El 16 de Junio de 2010 en el Diario Oficial de la Federación se dieron a conocer los criterios generales para la definición, identificación y medición de la pobreza en México, pero partamos por entender ¿Qué es pobreza? Se debe de entender como la carencia o escasez de lo necesario para vivir.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la pobreza es la privación por un largo tiempo de las capacidades básicas para funcionar en la Sociedad y de un ingreso adecuado para enfrentar necesidades de educación, salud, seguridad y derechos básicos.
Otra descripción de la pobreza es la situación en la cual no es posible satisfacer las necesidades físicas y psicológicas de una persona por falta de alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, agua potable y electricidad.
Luego entonces la pobreza es la falta de recursos económicos para cubrir íntegramente las necesidades que demanda el núcleo de la sociedad, que es la familia. La falta de esos recursos obliga a todos los integrantes de ésta a buscarlos y es cuando varios de los integrantes o cuando menos mamá y papá tienen que salir a trabajar.
El economista estadounidense Gary Fields la define como la incapacidad de un individuo o una familia para disponer de los recursos para satisfacer sus necesidades básicas.
Hace unos días nos enteramos que el Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (CONEVAL) dio a conocer que entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos han caído en la pobreza debido a la disminución de sus ingresos, lo anterior seguramente por el cierre de fuentes de trabajo o porque les fue disminuido el sueldo o por la contracción de la economía entre otros motivos por la pandemia y ante la falta de una política económica dirigida precisamente a combatirla.
La presencia de la pobreza como siempre tiene como destinatario a los grupos más vulnerables como las mujeres y ello tiene una explicación, la posición dual de ellas en la familia cuando se convierten en proveedoras sin dejar a un lado la atención de la familia y la responsabilidad que mayoritariamente tienen cuando en ésta hay un enfermo o una persona de la tercera edad que requieren mayor atención, las obliga a abandonar trabajos estables que les demandan horario rígido con lo que su economía se ve afectada.
Por lo anterior en nuestro país el 42.4 de las mujeres se encuentran en situación de pobreza y de ellas 7,4 en situación de pobreza extrema, por lo que una de cada seis mujeres no puede acceder a la canasta alimentaria y el 14% no tiene acceso a los servicios de salud.
Las estados con mayores incrementos de pobreza son: Quintana Roo, Baja California Sur ambos con un gran potencial turístico y pesquero y Tlaxcala estado que si bien es cierto no tiene deuda pública y cuyo nivel de estudios es de 9,2, superior en 0.1 al promedio nacional.
Si se quiere justificar que la pandemia ha sido causante del empobrecimiento esto es para todos los estados.
Preocupa que para la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), nuestro país se encuentra en el cuarto lugar en acrecentar más el porcentaje de pobres, incluso más que el promedio de la región pero es de destacar que la estimación que hace es que la política social de apoyos económicos a las personas de la tercera edad, madres solteras, estudiantes, jóvenes etc. etc. son medidas temporales que no resuelven el problema y la muestra es que las estadísticas nos sitúan como país en una posición nada envidiable.
Con datos de diciembre del año pasado el INEGI reportó el cierre de más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas, de 4.9 millones de unidades económicas (negocios) registradas en el Censo Económico del 2019, por ello se perdieron más de 12 millones de empleos formales e informales, además casi 8 millones sufrieron recorte en su jornada laboral y desde luego ello originó que les disminuyeran el sueldo.
De los trabajos perdidos afortunadamente se han recuperado más de 9 millones, pero aún faltan más.
La Ley General de Desarrollo Social señala que la pobreza debe medirse utilizando ocho dimensiones no sólo el ingreso, además el rezago educativo, acceso a: la salud, a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a servicios básicos en la vivienda, a la alimentación, grado de cohesión social e ingreso.
La pobreza tiene como consecuencia inmediata un incremento en la inseguridad, el abandono escolar, investiguemos a las escuelas públicas para qué hablar de las privadas que están teniendo disminución de demanda en reinscripciones e inscripciones, el acceso a las Instituciones de Salud se satura y el resultado ya lo conocemos, deficiente atención, carencia de medicamentos y con ello el sufrimiento de quien lo padece y de sus familiares.
Resumiendo en México la suma de pobres es superior a los 70 millones y entre ellos se encuentran los de pobreza extrema ya que sus ingresos totales se encuentran por debajo de la canasta alimentaria y tienen tres o más carencias sociales.
Aunque el gobierno tenga otros datos, no es lo que nos ofrecieron.
