El pleno del Senado discutirá si el síndrome del burnout debe considerarse una enfermedad de trabajo e incluirlo en la tabla de enfermedades de la Ley Federal del Trabajo.
La iniciativa plantea incluir el “Síndrome de desgaste ocupacional” como la enfermedad trabajo 162 .
En la ley quedaría definida como la patología ocasionada por el estrés crónico en el lugar de trabajo y que no ha sido manejada con éxito.
La iniciativa es promovida por la senadora Sylvana Beltrones, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ya fue turnada a la Comisión de Trabajo y Previsión Social para su análisis.
Sin embargo, este no es el primer debate sobre la actualización de la tabla de enfermedades de la Ley.
Este instrumento ayuda a los profesionales de la salud a diagnosticar una patología que pueda tener un trabajador, ocasionada por la actividad que realiza.
“Es importante tomar en cuenta que este síndrome no sólo tendrá consecuencias en el ambiente laboral, sino también tendrá un impacto sobre la salud del trabajador, llevando al desarrollo de enfermedades mentales como depresión y ansiedad, enfermedades cardiovasculares como hipertensión o aumento en el riesgo de infartos enfermedades musculoesqueléticas como dolor muscular debido a tensión, el desarrollo de adicciones como el alcoholismo y tabaquismo o el desarrollo de trastornos del sueño, entre otros”, explica la legisladora en su iniciativa.
Además de su reconocimiento, el proyecto señala que existen otros síntomas como:
- Sentimientos de falta de energía o agotamiento
- Aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos negativos o cínicos con respecto al trabajo
- Sensación de ineficacia y falta de realización. Se refiere específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó en el 2018 el burnout en su Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11).
Esta actualización entrará en vigor en enero de 2022, por lo que todos los países miembros deben atender esta enfermedad.
“México, como país miembro de la OMS, utiliza la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Es por ello que es tan importante que se actualice la Ley Federal del Trabajo para incluir este síndrome en la tabla de enfermedades de trabajo”, subraya la senadora Sylvana Beltrones.
Paradójicamente, México reconoce a través de la NOM-035 el impacto de las condiciones de trabajo en la salud mental de la fuerza laboral, pero las enfermedades mentales no están incluidas en la tabla contemplada en el artículo 513 de la LFT.
La importancia de la tabla de enfermedades
La tabla de enfermedades no ha tenido ninguna modificación desde 1970, cuando se promulgó la Ley Federal del Trabajo. En cinco décadas, el instrumento más importante para el diagnóstico de las patologías que puede ocasionar una ocupación no se ha actualizado para incluir los nuevos padecimientos ligados al trabajo que se han documentado.
“Un trabajador puede estar expuesto a un riesgo como químicos o cargas. Si este riesgo no se corrige, el trabajador se enferma y, si esto pasa y le queda una secuela, se tiene que clasificar como enfermedad de trabajo porque vienen las pérdidas auditivas, enfermedades respiratorias o hasta cáncer. Esa es la función de la tabla de enfermedades”, explica en entrevista Hosanna Rodríguez, presidenta de la Federación Nacional de Salud en el Trabajo (Fenastac).
Con información de El Economista