La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, advirtió que el sindicato magisterial no debe controlar la admisión, promoción y reconocimiento del personal docente, toda vez que debe ser un asunto público basado en la evaluación de aptitudes y conocimientos, a partir de procesos justos e imparciales.
En medio de la postura de Morena de no poner plazos ni tener prisa para poner a debate ante el pleno el dictamen de reforma en materia educativa, la también legisladora de esa bancada agregó que ello debe concretarse con pleno respeto a sus derechos laborales.
“Si los sindicatos controlan este proceso, se perderá ese sentido de lo público. Lo anterior no solo fomentará la opacidad de las dinámicas sindicales de nuestro tiempo, sino que al mismo tiempo favorecerá la discrecionalidad y negociaciones particulares para decidir quién ocupa una nueva plaza o quien sube de categoría”, sentenció.
La buena noticia es que la reforma educativa será acompañada posteriormente por una reforma laboral que terminará con el charrismo sindical y democratizará a las organizaciones obreras.
Afirmó que la rectoría del Estado en la educación es algo que funciona con regularidad y excelentes resultados en países con buenos modelos educativos como Finlandia y Singapur.
Sin embargo, advirtió en México es algo que empezó a resquebrajarse desde que la Alianza por la Calidad de la Educación, impulsada por el gobierno de Felipe Calderón y respaldada por Elba Esther Gordillo, acarreó las devastadoras políticas neoliberales también a las aulas.
“Es deber del Estado llevar las riendas de una educación obligatoria, laica y gratuita, que fomente el desarrollo de nuestra niñez y vele por los intereses y bienestar de la gente. Para que ningún estudiante se quede atrás; para comenzar a vivir en un México más próspero y emancipador”, sostuvo Padierna Luna.
Para ello, subrayó, es necesario que ponga en marcha toda su capacidad institucional y en infraestructura. En el caso de la educación, debe usar todas las herramientas administrativas disponibles para construir planteles dignos, desarrollar programas de estudio dirigidos a la adecuada formación de los estudiantes, así como capacitar profesores para que puedan desempeñar, sin rezago alguno, su encomiable labor.
En ese sentido, dijo que si el Estado es privado de controlar la admisión y promoción de docentes, entonces su tarea de mejorar la educación y llevar bienestar a la familias mexicanas se verá seriamente comprometida.
Con información de Notimex