Investigaciones especiales

Turbulencia en Aeroméxico 

Reducen salario a pilotos, liquidan a varios, quitan uniformes y disminuyen viáticos

Con un pie en la bancarrota, Aeroméxico intentó terminar con los contratos colectivos de trabajo con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) y con la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), ante la falta de acuerdos para reducir salarios y prestaciones, y con la presión encima de sus acreedores en el proceso de reestructura.

La turbulencia inició en junio del 2020 cuando la empresa se acogió al capítulo 11 de la Ley de Bancarrota en Estados Unidos, lo cual le da un plazo para realizar una  reestructura económica y salvarse de desaparecer.

En ese momento, el cual causó pánico entre los trabajadores pues se juntó con el inicio de la crisis sanitaria por el Covid19 y lograron empatía con los trabajadores llegando a una negociación con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) con la que acordaron una reducción al salario que de 37.5 por ciento al salario base de los pilotos durante los meses de julio, agosto y septiembre; de 30 por ciento para el último trimestre del año y hasta 266 permisos sin goce de sueldo asignados por escalafón.

“Este convenio nos permite dar ciertas garantías a las fuentes de empleo en el mediano plazo y proteger a todos los pilotos toda vez que los compañeros que estarán de baja temporal permanecerán calificados en el equipo que vuelan, con seguro médico y protección social, entre otras prestaciones”, fue la postura en ese momento del secretario y el subsecretario de Trabajo y Conflictos de ASPA, los capitanes Jesús Abdala Babun y Diego Sánchez Hernández.

La situación cambió seis meses después, las deudas ahogaban a la aerolínea, la crisis generada por el Covid impactaba cada vez peor al sector aeronáutico y aunque intentaron negociar de nuevo con los sindicatos, ante las reducciones salariales ya aplicadas a los trabajadores desde mediados del 2020, poco más podían ceder, y se complicó el escenario.

La petición central de la empresa fue reducir y congelar por cuatro años los salarios de los trabajadores, opción que calificaron los sindicatos como inviable. Ante esto, la empresa decidió solicitar a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, de última hora y sin aviso previo a los sindicatos, la terminación de los contratos, de acuerdo a los establecido en la Ley General del Trabajo.

La postura de la empresa fue que requería tener acceso rápido y oportuno a los fondos para hacer frente a “los compromisos y objetivos contractualmente requeridos por los fondeadores bajo el financiamiento preferencial garantizado”, es decir, sus pagos pendientes.

ASSA reaccionó al anuncio de terminación y emitió un comunicado a sus agremiados asegurando que contaban con los mejores asesores laborales del país y lucharían para impedir que la determinación de la empresa afectará a los trabajadores.

El documento emitido por el secretario general, Ricardo Del Valle, recalca que históricamente los sobrecargos han apoyado a Aeroméxico y particularmente durante la pandemia en donde se redujeron sueldos y se perdieron plazas, por lo que exigieron un diálogo abierto para preservar las fuentes de empleo.

A la tensa situación se le sumó una manifestación virtual y semi presencial en la terminal aérea que bajo el hashtag #SINASPANOVUELO que congregó a cientos de simpatizantes.

A través de las redes sociales los pilotos protestaron por los incumplimientos con los pilotos a quienes les sobrecargan las jornadas de trabajo aunado a la reducción de salario y prestaciones.

Una realidad inapelable es que la aerolínea mexicana registró una caída histórica en ventas a consecuencia de la pandemia por Covid19, de inicio por el miedo de los pasajeros a volar, después el cierre de algunas fronteras que suspendió temporal o definitivamente algunas rutas, así como el alza en el costo de los servicios a los que se indexa el costo de las medidas sanitarias que se exigen para evitar al máximo los contagios del virus.

Incluso, se habló del riesgo de que Aeroméxico desapareciera pues provocaría una pérdida de conectividad nacional e internacional del 19.3 por ciento, según el último reporte de la Agencia Federal de Aviación Civil, por lo que las partes involucradas decidieron negociar hasta encontrar la mejor alternativa para continuar volando, al menos de momento.

Finalmente y tras varias semanas de negociación, declaradas por todos los participantes, como densas, complicadas y desgastantes, llegaron a un acuerdo.

Por el lado de ASPA, los ajustes en el Colectivo de Trabajo se sometieron en asamblea y por mayoría de votos fueron aceptados.

“Bajo las premisas de temporalidad, retribución y proporcionalidad, los pilotos de ASPA aceptamos reducciones por alrededor de 350 millones de dólares sobre los contratos colectivos de trabajo de Aeroméxico y Aeroméxico Connect por los siguientes cuatro años” informó la organización gremial.

Las reducciones estarán vigentes de esta fecha y hasta septiembre de 2024 y constan de: la disminución salarial para pilotos de entre 5 y 15 por ciento según el contrato; reducción de viáticos, hospedaje y eliminación de prestaciones como uniformes y maletas.

Hubo también despidos, con la separación laboral de 79 pilotos a quienes garantizaron indemnizar conforme al contrato colectivo, mientras que 40 elementos más tendrán permisos de ausencia sin goce de sueldo.

