La votación efectuada en la planta de General Motors Silao permitirá que los trabajadores mejoren sus condiciones laborales y cambiar el viejo sindicalismo en México.
Expertos coincidieron en que la situación que se dio en la planta automotriz plantea un antes y un después en la vida sindical.
“Los procesos de legitimación de los CCT son “el puente entre el viejo y el nuevo modelo laboral”, aseguró Graciela Bensusán, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Por su parte, Enrique Larios, presidente del Colegio de Profesores de Derecho del Trabajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que esto es un mensaje para otras empresas y sindicatos.
Este jueves se dio a conocer que los trabajadores de la planta en Silao votaron por el no, quitándole el control del Contrato Colectivo de los Trabajadores (CCT) al sindicato Miguel Trujillo López de la CTM.
Los trabajadores mantendrán sus derechos ganados con el paso del tiempo, pero ahora podrán elegir si otro sindicato tiene el control del CCT.
Con su voto, los trabajadores le quitaron el control de uno de los sindicatos automotrices más grandes a una de las corporaciones sindicales de antaño, la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
¿Qué depara el futuro para los trabajadores de México?
El ex jefe negociador del T-MEC, Kenneth Smith Ramos, aseguró que esta votación podría derivar en mayores quejas laborales.
“Yo creo que esto se pude percibir, si el caso no pasa a paneles arbitrales por parte de México, el argumento puede ser: lo resolvimos antes de que llegue a nivel de sanciones; y del lado de Estados Unidos: a través del mecanismo que se establece en el T-MEC pudimos influir en las decisiones tanto del contrato colectivo del GM, como la situación laboral de Tridonex”, aseveró.
El funcionario aseguró que Estados Unidos vio la reposición de la votación en General Motors como un éxito.
Y aseguró que el gobierno está listo para tener más casos como éste, pues los derechos laborales son una prioridad para la administración del país vecino.
Por su parte, los sindicatos de Estados Unidos también empujaron por mejores condiciones para sus homólogos en México, y así evitar la competencia desleal que se ha dado por años.
“Los sindicatos de Estados Unidos van a tratar de enfocarse en aquellos sectores mexicanos que han sido muy exitosos en sus exportaciones, y donde sienten los sindicatos de ese país, que ha habido una competencia desleal”, resaltó Smith Ramos.
Y es que los salarios en México son mucho más bajos, lo que ha permitido que las empresas se instalen en territorio nacional y creen fuentes de empleo aquí, en lugar de hacerlo en Estados Unidos.
Una de los objetivos del T-MEc es fortalecer los sindicatos y aumentar los salarios en México.
Con esto buscan desincentivar el traslado de puestos de trabajo de Estados Unidos hacia la frontera sur.
El incumplimiento de estos objetivos tiene consecuencias para las empresas, por eso, GM apoyó la reposición de la votación.
“Estamos trabajando con Estados Unidos y México en apoyo del objetivo compartido de proteger los derechos de los trabajadores”, dijo la compañía a Reuters.
Si General Motors no cumple con las herramientas de aplicación laboral del T-MEC, podría enfrentar aranceles del 25% en sus camionetas fabricadas en Silao.
Con información de El Economista, Milenio y Forbes