El término Dogging (en inglés) o Cancaneo(en español) puede resultar nuevo para muchas personas, pero puede ser que alguna vez en tu vida lo hayas practicado al tener sexo en lugares públicos como parques, bares, baños públicos o hasta en tu carro.
El deseo sexual no es la única cosa que te lleva a aventuras sexuales en lugares públicos, también la adrenalina al ser sorprendido te incrementa el deseo sexual y el orgasmo puede resultar mucho más placentero.
No es nada raro que en la actualidad puedas ver vídeos de parejas que tienen sexo con las cortinas corridas o estén teniendo sexo a la mitad de su jardín, no es un descuido, que los observes es parte de la excitación sexual, sin saberlo ya has practicado el cancaneo.
El “Dogging” o Cancaneo es el nombre de la práctica sexual que se realiza en lugares públicos, no tanto en el anonimato, sino todo lo contrario, con la absoluta certeza de que te están observando y que tu placer reside en que te ven teniendo coito.
Debe entenderse que el espectador puede ser en muchas veces un simple mirón, pero en otras tantas, es alguien que puede convertirse en una parte activa al ser invitado a la interacción.
Aunque para muchos este término puede ser nuevo, tengo que contarles que esta práctica tiene ya 50 años de antigüedad. Se tiene registro que comenzó en el Reino Unido y que esta es una combinación entre el exhibicionismo, el voyeurismo y lo swinger.
Lo interesante de este tipo de encuentros sexuales, es que a diferencia de lo que ocurre entre los voyeristas o swingers es que el encuentro se lleva en un lugar público donde comúnmente se da el factor para que sean observados.
Los lugares más concurridos por los cancaneadores son parques, playas, baños públicos, áreas comunes entre otras.
No se tiene la certeza de la procedencia del término “dogging”, se especula que este proviene de que los mirones sacaban a pasear al Perro (dog en inglés) para aprovechar y quedarse a admirar a los implicados amantes en sus encuentros, quienes por cierto, optan por la posición de perrito para exhibirse.
Por otro lado, la palabra “cancaneo” se tienen dos posibilidades, la primera de ellas apunta que Cancanear es un término que usan los españoles para decir que saldrían a dar la vuelta, no resulta nada raro que se deformara la palabra al referirse que vieron a alguien en el “cancaneo”, es decir, en la acción sexual.
Otra de las explicaciones para justificar la palabra asegura que cancanear se refiere a la simple traducción de “dog” al castellano que significa can o perro. Aunque hay otros que aseguran que este término se acuñó porque la gente que realiza estos actos en lugares públicos sólo les queda la incomodidad de hacer la posición del can para dar rienda suelta sus placeres.
No se sabe con exactitud el origen de la palabra, pero debo comentar que es muy probable que este termino se haya acuñado con la idea de que se tiene sexo sin pena ni remordimiento en lugares públicos, igual que como lo hacen los caninos.
Es muy importante destacar que si e encuentro se lleva a cabo entre heterosexuales recibe alguno de estos dos nombres, pero si el encuentro es entre personas del mismo sexo, se le llama cruising.
La cosa no solo termina en una travesura y en la casualidad de contar con espectadores. En la actualidad hay sitios de internet donde los practicantes de esta filia se dan cita y revelan dónde estarán llevando a cabo su encuentro, claro está que lo hacen con la sola finalidad de contar con más público para sus faenas.
En México esta práctica está comenzando a tener impulso aunque por la pandemia los amantes del cancaneo se han tenido que limitar a tener sexo desde sus ventanas y balcones. Por esta razón no es nada raro que en la red haya vídeos de parejas teniendo intimidad con las cortinas abiertas. No es casualidad o descuido, es todo parte de la excitación del cancaneo.
Sin duda esta es una practica que requiere cuidado, en la actualidad tu imagen pública puede verse afectada si te encuentran teneiendo sexo fuera de tu intimidad, recuerda que puedes ser grabado y expuesto de forma inmediata.
Recuerda que toda práctica requiere de mutuo consentimiento, no debes y no te deben obligar a realizar algo que esté fuera de tu gusto y mucho menos en este tiempo de pandemia, quédate en casa, pero, si lo tuyo es el dogging” o “cancaneo”, puedes practicarlo desde una habitación segura cuidando tu anonimato al usar algo que oculte tu identidad.