El Capitán Rafael Díaz Covarrubias, Secretario General de ASPA, reconoció que las reducciones y liquidaciones significarán un impacto en el ingreso de todos los pilotos y sus familias.

“A pesar de las reiteradas acciones unilaterales por parte de la administración, que afectaron acuerdos entre ambas partes e incluso el intento de dar por concluidos los contratos colectivos de trabajo, ASPA y sus agremiados no dejamos de mostrar unidad y voluntad para encontrar alternativas alineadas con las necesidades reales del socio inversionista”, afirmó.

En tanto, los pilotos hicieron un llamado para que el acuerdo alcanzado sea el inicio de una nueva etapa en la relación entre ASPA y Grupo Aeroméxico y no ocurran madruguetes como el que intentó la aerolínea para anular el CCT.

El acuerdo alcanzado entre los sindicatos y Aeroméxico permitirá que la empresa continúe con el proceso establecido por la Ley de Bancarrota en Estados Unidos para acceder a los 625 millones de dólares adicionales de una línea de hasta mil millones los cuales serían aportados por un  socio inversionista y permitirá el reposicionamiento global de la empresa.

Por su parte ASSA llegó a un acuerdo con la empresa que consiste en mantener sin goce de sueldo a 324 agremiados que están de licencia temporal, principalmente por riesgos frente al Covid19 ya sea por enfermedad previa o alguna otra condición que los haga vulnerables, pero continuarán con el pago de prestaciones como la cotización al Seguro Social, Infonavit, vales de despensa, entre otros. La medida estará vigente hasta el 31 de diciembre del 2023.

Según la minuta de la asamblea realizada por el sindicato, de los mil 716 sobrecargos que votaron por el acuerdo, 926 estuvieron a favor, 783 en contra dada la preocupación del gremio por los cambios al contrato colectivo de trabajo, el resto se abstuvo.

Ricardo del Valle, secretario general del sindicato informó que no habrá cambios a la cláusula 49 bis 2 la cual está relacionada con el retiro y la jubilación y que había generado mucha expectativa y preocupación entre los trabajadores, pues parte de la negociación a mediados del año pasado llevó a muchos a aceptar la jubilación anticipada, por lo que un cambio ahora los afectaría.

En tanto, 374 sobrecargos no pudieron correr la misma suerte y conforme el acuerdo serán despedidos y conforme al artículo 436 de la Ley Federal del Trabajo se les pagará a cada uno tres meses de salario y una prima de antigüedad al 27 de enero de este año ya que la terminación de la relación laboral es por causa de fuerza mayor decretada por el gobierno federal.

Dos sindicatos más

El Sindicato Independencia que representa a los trabajadores de tierra de Aeroméxico y el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos de la República Mexicana (STIA) llegaron a un acuerdo desde finales del año pasado.

Las modificaciones para las condiciones laborales de los agremiados de STIA quienes se desempeñan en las actividades de Aeroméxico Connect consisten en mantener los salarios tabulares actuales hasta septiembre del 2024 y se mantendrá el modelo de viáticos.

Para los operativos acordaron que no se les asignarán más de cuatro servicios en vuelos nocturnos y se mantendrán los descanso mensuales para así reducir los gastos al máximo.

En total Aeroméxico renegoció siete contratos colectivos de trabajo con lo que reducirá gastos y reutilizará los recursos en la aerolínea como parte de la estrategia para evitar su bancarrota.

“El resultado favorable de las negociaciones con los sindicatos representa un paso importante para tener acceso a las siguientes etapas del financiamiento durante nuestro proceso de reestructura”, indicó Andrés Conesa, director de Aeroméxico.

Interjet

La turbulencia solo cambió de aires, Aeroméxico la libró pero Interjet entró de lleno y está en huelga desde el 11 de diciembre en demanda del pago de salarios, aguinaldo, vales de despensa, fondo de ahorro, bonos adicionales, entre otros conceptos.

Además la aerolínea tiene un adeudo general que asciende a 900 millones de dólares en el pago de impuestos, servicios de navegación aérea, turbosina y distintas entidades privadas y públicas.

La empresa trató de invalidar la huelga ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje bajo el argumento de que no estalló al mismo tiempo en todas las estaciones que prestan servicio.

La autoridad determinó que se debe realizar una nueva votación para confirmar el resultado, pero a la vez permitió que continuara. Resta nada más que los 4 mil 114 trabajadores sindicalizados reciban la recha de la nueva votación para ratificar o en su caso rechazar la huelga.

La Agencia Federal de Aviación fue informada que los puntos donde se realizará la nueva votación están dentro de la zona federal de los aeropuertos en al menos 25 ciudades del país, siendo las principales la Ciudad de México, Toluca, Acapulco, Ixtapa, Cancún y Campeche.

El recuento de los votos emitidos se realizará en los hangares que ocupa la empresa, los cuales actualmente están bajo resguardo de los huelguistas.

A los usuarios que tenían vuelos programados con la aerolínea les han realizado llamadas de servicio para ofrecer cambios de fechas sin recargos y aseguran que la huelga no afecta el grueso de la operación, por lo que se podrían realizar vuelos de momento, aunque orientan a la gente a que los cambie para el segundo semestre del año, fecha en la que prevén que ya se haya solucionado el conflicto económico de la empresa.

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