Una bella ancianidad es, ordinariamente la recompensa de una bella vida.
Pitágoras
Muchos asalariados, conservamos la chamba a pesar de todo, bajos salarios, angustias, sacrificios, rutinas, pérdida de oportunidades, aburrimiento y encierros; lo hacemos con la con la ilusión de jubilarnos y vivir nuestro retiro con el apoyo de una de una pensión que nos ofrezca un futuro amigable.
Ese modelo de vida es muy común y aparenta ser muy padre, nos hace imaginar que hoy no somos felices pero que mañana sí, que seguiremos recibiendo un salario sin trabajar; pero eso mi amigo, es un “sueño guajiro”.
En esta ilusión, subyace un engaño del que debemos tomar conciencia y previsiones; en el tema hay varias certezas que no debemos soslayar.
1. La vida es hoy, el momento de ser feliz de aprovechar la vida y las mejores oportunidades de vivir son ahora, lo mejor de la vida es ya, ……..mañana también, claro, ¿Por qué no?, pero debemos vivir completos desde hoy.
2.- El trabajo asalariado suele guardar una rara asociación con la monotonía, el aburrimiento, la pérdida de oportunidades para hacer otras cosas y convivir, para dejar de aventurarse, para vivir con menos intensidad, cuando el asalariado se retira suele no saber qué hacer con su tiempo; ¡Cambiemos eso!.
3.- Si seguimos vivos, la ancianidad llegará inexorablemente y trabajar en la vejez, para mejorar nuestros ingresos será casi imposible, aburrido, sacrificado y matador.
4. El sistema de pensiones está financieramente colapsado y los gobiernos seguirán intentando extinguirlo o abaratarlo, no sabemos que pase con él, no debemos apostarle todo.
5. Si el salario es bajo, la pensión es menor y la cosa se agrava porque ya no habrá aumentos de sueldo por méritos, sólo los indexados al incremento generalizado de salarios mínimos.
6. La alegría y la lana, son indispensables para sobrevivir en condiciones dignas, todo nos seguirá costando dinero que escaseará, tanto como los buenos amigos y las oportunidades de desarrollo si no los vamos fomentando.
7. Ningún ahorro alcanzará, será indispensable contar con una fuente de ingresos real y constante tanto como una de alegrías, motivaciones y actividades reales y constantes.
8. Nadie hará por nosotros que no hagamos nosotros mismos.
La certeza de que el tiempo avanza inexorablemente nos obliga a tomar decisiones asertivas desde ahora; es impostergable prevenir el problema y se impone plantearnos ¿ Que hacer ?, ninguna fórmula es mágica ni segura, pero al menos debemos intentar lo que sí está a nuestro alcance; entre otras lo siguiente:
1. Aprovechemos ahora las opciones de financiamiento social con el FOVISSSTE o INFONAVIT para hacernos de tantos bienes inmuebles como podamos; para eso están y no son tan caras.
Las propiedades inmobiliarias aunque cuesta años adquirirlas, nos ofrecen cuando menos 3 valores, a) Un sitio propio donde vivir, b) La preserservación del valor del dinero y probablemente incrementado y c) La posibilidad de rentarlas para obtener ingresos.
2. Construyamos una familia con valores afectivos, solidarios y de gratitud, inevitablemente requeriremos de la solidaridad familiar; cultivemos círculos de amigos contemporáneos, en ellos iremos aprendiendo y encontrando muchas opciones para continuar desarrollándonos.
3. El movimiento es vida e indispensable para preservar la salud, movámonos diario y siempre, el hábito de la actividad es lo único que realmente prolonga la vida viable e independiente; siempre debemos querer hacer algo que nos mueva.
4.– Aprovechemos la vida para hacer algo más que chambear, cantemos con los cuates, cultivemos plantas, aprendamos a hacer comidas extraordinarias, volvámonos divertidos, amenos, ampliemos los círculos de convivencia, viajemos, leamos, bailemos, ¡¡¡No todo en la vida es chamba ni angustias!!!
Después de todo, si ya sabemos que llegaremos a la ancianidad y que esa temporada se ve como un camino difícil, pos……¿Apoco no es mejor prever pa´pasarla mejor?, ¡Aguas!, si no aprendemos desde ahora a ser más amenos, versátiles y divertidos ni a prevenir la subsistencia del futuro, mañana puede ser tarde; ¡hagámoslo ya!.
Será mejor que en la memoria de nuestros descendientes y en nuestro epitafio diga “Que divertido era el pelao” a que diga, “Aquí yace don angustias, el matado y aburrido que vivió sólo pa´chambear.”