En el número anterior de RS, en este mismo espacio, se pronosticó (y esperemos que los involucrados no crean que es cosa del demonio) la pérdida del registro del Partido Encuentro Social.
Las fechas coincidieron con las carnestolendas, es decir con el período que comprende los tres días anteriores al miércoles de ceniza, día en que empieza la cuaresma.
Tácitamente por esos días tuvo lugar el antruejo, es decir la temporada en que para los creyentes (y vaya que los militantes del PES algo han de saber al respecto), representa el período de las carnes que han de quitarse.
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Es un espacio con contenido religioso y bíblico que se practica para dar lugar a la cuaresmal abstinencia.
En los ámbitos políticos y sociales se tiene plena conciencia de que el Partido Encuentro Social está integrado, dirigido, fortalecido y aprovechado por personas de diversas expresiones religiosas que confluyen en los terrenos evangélicos.
Lejanos los tiempos en que la separación Iglesia-Estado, con especial apogeo en la época juarista, era una realidad, luego vinieron lapsos que les permitieron tener representantes en el Poder Legislativo.
Ahora, se comenta para que cuando se enteren no vayan a persignarse como poseídos por satán, aprovechan las coincidencias teológicas de la Suprema autoridad.
Con decirles que estamos a poco tiempo de que les sean concedidos tiempos y concesiones en frecuencias radiofónicas y televisivas en canales abiertos.
El Partido Encuentro Social (PES) es un partido político mexicano de centro-derecha. Podría conjugarse en pasado y decir fue, pero tiene representación en el Congreso de la Unión y, además, es un partido regional en algunos estados de la República Mexicana.
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Aquí lo comentamos en la edición anterior que tras no conseguir los votos mínimos que la ley establece durante los comicios electorales en 2018, perdió su registro.
Para quienes eran presa de la incertidumbre y se tronaban los dedos como símbolo de aflicción, podemos comentarles que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la pérdida oficial de este instituto político el 20 de marzo de 2019.
Malas, pero muy malas, noticias para el súper delegado que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene en el estado de Morelos.
Porque el PES fue fundado por Hugo Eric Flores Cervantes como asociación civil en 2003, obtuvo el registro como partido político estatal en Baja California el 30 de octubre de 2006 y como partido político nacional ante el Instituto Nacional Electoral el 9 de julio del año 2014.
El PES (parecido al que por su propia boca muere), se agregó como miembro de la coalición «Juntos Haremos Historia», con el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), encabezado por Andrés Manuel López Obrador para las elecciones federales de 2018.
Bueno con decirles que en esa hecatombe electoral, consiguió 56 diputados al Congreso, y como por arte de magia, bueno es mejor decir como por obra y gracia de un ser supremo, tiene una representación mayor que la del antes súper poderoso PRI. Además consiguió 8 senadores. Como dijera Antonio Espino Clavillazo ¡Nomás!
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Nadie ha podido desaparecer las controversias y las encendidas polémicas por su influencia cristiana, pero ahora sí ni las leyes supremas pudieron evitarlo.
Prueba de ello es que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó la perdida de registro del Partido Encuentro Social (PES), luego de no haber obtenido el 3 por ciento de la votación en las elecciones que se disputaron en julio de 2018.
Más no es casualidad, ya que por unanimidad, los magistrados de la Sala Superior confirmaron la decisión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) que determinó en septiembre iniciar el proceso de liquidación, tras no cumplir lo previsto en la Constitución para mantenerse en el sistema de partidos.
Mañosamente el Partido Encuentro Social solicitaba una interpretación amplia de la Carta Magna, para buscar su permanencia. No fue aceptado.
En su oportunidad, la magistrada Janine Otálora demostró que ninguno de los candidatos de Encuentro Social que ganaron en la pasada elección lo hicieron con votos propios; sino que el triunfo se logró por el respaldo que obtuvo Morena en las urnas y con el que concretó una alianza.
“Es evidente que el PES no cuente con el respaldo ciudadano requerido por la Constitución para mantener el registro como partido político nacional. En este contexto permitir que los beneficios logrados por PES, a través de una coalición tengan impacto más allá de la integración del órgano legislativo, extendería esto beneficios de forma indebida e iría en contra del sentido de las normas vigentes. Sería permitir en este caso que la coalición sustituya la votación”, concluyó.
En la liturgia romana, el réquiem es la misa de difuntos, un ruego por las almas de los difuntos, llevado a cabo justo antes del entierro o en las ceremonias de recuerdo o conmemoración.
Descanse en paz el PES.