La mitad de las personas que están en casa pero viven con alguien trabaja dijeron que ya quieren que su pareja o familiar regrese a la oficina.
Una encuesta elaborada por BGC, Ulises Beltrán y Asocs., S.C. a mil personas con teléfono celular. Reveló que la mitad de ellas no trabajan.
De ellos, 40% son amas de casa, 30% desempleados, 15% estudiantes y 10% jubilados.
La otra mitad que sí trabaja, lo hace en alguna empresa privada, son profesionistas o tienen su propio negocio.
Todos estos dijeron que si bien la carga laboral en casa es mucho mayor que en la oficina, hay otras ventajas como el balance de la vida personal, menos estrés laboral y un horario más definido.
Además, esta en casa les ha permitido pasar más tiempo con la familia, reducir las posibilidades de contagio y existe la comodidad de esta en casa.
Sin embargo, estas personas también han encontrado oras desventajas, como las distracciones, la falta de contacto con el equipo de trabajo y el hartazgo por el confinamiento.
Sin embargo, no son los únicos que han visto problemático el operar en casa.
Las esposas y acompañantes que no trabajan, pero viven con alguien que sí hace home office ya quiere que se vaya a la oficina.
Ante la posibilidad de que esto suceda en los próximos meses, una gran parte de estas personas que comparten casa con un trabajador prefieren sacar la vida laboral de sus hogares.
Personas encuestadas
Esta encuesta fue aplicada vía telefónica a nivel nacional durante los primeros días del mes de julio del año en curso, a mil personas mayores de 18 años, con el método de selección sistemática de los números telefónicos celulares.
Con información de Excélsior