Una semana laboral de cuatro días mejora el bienestar y la productividad de los trabajadores, reportó un estudio.
El grupo progresista Autonomy, en el que participan expertos en el tema en Reino Unido, siguió durante cuatro años a 2,500 empleados que trabajan en Islandia.
Los empleados trabajan 40 horas a la semana, y posteriormente se redujo su jornada a 35 horas, como parte del modelo que implementó este país europeo.
Al cambiar el tiempo de trabajo se demostró que el bienestar de los trabajadores aumentó drásticamente.
Los indicadores midieron el estrés percibido, el agotamiento, la salud, así como el equilibrio entre el trabajo y la vida.
Al mismo tiempo, la productividad se mantuvo igual o mejoró en la mayoría de los lugares de trabajo, señala el estudio.
Los participantes del estudio trabajan en distintos sectores: hospitales, oficinas, guarderías y oficinas de servicios sociales.
Islandia a la vanguardia
En aquella nación, la mayoría de los empleados trabajan 40 horas a la semana en promedio. Y no pueden laborar más de 13 horas diarias.
En junio pasado, cuando se dio a conocer el estudio, 86% de los trabajadores tienen contratos con jornadas laborales más cortas, o que les permiten acortar la jornada en el momento que lo deseen.
Los investigadores consideraron que el estudio representa un triunfo para la clase trabajadora.
“Estos ensayos son, por tanto, una increíble historia de éxito en la reducción del tiempo de trabajo, de interés para los activistas y los trabajadores de todo el mundo”, señalaron los expertos.
