del gobierno, es la tarea de todo el gobierno, de todas las instancias del Poder Ejecutivo, en este caso las delegaciones –hoy alcaldías– o la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal –hoy CDMX–. Debo decir que aquí la ciudad si tiene esa potestad, hay diferentes modelos.”

Ante la Red Global de Ciudades Seguras puso como modelo la Ciudad de México al contar para responder a desastres no previstos, con la policía, la investigación de los delitos, sistema de transporte, servicios médicos, bomberos y protección civil, todo lo cual depende del Jefe de Gobierno.

Como parte de las acciones encaminadas al objetivo de la protección civil, en el 2010 el Gobierno de Ebrard amplió la cobertura del sistema de alerta sísmica instalando 64 estaciones sismo-sensoras que cubrieran la región de Jalisco, Colima, Michoacán, Puebla y todo Guerrero, asegurando así que la ciudadanía tenga tiempo para actuar ante la inminencia de sismo de probable alto riesgo. La red de 97 estaciones sismo-sensoras entró en acción por primera vez con el temblor del 20 de marzo de 2012.

Durante su etapa como Jefe de Gobierno se redactó también la Ley de Participación Ciudadana, por la que cada colonia o cada barrio elegía a sus representantes vecinales. Ellos decidían un presupuesto anual para su comunidad, y una de las tareas importantes que se cumplía –y cumple– con toda esa red de participación vecinal es la relacionada con protección civil, circunstancia que sin duda sigue siendo necesaria al vivir en una ciudad con alto riesgo de desastres como es la de México.

Así es el Derecho.

 

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