El director general de Previsión Social de la STPS, Omar Estefan Fuentes, informó que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social trabaja con la Unidad de Implementación Laboral y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para crear un protocolo contra la violencia, el acoso y el hostigamiento sexuales.
En un comunicado, Estefan Fuentes resaltó que es obligación de las empresas tener un protocolo que inhiba esas prácticas, por lo que el prototipo se podrá modificar con base en la realidad de cada centro de trabajo.
Te puede interesar: Reforma laboral impulsará a mujeres como líderes sindicales
“Se trata de que ustedes lean el protocolo, lo vean, analicen hasta qué punto se puede adecuar o no a la realidad de su centro de trabajo (…) es un ejercicio para ayudar a que los centros de trabajo y las empresas entiendan el alcance y el objetivo de esta obligación”, precisó.
Señaló que el nuevo modelo laboral impulsa mejores prácticas y políticas en los centros de trabajo a fin de erradicar los casos de violencia, acoso y hostigamiento sexuales y prevenir la discriminación por razones de género.
La Reforma Laboral establece en el Artículo 132, apartado XXXI, la obligación de los patrones de implementar, de acuerdo con los trabajadores, un protocolo para prevenir la discriminación por razones de género y atender los casos de violencia, acoso y hostigamiento sexuales, así como erradicar el trabajo forzoso y el infantil.
También puedes leer: La toma de decisiones no está en manos de las mujeres
El funcionario federal indicó que otro de los artículos que garantizan la equidad de género en el nuevo modelo laboral, es el 371, apartado IX Bis, que señala que en la integración de las directivas sindicales se establecerá la representación proporcional en razón de género.
Debe de haber una representación de mujeres en razón de género en las dirigencias sindicales, que se configura como uno de los requisitos mínimos que deben tener los sindicatos para integrar sus dirigencias, añadió.
Finalmente, resaltó que la Reforma Laboral, una de las más importantes en los últimos años, no sólo fortalece la autonomía del trabajador con una democracia sindical directa, también genera un ambiente libre de discriminación y evita el hostigamiento sexual en los centros de trabajo.