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Centrales obreras obsoletas y sin credibilidad ante los trabajadores

La reforma laboral ha demostrado que la participación de los trabajadores es imprescindible en la democratización de la vida sindical

Las dirigencias sindicales se han eternizado, con “representantes de los trabajadores” enquistados en el poder sindical y sin empacho para enriquecerse a costa de las cuotas de los trabajadores.

Por este motivo, la reforma laboral de 2019 es relevante, pues habilita la participación de los trabajadores, y les otorga poder para democratizar los sindicatos.

De seguir por esta vía, en 2021 se terminará el periodo charro de esas viejas organizaciones, que han dañado al trabajador.

Otra ventaja de la reforma es que se modernizó el mundo labora, a partir de nuevos liderazgos sindicales electos democráticamente y la aparición de nuevas centrales obreras.

El nuevo marco legal destaca que se eleva a rango constitucional la contratación colectiva y se obliga a los líderes sindicales a poner a consideración de los trabajadores los contratos colectivos.

Ya tenemos una nueva era del sindicalismo mexicano, lo que permitirá tener también una nueva perspectiva con respecto a los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT).

Ahora los trabajadores podrán decidir, a través del voto personal, secreto y universal, si quieren pertenecer a un sindicato o no.

La secretaria del Trabajo del Gobierno de México, Luisa Alcalde Luján ha resaltado que el 85% de los Contratos Colectivos de Trabajo que existen en México son de “protección” o “blancos”.

Esto significa que fueron firmados por los líderes de las centrales obreras y los patrones, a espaldas de los trabajadores.

“Los contratos de protección promueven el chantaje y la extorsión, además de ser inhibidores de los verdaderos representantes de los trabajadores, de ahí la importancia de que se lleven a cabo los procesos de legitimación”, dijo la funcionaria.

Añadió que la legitimación es un proceso que garantiza la existencia de contratos que cuentan con el respaldo de los trabajadores a sus sindicatos, que garantiza también la libertad y democracia sindical, sobre todo, y se constituye en la llave a la negociación colectiva auténtica.

Subrayó que la reforma del primero de mayo tuvo como antecedente la necesidad histórica de contar con herramientas para transitar hacia otro modelo laboral más equitativo y justo, producto de la reforma constitucional y del T-MEC.

Por ello, sostiene, es obligatorio que todos los contratos colectivos en México, cerca de medio millón, deben pasar por el proceso de consulta.

En México hay alrededor de 580,000 contratos colectivos, de los cuales – de acuerdo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social – el 85% no pasará la prueba, porque se firmaron sin la participación de los trabajadores.

Desde que se aprobó la Reforma Laboral, en mayo de 2019, se han legitimado 593 contratos colectivos de trabajo a nivel federal; y se han desarrollado 1,332 consultas laborales, en beneficio de 190,655 trabajadores.

Cabe aclarar que la Reforma Laboral fijó el 2 de mayo de 2023 como fecha límite para que todos los sindicatos en el país realicen la legitimación de sus contratos colectivos.

La Reforma Laboral mexicana que entró en vigor en 2020, necesitará tres años para implementarse por completo.

La Reforma Laboral en México supone la transformación más importante en los últimos 100 años en el mundo del trabajo en el país. Sin duda, todavía es pronto para conocer el impacto de estos cambios en las relaciones laborales del territorio mexicano. Pero aun así, estamos ante un cambio de paradigma.

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