Las aguas turbias en el SUTGCDMX
En el proceso de elección de la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), las aguas no están nada claras.
Son tantos los intereses que están en juego que varios actores ajenos a lo que pudieran decidir los trabajadores están actuando.
Las elecciones se realizarán el próximo 9 de enero de 2020, bajo la modalidad del voto libre, directo y secreto de los 110 mil trabajadores agremiados a ese Sindicato, como lo establece la Reforma Laboral del 1 de mayo de 2019.
Antes la designación del presidente del SUTGCDMX se realizaba durante una reunión cupular, sólo con la participación de los dirigentes.
Estos comicios, se dice, deberán ser el modelo a seguir por otras organizaciones sindicales de la burocracia nacional.
En el lanzamiento de la Convocatoria, emitido el pasado 18 de diciembre de 2019, ya se notaba que los actuales secretarios seccionales e integrantes del Comité Ejecutivo, no iban a dejar pasar a nadie que no fueran ellos en el registro de precandidatos. De hecho, trabajadores con amplia experiencia laboral y los líderes sindicales fueron impedidos a registrarse.
Se inscribieron 33 precandidatos, lo que ya era una chunga porque son 40 secretarios, cada uno debería de contar con al menos 20% de las firmas de ellos mismos, pues es obvio que las cifra no les daban y había que vender caro la declinación y la firma. Según la Secretaria de Procesos Electorales, que es juez y parte, solo dos de los precandidatos cumplieron con los requisitos señalados en la Convocatoria: Armando Bautista Ramírez, secretario de Trabajo y Conflictos; y Hugo Alonso Ortiz, líder de los trabajado- res de limpia.
Los rumores indican que Alonso Ortiz es apoyado por gente de la Secretaría de Gobierno; en tanto Armando Bautista, cuenta con las simpatías en la Secretaria de Finanzas.
La diferencia estriba en que detrás de Hugo Alonso se mencionan los nombres del ex Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera; el entonces poderoso Subsecretario de Capital Humano y hoy con amparo en
la mano para que no lo detengan, Miguel Ángel Vásquez Reyes; René Juvenal Bejarano Martínez; Martí Batres Guadarrama; y otros, todos ellos triste recuerdos para los trabajadores, ya que para ellos sirvió en anterior dirigente del SUTGCDMX, Juan Ayala Rivera.
Pero además con la vista puesta en la Jefatura de Gobierno para el 2024 y tratando de desestabilizar al gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo
Precisamente las anomalías provienen desde el “Congreso” del 10 de julio de 2019 donde fue destituido Ayala Rivero y nombrado un Comité Ejecutivo General en forma interina, siendo que los Estatutos de la Organización no tienen contemplada la figura del interinato.
La encomienda a este Comité fue la de reformar los Estatutos para que en seis meses hubiera elecciones democráticas de acuerdo con lo señalado en la Reforma Laboral.
Pues bien, lo único que presentaron fue un Reglamento de Elección que les aprobó el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA). El cual por cierto deja en manos de la cuestionada Secretaria de Procesos Electorales la organización de las elecciones. Ahora bien, para asombro de todos, los encargados de recabar y contar los votos en las urnas correspondientes serán los secretarios seccionales con sus respectivos Comités.
Entonces, ¿quién garantiza que la elección realmente será limpia? ¿Quién tendrá la capacidad para atender una eventualidad? ¿Dónde se dirimirán los conflictos que se presenten?
Hay otros actores que por el momento no se han pronunciado o eluden su responsabilidad. La Jefa de Gobierno ha dicho que el proceso electoral del SUTGCDMX es responsabilidad del TFCA, pero lo cierto es que a ella el presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador de encargo esa elección que deberá ser modelo a seguir por los demás sindicatos.
El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje deberá ser garante de que el proceso de se lleve a cabo en estricto apego a la legalidad. Su Presidente Magistrado, Dr. Placido Humberto Morales Vázquez, debe mostrar que la confianza depositada por el primer mandatario para la implementación de la Reforma Laboral, fue la acertada.
La Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) no se ve por ningún lado. Es hora de que el Lic. Joel Ayala Almeida, presidente de esa central de trabajadores de la burocracia nacional y a la que se encuentra adherida el SUTGCDMX, haga valer su liderazgo y ponga orden en el Sindicato con el segundo lugar de membresía en el país, solo después del magisterio.
