El actual modelo económico se basa, cada vez más, en el uso intensivo de la robótica, la digitalización, la automatización y las comunicaciones, lo que implica una drástica modificación de los sistemas productivos que conllevan la creación de nuevas formas de empleo que modifican el mercado de trabajo.
Así lo señaló Agustín Rodríguez Fuentes, integrante de la Presidencia Colegiada de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), quien señaló que para las organizaciones sindicales es prioritario democratizar el uso de la tecnología y la robótica, de manera que el país, y en especial los trabajadores, se apropien de ella y la controlen.
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Además de promover la innovación y el desarrollo tecnológico, dijo, se debe impulsar el respeto de los derechos humanos, de manera que este desarrollo se convierta en una palanca que permita mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la clase asalariada.
El dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) añadió que para lograr el desarrollo con justicia y equidad, es necesario convertir a los sectores clave de la economía, como la educación, el campo, la energía, las telecomunicaciones o la industria automotriz, en motores del crecimiento económico sostenido y sustentable.
Lo anterior requiere de la participación organizada de los trabajadores y de los pequeños y medianos productores, y advirtió que un obstáculo para impulsar este proceso es el modelo de control corporativo sobre las organizaciones sociales que algunos sectores conservadores intentan reciclar.
Advirtió que en los mercados laborales se profundiza la flexibilización, la precarización del empleo y de las condiciones de vida; el trabajo a domicilio y a tiempo parcial, así como la informalidad y el deterioro de los salarios reales y la seguridad social, además del derecho a jubilaciones y pensiones dignas.
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En estas nuevas formas de relación de trabajo “postmodernas” se mantienen las antiguas formas de explotación de la fuerza de trabajo, por lo que es fundamental que los trabajadores y sus organizaciones sindicales sean los protagonistas y punta de lanza para impulsar los debates, el diálogo social y la interlocución en la definición de políticas públicas, enfatizó.
Destacó que es vital que las y los trabajadores se involucren en la reapropiación de su materia de trabajo y, sobre todo, de las nuevas formas de la producción con un enfoque basado en los derechos de la clase obrera y, particularmente, configurar el futuro del mundo laboral desde la perspectiva de los obreros.