Visas y remesas, la solución de AMLO a la migración y la economía en México

Celebrar aumento en las remesas y pedir que Estados Unidos otorgue más visas a trabajadores mexicanos y centroamericanos no resuelven ni la migración, ni la situación económica, pero sí marcan un desacierto más en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Aunque ambos temas son de vital importancia para los mexicanos migrantes el gobierno debe centrarse en la generación de empleo dentro del país, atraer inversión y convertir a México en el lugar ideal para trabajar y nadie quiera irse para estar mejor, sin embargo, las declaraciones del mandatario van en sentido opuesto.

“Las remesas no deben verse como un acierto del gobierno en materia económica, no, no lo son. Ese dinero lo mandan mexicanos que se van a Estados Unidos ante la falta de oportunidades aquí, si ese dinero se generara en nuestro país los beneficios serían mucho mayores”, consideró la polítologa Alicia Camacho.

Comentó que desde el punto de vista político la postura del gobierno en torno a las remesas y ahora las visas, buscan empatizar con la población que tiene algun familiar migrante, pero son justo ellos quienes menos se dejarán convencer por si su pariente se fue, es porque aquí no hubo oportunidades, por lo que es infructuoso y termina exhibiéndose públicamente por la falta de información sobre el tema.

En sus conferencias mañaneras, el primer mandatario destaca periódicamente los montos que llegan al país vía remesas. El más reciente reporte indica que los mexicanos en el extranjero enviaron 40 mil 607 millones de dólares superando los ingresos petroleros o de turismo, considerados como unos de los pilares de la economía.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quiso darle un sentido positivo a los envíos de dinero, que en su esencia lo tienen, diciendo que ayudaron a las familias a mitigar la crisis económica que ocasionó la pandemia por el Covid19.

La última cifra conocida de remesas representa un incremento del 11 por ciento que lo recibido en el 2019 y según datos del Banco de México, el dinero enviado por los migrantes favorece a personas de bajo y medio ingreso y más del 30 por ciento de su gastos diario es a base del dinero que reciben del extranjero.

Al respecto, Camacho dijo que los ingresos por remesas siempre serán bienvenidos para las familias que lo reciban, pero insistió en que el gobierno se equivoca al tomarlo como logro suyo.

“Si tuvieron dinero los paisanos es porque allá sí hubo apoyos económicos a los desempleados, lo que no pasó aquí, aquí los dejaron morir solos en todos los sentidos, en el sanitario, en el económico y en el laboral”, apuntó.

Visas para mano de obra mexicana

A finales de marzo el presidente López Obrador abordó el tema de las visas como una solución al tema migratorio que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió atender.

La solución propuesta es que se otorguen más visas a trabajadores mexicanos y centroamericanos para actividades agrícolas o de mano de obra.

“Hay una realidad, en Estados Unidos necesitan mano de obra y fuerza de trabajo para que haya crecimiento en esa gran economía”, aludió López Obador.

La presión hacia el gobierno vecino es parte de la estrategia de México, común en todos los sexenios, para que se amplíe el número de visas aprobadas al año y quienes desen migrar del país lo hagan en mejores condiciones.

Del listado de visas que emite el país vecino la del tipo H2 se enfoca a los trabajadores temporales no profesionales y sin título académico quienes desarrollan principalmente actividades agrícolas y de servicios, y se estima que el 90 por ciento se le otorga a mexicanos.

Según reportes de la Embajada de Estados Unidos en México, las visas H2-A dirigidas a quienes realicen actividades de siembra y cosecha de plantíos se otorgan de manera constante, mientras que las H2-B a las que pueden acceder trabajadores de jardinería, construcción, bosques, siebra y corte, así como personal para servicio de limpieza de hoteles están sujetas a un límite anual de 66 mil determinado por el Congreso de Estados Unidos y es en las que busca presionar el gobierno mexicano para que aumenten.

A raíz de la pandemia por Covid19 los consulados suspendieron temporalmente el trámte de las visas en marzo del año pasado y la reanudó en agosto de manera limitada, lo que supone un rezago y posiblemente aún no se llegue a la meta anual.

La analista política dijo que la migración se mantiene como alternativa para muchos mexicanos por el simple hecho del pago en dólares y la de trabajadores agrícolas, de construcción o servicios se maneja tanto por contacto y redes entre “paisas” pero también mediante convenios que tiene tanto Estados Unidos como Canadá con México con base en el Tratado de Libre Comercio.

La propia Secretaría de Trabajo y Previsión Social es el enlace para programas de trabajo ayudando en el proceso de reclutamiento de cientos de personas que migran de manera legal, pero no todos regresan al país al terminar sus contratos.

Alicia Camacho lamentó que el gobierno pida mejores condiciones laborales a mexicanos en otro país en lugar de estimular la inversión para que sea suficiente con las oportunidades que hay en terreno nacional.

“En lugar de promover visado a trabajadores mexicanos en otros países debería enfocarse en la generación de empleo dentro del país”, apuntó y refirió los 12 millones de desempleados el año pasado a causa del Covid19, según cifras del INEGI.

La especialista advirtió que el presidente mexicano aún no logra una buena relación con el nuevo presidente estadounidense, producto de su cercanía y apoyo abierto con Donald Trump, así como los desaires diplomáticos posteriores al triunfo de Biden, por lo que no está en condiciones de pedir nada.

“No lo veo viable y la única manera para que el gobierno norteamericano escuchara y atendiera la petición será a cambio de endurecer la seguridad en la frontera, aceptar a los deportados o lo que requieran, no será nada gratis, menos de favor”, previó Camacho.

El mandatario mexicano ha insistido sobre el tema durante sus conferencias mañaneras, primero lo hizo en un comentario breve, pero ha ido reforzando el discurso.

El pasado 9 de abril dijo que aunque haya avances tecnológicos destacables en Estados Unidos se requiere mano de obra para producir alimentos.

“Por más tecnología que hay, por más que esté automatizado todo, por más que avance la robótica, se requiere a los trabajadores. Hay que buscar llegar a un acuerdo con las visas de trabajo y con eso ayudar a ordenar el flujo migratorio”, señaló.

A su propuesta de más visas le añadió el otorgamiento de recursos a países como Guatemala, Honduras y El Salvador para que se generen oportunidades de empleo en Centroamérica y la gente no quiera migrar hacia norteamérica.

Hasta el momento, el gobierno de Joe Biden no ha abordado el tema bajo la perspectiva de López Obrador, lo más relevante han sido los llamados de “no vengan” que hizo ante el anuncio de una nueva ola de migrantes centroamericanos y el programa para regularizar el estatus migratorio de quienes tienen años viviendo allá y han solicitado su residencia.

A su vez, Biden solicitó al Congreso estadounidense 861 millones de dólares para invertirlos en las naciones centroamericanas de donde provienen los éxodos de migrantes. Según su plan, el primer paso sería invertir 4 mil millones de dólares en los siguientes cuatro años, lo cual prometió desde su campaña y se enfocarían a temas de seguridad, prevención de la violencia, reducción de la pobreza y apoyar el desarrollo económico en las regione y así atender de raíz las causas de la migración.

Lo poco que ha señalado sobre AMLO se refiere a la resistencia del gobierno mexicano a recibir a los deportados, tal como lo habían acordado desde el gobierno de Donald Trump. El gobierno mexicano argumenta falta de espacio y recursos.