Han pasado ya algunos años desde que la administración de Miguel Ángel Mancera aumento el precio del boleto del metro de 3 a 5 pesos con la promesa de cambios drásticos y mejoras en el servicio.
Sin embargo, después de 6 años, las promesas de una mejor red de metro se han quedado en el olvido, además de que los cambios prometidos por las autoridades capitalinas son inexistentes, y si los hay, son mínimos y meramente estéticos.
Después del aumento de la tarifa de 3 a 5 pesos, las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo crearon el Fideicomiso Metro (FIMETRO), en el que se delinearon algunos objetivos y mejoras a cumplir con el aumento:
- La compra de 45 trenes nuevos para la Línea 1.
- Dar mantenimiento mayor a 54 trenes de la Línea 2.
- Mejorar los tiempos de recorrido en la Líneas 4, 5, 6 y B, mediante la modernización del sistema de tracción-frenado de 85 trenes.
- Renivelación de la Línea A.
- Reparar 105 trenes que están fuera de servicio.
- Reincorporar 7 trenes férreos en la Línea A.
- Adquisición de 12 trenes más para la Línea 12, que además se ampliara.
- Renovar íntegramente la línea 1
- Modernizar el sistema de torniquetes y generalizar el uso de tarjeta.
- Sustituir 50 escaleras eléctricas.
- Comprar 3 mil 705 ventiladores para vagones y 258 compresoras
- Incorporar mil 200 policías adicionales.
- Adquirir un nuevo sistema de radiocomunicación para trenes, estaciones y personal operativo.
De acuerdo con cifra oficiales de este fideicomiso, el objetivo número 3 es en el que se reporta un mayor progreso, con el 81% de avance.
Le sigue el 2, con 2 mil 333 millones, que plantea el mantenimiento de 54 trenes y tiene un avance del 55%.
De esta lista, los puntos 6 y 8 son los que presentan un mayor rezago. Pues ambos solo tienen un avance de 16%.
Además, se encontró que existen más de 20 estaciones que se encuentran en situación crítica.
Sumado a esto, las constantes fallas en las escaleras eléctricas, han provocado malestar en los usuarios de este sistema debido al tiempo que ha tomado repararlas.
Además, la tecnología obsoleta del metro hace imposible que se pueda atender correctamente a los usuarios, pues los tableros, equipos de computo y sistemas de monitoreo del sistema son literalmente del siglo pasado.
La falta de presupuesto incluso ha mermado en la correcta reparación de los trenes, pues en los talleres del metro es común observar unidades que son desarmadas par poder tener refacciones en caso de fallas.