Mi perro mordió a mi diosa sexual, la dejó destrozada.
Estoy en la depresión total. No como ni duermo bien después de que Tifanny me dejó para siempre.Ya no tengo con quien consolarse en estos difíciles tiempos de pandemia.
Mi mascota es la responsable de que esa hermosa y firme mujer que me dio noches enteras de sexo desenfrenado ya no pueda estar más a mi lado. Sé que fue mi responsabilidad, el amor desmedido que le tengo a mi mascota es lo que ocasionó que ella se haya ido para siempre, y ahora lamento amar tanto a mi perro.
Sus dientes y fuertes mordidas apartaron a la mujer ideal de mi lado. He llorado largas horas tratando de reconstruir nuestro amor. No hay parche que repare lo que Huesos le hizo a su linda cara y a todo su cuerpo, la furia de mi canino no tuvo límites y ahora no hay cura para mi rubia superior.
Las heridas son brutales, mi canino no respetó la desnudez de mi mujer y ella no se pudo defender. Párpado desgarrado, labio mordido, cuello perforado, le arrancó un pezón, le mordió las costillas, le perforó la pierna, se comió cuatro de los dedos de su pie, y casi de milagro no le arrancó el clítoris.
Encontrar a Tifanny destrozada en la casa me causó una impresión que nunca olvidaré. Aún tengo pesadillas que me despiertan todo sudoroso, no puedo quitarme de la mente cómo sus ojos me miraban fijamente cuando la encontré hecha pedazos. Esa horrible imagen ha llegado a borrar muchos de los buenos momentos que viví a su lado. Horas completas de placer donde yo la hacía como quería antes de terminar en su carita de diosa.
Docenas de posiciones son las que ella y yo nos aventábamos cuando decidía que era hora de sacarle punta al crayón.
Una vez estaba tan caliente que decidí que se lo haría en la cocina; la llevé hasta allí y arriba de la estufa se la dejé ir por todas partes. Primero empezó a succionármela, yo controlé los movimientos de su cabeza con mis manos, pero me lo hizo tan rico que me vine en su garganta. Después la abrí de piernas y la embestí cual toro de lidia. La cosa no acabó ahí, pues sin que ella lo esperara la volteé con suavidad para hacerle los honores por la puerta trasera; no se lo batí mucho, pues estaba a punto del turrón y ahí, en sus suaves nalgas, me vine sin remedio. Con esa mega encuentro sexual quedó claro que la cocina no solo es un lugar para las mujeres, sino que un macho también puede hacer muy bien su trabajo. Ahora lloro por lo que Huesos le hizo a la musa de mis chaquetas.
No encuentro consuelo e incluso he pensado en que mi fiero perro debe tener un castigo ejemplar por acabar con la autora de mi placer. Necesito un consejo, no he vuelto a gozar igual desde entonces, incluso he pensado en que mi can debe morir por haber destrozado mi muñeca inflable; no tiene perdón de Dios.
RESPUESTA:
Estimado gracias por contarme la historia con lujo de detalles pero debo confesar que estaba muy asustada leyendo tu relato y al llegar al final sentí una especie de alivio al saber que ninguna vida humana estaba en peligro.
Huesos es un animal y como animal que es no midió su fuerza al jugar con lo que creyó era una pelota, no seas tan duro con tu amigo, no se merece más que una castigo verbal y que no lo dejes para la siguiente vez cerca de tus juguetes sexuales.
Está muy bien que disfrutes de los placeres sexuales en estos tiempos de pandemia, que hayas usado tu muñeca inflable para lograr saciar tus ímpetus, pero recuerda que siempre se extraña el contacto carnal.
No veo nada de malo que adquieras una nueva muñeca inflable, en la actualidad han cambiado mucho sus características y existen en el mercado sexual unos nuevos modelos que son súper realistas.
Leo que tenía mucho apego a tu muñeca, y eso es lo que realmente me preocupa, es decir, que hayas pasado más tiempo del debido solo con tu muñeca inflable, recuerda que estos objetos son un juguete y deben proporcionar ratos de placer y no momentos largos de obsesión.
Necesitas relacionarte con otras personas, por el momento no puedes dejar el aislamiento, pero por ahora puedes comenzar a platicar con alguna mujer que te interese.